Alcoa dice no a abrir de nuevo contactos de venta con la SEPI

Si había alguna esperanza de que la multinacional Alcoa variase su posición y accediese a volver a sentarse a negociar la venta de la planta de San Cibrao, en A Mariña lucense, quedó totalmente descartada tras el cónclave de la mesa multilateral de seguimiento de la crisis de la factoría. Lo único positivo es que la empresa acudió a la cita; lo malo, que no hubo avances.

De nada sirvió el ofrecimiento de los gobiernos central y autonómico para retomar las negociaciones en el punto que quedaron a finales de septiembre, con el objetivo de lograr la venta a través de la sociedad estatal de participaciones industriales (SEPI).

El encuentro, desarrollado de manera telemática, duró según confirma Europa Press una hora y 10 minutos, y la empresa mantuvo el mismo posicionamiento, contrario a la operación de traspaso de la factoría, pese a la existencia de un inversor interesado (Liberty House, del grupo GFG Alliance) y la disponibilidad de la SEPI para ser ella la que adquiera la fábrica. “Aunque no hay ninguna novedad, Alcoa ha acudido este lunes a la reunión de la mesa multilateral como muestra de esa actitud de diálogo que hemos mantenido siempre”, declaraba la compañía.

Desde la Delegación del Gobierno también hablaban de que “se mantuvo la voluntad absoluta de diálogo, dispuesto a negociar desde el principio para buscar una solución”. Eso mezclado con una “firmeza absoluta en la parte judicial de defensa de los intereses de los trabajadores”, resaltaron a la agencia.

El secretario general de Industria y Pyme, Raül Blanco, indicaba en un comunicado que la empresa recientemente fue objeto de un trámite de alegaciones previo a la posible denegación de ayudas en la actual convocatoria de CO2. Pero ahí se quedó todo.

El vicepresidente económico de la Xunta fue más directo. Francisco Conde, calificó de “negativo por la actitud de Alcoa” el balance del encuentro. Cree que la compañía “perdió una nueva oportunidad para buscar una salida digna al conflicto”. Señaló que en todo momento la multinacional rechazó la oferta de ambos ejecutivos de reiniciar lñas negociaciones de venta.

Al igual que había hecho el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, horas antes desde Lugo, Conde argumentó que la única opción que barajan es “que se mantenga la actividad en San Cibrao” y avisó de que llegarán “hasta las últimas consecuencias, incluida la intervención” y en un escenario de “unidad” de acción junto a Moncloa y comité de empresa.

Desde este órgano corroboraban el ofrecimiento descartado por Alcoa, que transmitió que “no ha cambiado el escenario por el que decretó los despidos”, que afectan a 524 trabajadores de la factoría de aluminio. Un despido colectivo que el TSXG entendió que se puede acometer en la resolución sobre las medidas cautelares con las que, de todos modos, le impide parar las cubas de electrolisis. Su presidente, José Antonio Zan, exigía al Ejecutivo de Pedro Sánchez que les declare “estratégicos” para a partir de ahí iniciar “un expediente de intervención o expropiación de la empresa”. “Porque la empresa no da visos de dar para atrás”, censuraba.