Cae la exportación de vino en Galicia y las hectáreas de cultivo
Repunta a 2,21 euros el precio medio del litro con indicación protegida y bajan los graneles
La importancia económica y estratégica de la producción vinícola gallega está en el punto de mira de la Xunta, que trabaja con el sector para sacar adelante un plan de dinamización.
El mundo vitícola gallego, según los datos del pasado año publicados por el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), registró una merma en la superficie de cultivo de 108 hectáreas, al pasar de 25.823 de 2017 a las 25.715 en 2018. Un -0,42%.
Volviendo la vista atrás, al año 2000, en el que la superficie plantada de viñas ascendió a 31.088 hectáreas, supone desde entonces una desaparición de 5.372 de plantación de vides en el mapa galaico.
En el terreno de la exportación, los caldos del país también perdieron fuelle. Así, de acuerdo con dicho informe, los 28,6 millones de litros colocados en el exterior en 2017, se quedaron en 20,4 la pasada campaña. En cuanto al valor de las ventas, bajó de los 50 millones de euros a los 45,1. El dato positivo está en que el precio medio aumentó de los 1,75 euros por litro hasta 2,21 en el bienio.
Por otra parte, el informe destaca el fuerte tirón que han registrado los vinos con denominación de origen protegida (DOP) frente a los vendidos a granel, que han caído en picado en el último lustro. El valor económico de los primeros sumó 28,1 millones de euros en la exportación y los graneles tan solo 1,9 en la pasada campaña.
Como mercados crecientes en exportación al exterior destacan Estados Unidos, Reino Unido, China y Canadá. Le siguen en ese ranquin de destinos países como Holanda, Méjico, Camerún y Francia.
BUQUE INSIGNIA. En el panorama exportador, la D.O. Rías Baixas es un ejemplo positivo en este terreno, contracíclico, pues cerró el pasado ejercicio con un aumento de ventas fuera de nuestras fronteras con un incremento del 9,3% en volumen y un 10,35% en facturación.
Esta indicación vendió más y más caro en los mercados internacionales. Cerca de 70 países gastaron casi 40 millones de euros en más de siete millones de litros de estos vinos durante el ejercicio 2018. Esta ventas han sido posible, gracias a que el Órgano de Control y Certificación del Consejo calificó un total de 25.562.695 litros, que permitieron atender a la creciente demanda tanto a los mercados internacionales como a nacional y local.
El año 2018 fue un buen ejercicio para el vino de España, ya que se confirmó, de nuevo, como el país con más superficie vitícola (969.000 hectáreas) y también como el más exportador, aspectos que en 2018 fueron acompañados por una producción al alza y, esto es más inusual, un consumo doméstico creciente. La producción de las bodegas españolas alcanzó los 44,4 millones de hectolitros durante la pasada anualidad, un crecimiento nada desdeñable del 38 % respecto a los datos del año precedente.