Colombia extraditó a Julio Peñaranda y el juicio a la rama española del cártel de los Boyacos será en febrero

Julio Peñaranda Torres, alias Loco o Visaje, considerado como uno de los líderes principales del cártel de los Boyacos se encuentra ingresado en la prisión de Valladolid, tras un breve paso por Soto del Real, una vez que llegó a nuestro país extraditado por Colombia para ser juzgado por las más de dos toneladas y media de cocaína que iba a recibir en Galicia en 2017. Una vez que ya se encuentra a disposición de las autoridades judiciales españolas podrá sentarse en el banquillo, junto a otros dos dieciséis miembros de su organización y sus socios gallegos, ya que la Audiencia Nacional fijó para el próximo mes de febrero el inicio de la vista oral contra este grupo considerado uno de los más peligrosos de Sudamérica.

Peñaranda Torres había llegado a España y se instaló en Galicia, más concretamente entre Vigo y Santiago, con la intención de cumplir la orden del jefe del cártel, Daniel el loco Barrera, de “inundar Europa de cocaína”. Para ello, además, había establecido una serie de contactos con los cárteles mexicanos con la intención de surtir de esa droga a las mafias europeas. Como quiera que la agencia antidroga norteamericana, la DEA, lo tenía entre sus principales objetivos se estableció un dispositivo conjunto con la policía española para capturarlo.

Este narcotraficante había sido apresado en febrero de 2017 y permaneció más de tres años encarcelado. Durante la pandemia salió en libertad condicional y pidió permiso para desplazarse a Colombia ya que su madre estaba gravemente enferma (murió a consecuencia de la Covid) y la Audiencia Nacional autorizó el desplazamiento temporal. Como era de suponer Peñaranda no regresó una vez cumplido el plazo por lo que se decretó una orden internacional de busca y captura.

El narcotraficante se ocultó en la zona del Cauca y prosiguió con sus actividades delictivas hasta que en septiembre de 2021 fue capturado en una incursión realizada por agentes colombianos, con apoyo de la inteligencia estadounidense, en el departamento de Norte de Santander, fronterizo con Venezuela.

Julio Peñaranda estaba reclamado por las autoridades españolas y de Estados Unidos pero la Fiscalía colombiana decidió que fuera enviado a nuestro país al constatar algunas deficiencias en la petición del Ministerio de Justicia de USA, avalada por los agentes de la DEA.

El proceso de extradición duró más de un año ya que, como informó en su día EL CORREO, miembros del Ministerio Público de Bogotá no estaban de acuerdo con el informe norteamericano en el que se aseguraba que la cocaína fue incautada en el Caribe con supervisión de las autoridades colombianas pero a la Fiscalía del país sudamericano solo le constaba la autorización para una entrega controlada de dinero, 210.000 dólares, en la ciudad de Cartagena de Indias, para pagar los servicios de un confidente.

OPERATIVO POLICIAL DOBLE. La petición del Juzgado Central de Instrucción español era más concreta y se refería directamente a la operación en Galicia donde se había frustrado la entrega de dos toneladas y media de cocaína que iban a recibir el propio Julio Peñaranda Torros y su lugarteniente Ronald Alfredo Roa Aguirre, alias el Mono. El primero actuaba desde Vigo y el segundo desde Santiago y fueron detenidos, respectivamente, en Pontevedra y Padrón cuando iban a recibir un supuesto cargamento de cocaína que estaba controlado por agentes españoles y de la DEA.

En este operativo se registraron hasta 24 detenciones se practicaron una en Vigo, cinco en Pontevedra, siete en la provincia de A Coruña, ocho en Madrid, dos en Guadalajara y otra más en Guipúzcoa. De los 24 arrestados , tres quedaron en libertad ya en sede policial y de los restantes que pasaron a disposición judicial, sobre 16 se decretó su ingreso en prisión , tras nueve horas de declaración ante el juez en las que la mayoría de ellos se acogieron a su derecho a no declarar.

PODRÍA SALIR EN LIBERTAD ANTES DEL JUICIO. A pesar de que el líder de los Boyacos en España se encuentra actualmente encarcelado sus abogados presentaron un escrito en la Audiencia Nacional solicitando su excarcelación al haberse superado los cuatro años de tiempo máximo en prisión preventiva para un recluso. Peñaranda ya pasó algo más de tres años en nuestro país y doce meses en Colombia.

Fuentes judiciales de nuestro país consideran que al haber sido extraditado el marcador que contabiliza el tiempo privado de libertad en preventivo se pone a cero mientras que los abogados del narco colombianos, en base a una reciente sentencia del Tribunal Constitucional, considera que ya ha excedido el máximo legal que estipula nuestro ordenamiento jurídico.

Por lo que, según el criterio que aplique la Audiencia Nacional, cabe la posibilidad que Peñaranda salga de prisión antes del juicio con el riesgo que ello conlleva. La mujer del colombiano, que figura entre la veintena de acusados, también viajó a su país con permiso judicial pero ya está de vuelta en España dispuesta a presentarse a la vista para ser juzgada. Al final la Fiscalía Antidroga notificó el escrito de acusación solicitando penas de cárcel contra solo 16 de los 29 investigados inicialmente. En total pide 152 años para todos ellos con Peñaranda y Ronal Alfredo Roa, los considerados como líderes del grupo criminal, enfrentándose a 15 años de prisión y más de cien millones de multa cada uno.

“Como parte de su plan criminal, se instalaron en Galicia para recibir los cargamentos que eran enviados del Caribe colombiano, acopiarlos, ocultarlos en vehículos de gama alta y distribuirlos en territorio español, en Bélgica y Países Bajos”, detalló la Fiscalía de Colombia tras el apresamiento de Peñaranda el pasado mes de septiembre en el departamento de Norte de Santander, en el país sudamericano.

“Como parte de su plan criminal, (los Boyacos) se instalaron en Galicia para recibir los cargamentos que eran enviados del Caribe colombiano, acopiarlos, ocultarlos en vehículos de gama alta y distribuirlos en territorio español, en Bélgica y Países Bajos”, detalló la Fiscalía. La operación fue dirigida por el titular del Juzgado de Instrucción nº 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, quien tuvo que analizar de forma minuciosa una operación auspiciada por la DEA que aseguraba que la cocaína que iban a recibir los Baoyacos en Galicia fue incautada en el Caribe con supervisión de las autoridades colombianas pero a la Fiscalía del país sudamericano solo le constaba la autorización para una entrega controlada de dinero, 210.000 dólares, a un confidente.