Detenido un grupo de albaneses que robaba en ostentosas vivienda de A Coruña, Cambre y Oleiros

En el marco de explotación conjunta de la Operación Scarpia II - Atena, desarrollada por el Equipo de Patrimonio de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de A Coruña y por el Grupo de Patrimonio 1 del Área de Investigación Criminal Metropolitana Norte de los Mossos d’Esquadra de la Comisaría de Granollers (Barcelona), procedieron a la detención de tres varones por su integración en un activo Grupo Criminal responsable de la comisión de numerosos delitos de robo con fuerza en el interior de viviendas, además de otros de robo de vehículo, hurtos de matrícula y falsificación de documento público.

La investigación comenzó a principios del mes de julio de 2021, como consecuencia del interés constante que los Equipos investigadores de ambos Cuerpos mantenían sobre la actividad delictiva desarrollada en la zona periurbana de las ciudades de A Coruña y Barcelona, detectando un incremento en los robos con fuerza cometidos en viviendas ubicadas tanto en urbanizaciones como unifamiliares de estas zonas.

En lo que respecta a la ciudad de A Coruña, se vieron afectados principalmente los municipios de Oleiros y Cambre, mientras que en las afueras de Barcelona, los robos solían producirse en urbanizaciones ubicadas en localidades del extrarradio de Barcelona, preferiblemente en horario de tarde-noche.

Ambos cuerpos llevaban sus investigaciones de forma paralela, sin embargo, como consecuencia de las gestiones practicadas en uno de los robos cometidos en Oleiros, se averiguó que el vehículo utilizado, pese a llevar colocada una placa de matrícula ‘doblada’, provenía de Barcelona, en donde había sido sustraído con sus llaves cuando se encontraba estacionado en el garaje de una vivienda que fue asaltada. Además, los autores se habían apoderado de una importante suma de dinero y joyas.

En la localidad de Argentona (Barcelona), los investigadores seguían la pista del grupo por un robo con fuerza donde además de joyas y otros objetos de valor, se habían llevado un vehículo. Una vez localizados empezaron un seguimiento para detenerlos, que los llevó hasta la frontera con Francia. El vehículo sustraído fue localizado al cabo de unos días en Italia.

Fue en ese momento cuando ambas investigaciones confluyeron y al tratarse de los mismos autores, a través del CITCO (Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado) ambos cuerpos decidieron continuar con la investigación de forma coordinada y conjunta.

EMPLEABAN VEHÍCULOS ROBADOS DURANTE SUS HURTOS PARA EL DESPLAZAMIENTO. Los ahora detenidos, de nacionalidad albanesa, se encontraban asentados en la ciudad de Barcelona, desplazándose periódicamente a su país de origen. Desde esta ciudad también viajaban continuamente hasta distintos puntos de la geografía nacional con el único y exclusivo cometido de realizar vigilancias previas o cometer los hechos delictivos en lugares que ya conocían.

Cada viaje tenía una duración de entre tres y cinco días y durante ese tiempo el número de viviendas asaltadas era variable, pero siempre apostaban por aquellas aparentemente más ostentosas, que podrían proporcionarles un mayor botín.

Se tiene constancia de que se habrían desplazado hasta la comunidad gallega, al menos en cinco ocasiones, cometiendo robos en viviendas ubicadas en las provincias de A Coruña y Pontevedra.

Para sus desplazamientos empleaban vehículos diferentes, sustraídos o comprados para su utilización expresa en estos hechos, de los cuáles se deshacían al término de la campaña, a los que colocaban placas de otros de idénticas características, lo cual impedía que pudieran ser detectados a su llegada, teniendo constancia de su estancia una vez ya se habían marchado, tras una meticulosa búsqueda y análisis de distintas bases.

Habitualmente elegían viviendas cuyos moradores no se encontraban en su interior. Eran extremadamente rápidos y sigilosos, pues en apenas cinco minutos ya habían conseguido acceder, cometido el hecho delictivo y abandonado la vivienda. En varias de ellas, a pesar de encontrarse a cierta altura, demostraron una alta preparación y profesionalidad en su actividad delictiva, escalando los metros necesarios hasta acceder a una ventana.

Una vez detenidos y practicado el registro domiciliario, el importe de objetos, joyas y dinero en efectivo supera los 700.000 euros, sin tener en cuenta los vehículos que sustrajeron de los domicilios para desplazarse a otras zonas. De estos, se pudieron recuperar seis.