Convocan en Santiago una gran manifestación contra la "invasión eólica"

Santiago. EFE. Colectivos y plataformas ecologistas, vecinales, sociales, culturales y sindicales de toda Galicia han lanzado un llamamiento a la sociedad gallega para que el sábado 5 de junio acudan a la Alameda de Santiago de Compostela a manifestarse contra lo que consideran una "invasión eólica" del territorio de la comunidad autónoma. Representantes de algunos de los colectivos convocantes de esta marcha presentaron en rueda de prensa, este viernes en Santiago de Compostela, el manifiesto 'Eólica, así no', con el que reclaman la paralización inmediata de todos los proyectos de parques eólicos en tramitación y un nuevo modelo energético.

El secretario general de la Confederación Intersindical Galega (CIG), Paulo Carril, cargó contra lo que consideró "una demolición pero no una transición energética", al criticar que las políticas publicas "ni ponen coto a las eléctricas ni a las grandes empresas que hoy especulan con el boom de las renovables, no para mejorar el bienestar del pueblo sino para salvaguardar sus resultados".

Indicó Carril que las previsiones apuntan a que el 48 % del territorio gallego acabe ocupado por parques eólicos, y abogó por una gestión pública de los recursos.

"El viento es un recurso del conjunto de las personas, no puede ser objeto de beneficio y de negocio de unos pocos, con todo el daño social que ello genera", afirmó.

"No nos van a engañar otra vez, los peores momentos de la emigración gallega se dieron con el mayor impacto de lo que fue el anegamiento y la construcción de los embalses en nuestro país", recordó.

Por su parte, Rui Cuba, del colectivo ecologista Adega, expresó también su rechazo al desarrollo del modelo eólico que se está produciendo en Galicia, y demandó "que se paralicen todos los proyectos eólicos en tramitación mientras no haya una evaluación correcta de los impactos que pueden generar.

Este conservacionista indicó que desde el movimiento ecologista están "a favor de las renovables, pero hay que tener en cuenta todos los impactos negativos, no pueden conllevar la destrucción de nuestro territorio, de la fauna, de la flora y de nuestra geodiversidad, recursos que no podremos recuperar".

Jessica Rey, representante de la asociación Salvemos a Comarca de Ordes y de rede Galega por un Rural Vivo, censuró "la invasión eólica de nuestras aldeas y de nuestras vidas", algo, dijo, que "permite la normativa vigente totalmente obsoleta".

"Los vecinos de toda Galicia desde Outes a O Courel estamos espantados por esta invasión eólica, que va a empeorar nuestras vidas, nuestras posibilidades económicas y va a ser un motor de despoblación que va a acabar con la Galicia rural, además del desastre medioambiental y económico que causará".

Rey demandó "una transición energética justa, esta no lo está siendo con las personas que vivimos en el rural", indicó.

Para Manuel da Cal, de la Federación Rural Galega, el territorio gallego "viene siendo agredido desde hace muchos años", y citó "la usurpación" de los montes vecinales con el franquismo, la plantación masiva de coníferas por parte del antiguo Icona, el anegamiento de algunos valles gallegos para la construcción de embalses, o el intento de "invasión masiva de celulosas" proyectadas entre los años 1975 y 1978. "La agresión al territorio rural de Galicia continúa, y para convencernos se hacen promesas de grandes inversiones y la creación de muchos puestos de trabajo, pero la única verdad es que los beneficios no quedan en manos de los propietarios de la tierra sino que en un 99 % se van para las grandes industrias", señaló Da Cal.

Por último, Santiago Llecha, en representación de Rede do Patrimonio do Monte Pindo, puso en valor el patrimonio histórico material e inmaterial que se esconde en los montes gallegos, e indicó que dentro de las áreas perimetrales de los parques eólicos actualmente en tramitación "hay un abundante patrimonio que permanece oculto e invisibilizado, mal estudiado y peor divulgado", dijo.

Llecha criticó que la Consellería de Cultura y la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta "no hicieron público los bienes catalogados en los perímetros de esos parques eólicos, haciendo imposible que las comunidades más próximas puedan defender su conservación". "Si no hacemos una moratoria eólica una buena parte de nuestra historia desaparecerá sin que el Gobierno que la tiene que proteger haya hecho nada", subrayó.