Alivio en Narón tras dar señales de vida la joven desaparecida el martes

Zeltia Pazos Fontela salía el pasado martes a las 14.00 horas de su casa: una vivienda de planta baja en la carretera de Cedeira, que comparte con su marido y sus dos hijos. Y en la noche del miércoles daban la voz de alarma desde SOS Desaparecidos, ya que su familia no la localizaba. Ya el jueves por la mañana, vecinos y familiares se concentraban en esta parroquia de Castro (ayuntamiento de Narón) para iniciar la búsqueda. Pero el dispositivo ciudadano no fue necesario. Tras labores policiales de rastreo, Zeltia daba señales de vida. Y sobre las 14.30 horas, se confirmaba que se encontraba en buen estado de salud y que su desaparición había sido voluntaria.

Ya avanzada la tarde, esta naronesade 34 años pasaba por la Comisaría de la Policía Nacional que tendrá que determinar los motivos de una breve marcha que puso en vilo a toda la comarca. La aparición era confirmada por las fuerzas de seguridad tanto al ayuntamiento de Narón como a las autoridades comarcales interesadas por estos hechos. Una vez constatado que la mujer había dado señales de vida, la Axencia Galega de Emerxencias del 112 suspendía el dispositivo de búsqueda. Al parecer, los agentes supieron que la propia Zeltia había enviado unos mensajes a su hermana para indicarle que estaba bien y que se había preocupado al ver el gran impacto de su desaparición.

De hecho, a través de las redes sociales, unos 15 vecinos de la zona quedaron este jueves a las 09.30 frente a la casa familiar para buscar su rastro en grupos por el entorno de la carretera de Cedeira. Incluso los propietarios del edificio donde se encuentra el club Queens, al otro lado de la carretera y cerrado desde hace más de un año, se personaron por su propia iniciativa para abrir estas instalaciones y constatar que allí no había señal alguna de Zeltia. Ya los vecinos indicaban que era la primera vez que esta mujer desaparecía de este modo de su hogar: “Quixemos axudar na búsqueda para atopala por algún lado, sabemos que desapareceu o martes ao mediodía e estamos moi preocupados porque era a primeira vez que se producía esta situación”.

Poco después de esta concentración, los efectivos policiales pedían que los vecinos se marchasen para poder iniciar el rastreo. Y ya apuntaban que no se necesitaría de momento su colaboración. Hasta la vivienda se acercaron agentes de la Policía Nacional, la Policía Judicial y voluntarios de la asociación Casaga con sus guías caninos. Allí preguntaron al marido sobre las circunstancias de la desaparición. Y el joven, que se encontraba muy afectado, les dejó un fular de la chica para que los perros identificasen el rastro. Los agentes revisaron la casa, las bodegas traseras y el coche familiar. Y los guías caninos se adentraron tanto en dichas bodegas como en un maizal situado alrededor de la vivienda. Como indicaban desde Casaga, los perros no fueron capaces de encontrar rastro ya que había pasado bastante tiempo desde la desaparición para que se pudiese efectuar este procedimiento.

Ya hacia al mediodía, la hermana de Zeltia (que había denunciado la desaparición en la Comisaría) recibía un mensaje de la joven en la que aseguraba encontrarse con una amiga. Ante estas circunstancias y otras pruebas, se decidía la suspensión de la búsqueda. Y la Policía procedía a analizar esas comunicaciones, para tratar de esclarecer esta breve desaparición.