Abanca sube otro peldaño en la recuperación: en el tercer trimestre gana 210 millones

Abanca sube un escalón más en la recuperación tras las embestidas del covid. Tras cubrirse las espaldas con 273 millones de euros en provisiones ante posibles créditos fallidos en 2020, cuando apretaba la pandemia, la entidad ya presentó en el primer semestre de este año un beneficio de 157 millones de euros, lo que supuso un 18 % en la variación interanual. La senda del crecicimiento se consolidó también en el tercer trimestre: el banco presenta un beneficio de 210 millones de euros, un 46 por ciento más.

Abanca, que hizo ayer públicos los datos, atribuye la mejora de sus beneficios fundamentalmente al incremento de los ingresos recurrentes, al control efectivo de gastos y a la contención del coste del riesgo. Ayudó, además, que ya no empañan las cuentas las provisiones para hacer frente a los efectos colaterales del covid (211 millones en el mismo periodo de 2020).

Con las últimas cifras de resultados, la entidad que preside Juan Carlos Escotet destaca que afronta la etapa de recuperación y transformación de la economía desde una posición de “fortaleza” financiera, acreditada –sostiene– por la “máxima” calidad de sus activos, sus “elevados” niveles de cobertura, su “robusto” nivel de capitalización y su “cómoda” posición de liquidez.

Los ingresos recurrentes siguen ganando peso trimestre a trimestre en la cuenta de resultados de la entidad. “Gracias a la buena evolución del margen de intereses (que creció un 7,6%) y de los ingresos por prestación de servicios bancarios (que lo hicieron en un 9,8%), la margen básica registró un incremento del 8,2%”, señala el banco. Añade que gracias a la realización de proyectos de racionalización y a la obtención de valor en las integraciones, los costes comunes se redujeron en un 6,8%. Con eso, la margen recurrente (básica menos gastos de explotación) alcanzó los 190 millones, lo que supone un incremento del 56,2% respeto al obtenido en septiembre de 2020.

Respecto al coste del riesgo (0,34%), sigue contenido a pesar de mantener la prudencia en cuanto a coberturas del crédito, precisa Abanca, que mantiene las coberturas de crédito dudoso más elevadas del sistema financiero español (85,4%). Destaca, en este punto, la “prudencia” en el segmento de pymes y grandes empresas, donde alcanza el 105,2% de cobertura.

Durante el tercer trimestre, el volumen de negocio aumentó un 15,8%, hasta los 103.697 millones de euros. Sin embargo, si se contabiliza el correspondiente a la red española de Nuevo Banco, esta cifra se sitúa ya por encima de los 107.000 millones, lo que supone un crecimiento interanual del 20,1%.

La cartera de crédito a clientes “en situación normal” –destaca asimismo la entidad financiera– se incrementó en un 15,4% en términos interanuales (10,9% excluyendo Bankoa, integrada a principios de 2021) hasta los 44.429 millones de euros. La financiación a empresas y familias, que suman el 77% del total, constituye su componente mayoritario.

Suben casi un 15 % los depósitos de clientes. Por lo que respeta a los recursos de clientes, la entidad gestiona un total de 58.830 millones de euros. Esta cifra supone un crecimiento total del 17,0% (11,5% sin contabilizar Bankoa). Los depósitos de clientes crecieron un 14,8% (11 % sin incluir Bankoa), hasta los 46.861 millones de euros. En lo que va de año el banco incorporó más de 128.000 nuevos clientes valor, incrementó en un 11,8% su parque de tarjetas de crédito y débito, y aumentó en un 14,6% su parque de TPVs.

Cartera y coberturas. Abanca asegura en su balance que continúa situada como mejor entidad del sector financiero español en cuanto a calidad de la cartera y coberturas. En comparación con septiembre del año pasado, la entidad redujo sus activos dudosos en un 17,1% (-21,1% ex- Bankoa). Según los últimos datos, presenta, además, una tasa de morosidad del 1,9%, “la cifra más baja del sector financiero español y prácticamente la mitad de la media”.

En el mismo sentido, la entidad subraya también que es la que mejores niveles de cobertura presenta: 85,4% para morosidad y 75,5% para activos improductivos. Con eso el ratio Texas se sitúa en el 26,9%, igualmente a la cabeza del sector.

Esta calidad crediticia, añade, se observa en el conjunto de la cartera, incluyendo a los clientes que recibieron apoyo financiero para afrontar las consecuencias de la crisis del covid. Para un total de 3.403 millones de euros en operaciones de financiación con aval del ICO, solo el 0,9% de ellas se encuentra en situación de dudoso. De forma similar, una vez vencidas en torno al 75% de las operaciones de flexibilización financiera (moratorias) aplicadas a familias (1.235 millones), los niveles de morosidad de este colectivo se mantuvieron en mínimos.