Alcoa: el recuerdo de Rumasa frena la acción de Moncloa
La plantilla de Cervo pide medidas ya // Irá a las urnas el domingo con sus uniformes de trabajo
Pasados los comicios autonómicos del 12-J, la próxima semana, días 14 ó 17, el comité de empresa de Alcoa San Cibrao volverá a video-reunirse con el secretario general de Industria, Raül Blanco. Lo harán después de que la plantilla acuda a votar ataviada con su uniforme de faena. Volverán a plantearle la expropiación y nacionalización, medida que teme el Gobierno socialista: la última vez que usó esta drástica solución fue en 1983 sobre Rumasa.
Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, o Carlos Solchaga, titular de Industria, se ampararon en el Decreto-Ley 2/1983 y esgrimieron razones de utilidad pública e interés social. El grupo de aquel Ruiz Mateos del “¡Que te pego, leche!” a Boyer estaba formado por más de setecientas empresas con sesenta mil empleados y unos dos mil millones de euros, al cambio actual, de facturación.
Vendrían después reprivatizaciones por partes, y aunque el volumen de una actuación pública sobre la única fábrica de aluminio primario operativa en España –con 534 empleos en peligro amenazados del ERE en consultas– es mucho menor, Blanco se resiste a hablar sobre esta vía.
Es cierto que años después otros Gobiernos, tras la crisis de 2008, se vieron forzados a nacionalizar y reprivatizar en mayor o menor medida bancos, muchos provenientes de las antiguas cajas, como es el caso de BFA-Bankia, Catalunya Banc, NCG Banco o Banco de Valencia... recapitalizados estos cuatro con casi cuarenta mil millones de euros.
Por eso el presidente del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, urgía en rueda de prensa al Gobierno central a pasar de las palabras a los hechos y tomar medidas “ya” para asegurar la viabilidad de la fábrica. Para los sindicatos es hora de que el Ejecutivo “se posicione claramente” sobre la apuesta por la nacionalización o la intervención temporal de la planta. También habrá oportunidad para que ello durante el debate de la iniciativa que lleva al Congreso el diputado del BNG, Nestor Rego.
Para Zan, la negativa de Alcoa avanzada por este periódico tanto a retirar el ERE como a vender la fábrica en respuesta al “ultimátum” del Ministerio de Industria obliga a “actuar ahora y no cuando acabe el periodo de consultas y ya esté todo decidido”, avisa.
Citó el apoyo de PP, Marea Galeguista, Galicia en Común y BNG a la intervención pública, solo falta que PSOE, como partido y desde el Gobierno, hagan lo propio, máxime cuando anunció que tiene un plan industrial para 10 años con una firma de solvencia y proyección europea”. También el delegado de la CIG, Xosé Paleo invitó al Ejecutivo central a “posicionarse del lado de los trabajadores”.
Más ahora que el rebrote de la covid-19 amenaza a la comarca de A Mariña, que debe mirar hacia un futuro tras la pandemia que donde las perspectivas económicas, si cierra la planta de aluminio, son más que oscuras. Negras.
Además de ir a acudir a votar con sus buzos de trabajo este domingo, un día después, el lunes, prevén realizar una carrera de 1.000 kilómetros, uno por cada trabajador de Alcoa y las empresas contratistas que se verán afectados por el cierre. Saldrán diez corredores a las 8,00 horas y realizarán la marcha de un kilómetro cada uno a la vez. El martes, coincidiendo con el debate de la propuesta de nacionalización, harán una tercera movilización, que prometen será espectacular pero mantienen como una sorpresa. Y Zan avisa: si Alcoa cierra Alcoa San Cibrao, España dependerá al 100 % de la producción exterior de aluminio primario, afectando a plantas transformadoras.