Amenazas y acoso a un ganadero de Chantada con una jauría de perros
Intenta mantener la granja familiar, pero vive atemorizado por los ataques de los canes de un vecino a su ganado, desde enero
Vítor Fernández es un joven ganadero del concello lucense de Chantada que apostó por mantener la granja familiar. Reconvirtió su explotación de vacuno –Casa do Neiro– para dedicarla a la producción de leche ecológica y vivir de ello. Su rebaño de 36 cabezas pasta libremente en las tierras que posee junto al río que marca los límites entre Chantada y Carballedo.
Al margen de la bajada de los precios de la leche, la marcha de su granja iba, de manera razonable, por el buen camino. Pero desde enero de este año, un vecino de Villaguillulfe se cruzó en su camino “con la fijación de hacerme la vida imposible, sin ningún motivo”, explica Vítor.
En la actualidad este ganadero, según reconoce, vive atemorizado por las amenazas y el acoso que sufre por parte de ese vecino que tiene una jauría de perros agresivos, de gran tamaño, que suelta y azuza para que ataquen las reses de Vítor cuando pastan en sus prados.
Al parecer, según fuentes del lugar, el dueño de los canes se trata de una persona problemática cuyos perros ya han atacado a más vecinos.
CUATRO DENUNCIAS. Vítor Fernández cuenta con el apoyo del Sindicato Labrego Galego (SLG) que se ha hecho eco de su situación. Desde la central agraria indican que se trata “dunha situación flagrante de acoso permanente e ameazas que están a facer imposible que este mozo gandeiro desenvolva con normalidade a súa profesión e a súa vida. Polo de agora, as súas vacas xa padeceron varios abortos e tivo que levar unha ao matadoiro por esta persecución. Sen ir máis lonxe, esta mesma semana as súas vacas volveron sufrir outro ataque”, hecho que nuevamente fue denunciado ayer ante la Guardia Civil de Chantada.
Se trata, según explicó el propio Vítor, de la cuarta denuncia interpuesta contra ese vecino, una de ellas por amenazas y las otras tres por los ataques de los perros a sus reses en la finca. Ese acoso constante, según relata el ganadero, “está generando estrés en las vacas, lo que repercute en su producción y es causa de los abortos, que suponen una importante pérdida económica en las cuentas de la granja”, se lamenta. Al mismo tiempo tacha de insostenible y de tensión continua la situación que vive con ese vecino.
GUARDIA CIVIL. En los primeros ataques, según relata el ganadero chantadino, no puso ninguna denuncia confiando en la posibilidad de que los perros escapasen o anduviesen sueltos. Sin embargo, al ver que los ataques proseguían y eran deliberados, comenzó a notificarlos a la Guardia Civil, sin poner denuncia.
Lejos de mejorar la situación, ante las visitas de los agentes para tratar de razonar con el agresor, este redobló los ataques al ganado con los canes y comenzó a amenazar a Vítor a través de las redes sociales y por WhatsApp, pese a que lo había bloqueado, le hacía llegar las amenazas por terceras personas. Desde entonces cursó las cuatro denuncias citadas. La recomendación que le hace la Guardia Civil, según indicaron del SLG, es que en el momento que el agresor lo amenace directamente se suba al coche o al tractor y se vaya de sus propias tierras. La central agraria no entiende la impunidad con la que se está amenazando a Vítor y analizará la responsabilidad de los concellos de Chantada y Carballedo por permitir que esos perros agresivos anden libres.