Aumentaron un 29 % los menores que viven bajo tutela de la Xunta
El año pasado la Administración tenía 2.383 niños en acogimiento residencial o familiar
El número de menores que vivían bajo la tutela de la Xunta en 2020 fue de 2.383, un 29 por ciento más de los que tenía el año anterior, que eran 1.843, según los datos ofrecidos este lunes por la Consellería de Política Social.
Aunque para encontrar las causas reales de este crecimiento desmesurado en comparación con ejercicios anteriores es preciso analizarlas de forma pormenorizada, se puede deducir en un primer análisis “que el confinamiento acentuó las dificultades en las relaciones familiares o agravó la situación económica de las familias que lleva a la desprotección” de los menores.
Desde el departamento que encabeza Fabiola García aseguran que los equipos de protección del Ejecutivo autónomo respondieron de forma “ágil y eficaz” a estas situaciónes “a pesar de la parálisis de los trámites administrativos producidos durante el primer estado de alarma”.
De estos 2.383 niños que estaban el año pasado bajo tutela de la Xunta, es decir que se privó a sus progenitores de la patria potestad y pasó a asumirla el Gobierno gallego, 480 estaban en situación de guarda (la Administración asume su cuidado temporalmente por situaciones concretas, pero los padres mantienen la patria potestad) frente a los 532 de 2019.
Política Social destaca el esfuerzo que realizó durante la pandemia del COVID, además del propio departamento de la Xunta, la Fundación Meniños, que, a través del Programa de Integración Familiar, “pudo prevenir y actuar ante los casos de menores en desprotección”.
ALDEAS INFANTILES SOS Aldeas Infantiles SOS alertó ayer del número de niños y adolescentes que vivían en el sistema de protección en Galicia y del aumento en 2019 con respecto a 2018, que fue del 7 %, mucho menor en comparación con 2020.
La cifra ofrecida por la organización no gubernamental, con datos del último Boletín de Datos Estadísticos de Medidas de Protección a la Infancia, publicado por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, revela que en España en 2019 había 50.272 menores tutelados.
La modalidad residencial se mantuvo estable en 2019 con 888 menores (891 en 2018). Por el contrario, en cuanto a los acogimientos familiares, éstos se redujeron un 14 %, al pasar de los 1.117 de hace dos años a los 965 de 2019. El resto de los menores hasta llegar al total, se encontraban a 31 de diciembre en estudio o con una medida de apoyo previa a dictarse la más adecuada.
Ambas medidas de protección están bastante equilibradas, siendo el acogimiento familiar ligeramente superior (52 %). No obstante, un 48 % de estos menores aún viven en centros residenciales, a pesar de que la ley señala que, ante la retirada de la tutela de un niño a sus padres, la primera medida de cuidado recomendada es el acogimiento familiar y, si es posible, en familia extensa, es decir, las que tienen un vínculo de parentesco con el menor.
Por sexos, la protección residencial tiene una mayoría de niños (57 %) sobre niñas (43 %). Si se tiene en cuenta su origen y edad, el 19 % son de nacionalidad extranjera y un 69 % tienen entre 11 y 17 años.
En el acogimiento familiar, está más igualado el porcentaje (52 % niños y 48 % niñas). En este caso son de nacionalidad española el 89 % frente al 11 de extranjeros. El desglose por grupos de edad arroja una mayoría de niños y niñas que tienen entre 11 y 17 años (el 59 por ciento).
La oenegé reclama “una mayor inversión en las políticas de prevención con el fin de apoyar a las familias vulnerables y evitar así la separación de padres e hijos” y recuerda que “un mayor esfuerzo preventivo redundaría en el descenso del número de niños y niñas bajo la tutela de las Administraciones Públicas, supondría una reducción del gasto público y evitaría a los niños el trauma de la separación familiar”.
