División de opiniones entre los partidos gallegos ante el discurso del rey Felipe

Tan tradicional como el discurso del rey el día de Nochebuena es la posterior valoración de los partidos políticos a las palabras del monarca. Una crítica, previsible en la mayoría de los casos, que dejó aplausos en el espectro de centroderecha, algunas sombras a juicio de la izquierda y un mayor descontento entre los nacionalistas.

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, respaldó sin condiciones el mensaje de Navidad ofrecido por Felipe VI, que el BNG consideró “ridículo” y una oportunidad perdida, mientras que el PSdeG lo comparte aunque lo ve insuficiente. El PPdeG, por su parte, calificó de “valiente” la intervención real.

Felipe VI hizo el pasado jueves un llamamiento a los españoles para emprender un “gran esfuerzo nacional” a fin de vencer “el desánimo y la desconfianza” generadas por la pandemia y remontar de la crisis económica, en un discurso navideño en el que dejó a un lado el asunto de su padre, el rey Juan Carlos.

Para el presidente gallego fue un mensaje que “alienta” y demuestra “altura de miras” por su adhesión al compromiso ético que debe guiar a todas las instituciones. Por eso, concluyó que el monarca se mostró como “un Rey con todos y para todos, símbolo de la unidad y de la estabilidad que tanto necesita España”.

Feijóo reaccionó a las palabras del rey en unos mensajes en su cuenta oficial de Twitter, el los que afirma que “como demostró desde el primer día” Felipe VI volvió a evidenciar “altura de miras por su adhesión inquebrantable al mandato ético y al compromiso cívico que debe guiar a todas las instituciones, sin excepción”. Y destacó que las palabras de rey alientan “por su cercanía y compromiso”, en estos momentos difíciles, y por su llamada al encuentro en torno a la Constitución y sus valores.

Menos amable es la valoración del BNG, desde donde critican que el rey haya pretendido “despachar con una frase genérica”, sobre la ética que compromete a todos, “los graves y reiterados escándalos de corrupción de Juan Carlos de Borbón”, que “implican” al propio monarca.

Algo que para el diputado nacionalista en el Congreso, Néstor Rego, es “ridículo”, aparte de advertir de que el rey “perdió la oportunidad” de desligarse de esas “actividades corruptas”, así como de “desmarcarse de los propósitos golpistas de grupos de mandos militares que en el último mes le dirigieron diversas cartas amenazando la democracia”.

Rego cree que “en este caso, se hace bueno el dicho de que quien calla otorga” y si el rey “no se desliga y no desautoriza el contenido de esas cartas” es porque “concuerda con ellas”. Por lo que respecta a la defensa que Felipe VI hizo de la Constitución, la calificó de “llamamiento desesperado a salvar una Monarquía anacrónica y corrupta” y reiteró la postura del BNG a favor de “romper” con esta institución y apostar por una república gallega.

A su vez, el secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, afirmó que coincide con el discurso del rey, aunque echó en falta una mayor defensa del estado del bienestar, la igualdad y la necesidad de que “nadie quede atrás en la salida de la crisis”. Más allá del contenido, cree que la ciudadanía está más preocupada por la crisis y “los riesgos que aún persisten” que por el mensaje de Navidad del rey y recalcó que “ninguna familia o persona está por encima del Estado de derecho”.

Caballero coincide en que la crisis sanitaria, social y económica por pandemia constituye el principal reto que tiene por delante nuestro país, aunque cree que faltaron más referencias a la exclusión social, y también concuerda en la defensa que el rey hizo de la Constitución. Aunque puntualizó que la Carta Magna “puede incorporar mejoras y que hay espacio para abordar retos desde el diálogo y acuerdo político”.

Por su parte, el PPdeG tildó de “valiente” la intervención del monarca, según expresó el secretario general del partido, Miguel Tellado, quien alabó el carácter inspirador de las palabras de Felipe VI. Valoró la proximidad del mensaje y su sensibilidad con la situación que vive España, tanto en el ámbito sanitario como socioeconómico.