Casi 200 docentes se jubilarán en la USC en cinco años
Se puede incrementar la cifra, no reducir // La tasa de reposición fue del cien por cien en 2018
La jubilación de buena parte de catedráticos y profesores en las universidades es, a veces, un quebradero de cabeza, sobre todo en los últimos años, en los que la crisis no permitió renovar el mismo número de docentes que se retiraron.
La Universidade de Santiago de Compostela (USC) no es diferente a otras y sufre también las bajas, aunque ya no pasa las estrecheces de los momentos duros. La tasa de reposición se establece cada año en los Presupuestos Generales del Estado y el año pasado fue del cien por cien.
Las previsiones de jubilación de la institución cinco veces centenaria son de 195 personas en cinco años, hasta el 2023. Los cálculos están hechos sobre los docentes que llegan a su edad de jubilación forzosa, sin contar los retiros voluntarias, fallecimientos o excedencias, por ejemplo. De hecho, Ernesto González, vicerrector de Profesorado de la USC, explica que las previsiones se pueden incrementar, no reducir.
La tasa de reposición se puede estimar, dice, a partir de las bajas del año anterior -en 2018 fueron 53-, contando retiros, fallecimientos o excedencias, y todavía se puede incrementar con casos de profesores que tomaron posesión en un cuerpo universitario en 2018 y causaron baja en otro. "É unha especie de devolución de taxas. As persoas contaron como taxa de reposición no exercicio anterior e no seguinte demostrouse que non houbo incorporación dun novo efectivo", asegura el vicerrector de Profesorado.
El también catedrático de Filoloxía calcula que la base de reposición para 2019 sería la de los 53 que se jubilaron en 2018 y se incrementaría en 4 más por casos de este tipo, y añade que todas esas nuevas plazas serían para profesorado con vinculación permanente, pero con la distribución que la USC considere, no en las categorías de las bajas producidas.
Así, de las 195 jubilaciones forzosas que se darán entre 2019 y 2023, 41 corresponden a 2019, 25 a 2020, 37 a 2021, y por último 46 tanto en 2022 como en 2023. En cuanto a categorías, la de catedráticos es la más numerosa (103 en los cinco años), seguida de la de profesor titular (70), para ser más residual en el resto de las categorías entre los docentes (vease gráfico adjunto).
Ante la preocupación de que se jubilen muchos catedráticos, explica González Seoane que hoy la cátedra es un paso más en la carrera académica de una persona, no como antes, que era un elemento "estrutural", de organización. Y quiere ver en sentido positivo la "convulsión" que supondrán todos estos retiros, como una "oportunidade" para renovar y reequilibrar las plantillas.
En este sentido, apunta que "temos que aproveitar os aforros" que supone la jubilación de tantos docentes para invertirlos en capital humano y que el nuevo profesorado tome el relevo, "para levar á universidade a outra estación".
SINGULARIDAD
EL CASO DE MEDICINA La falta de reposición de docentes se hizo más aguda en Medicina en algún momento. Con un cuadro de profesores maduro, coincidieron más jubilaciones en el peor momento de la crisis, cuando no se podía renovar plantilla. Además, explica el vicerrector de Profesorado, hubo un problema "preocupante" que es único a esta facultad, que son las llamadas plazas vinculadas -son las plazas de profesores de Medicina que tienen actividad asistencial en sanidad-, una cuestión razonable ya que es lógico pensar que para que un profesor que imparte disciplinas clínicas sea buen docente, tiene que tener la práctica de ver pacientes. Y muchos de esos profesores tenían plazas vinculadas. Después de firmar un convenio con el Sergas se están dotando 4 plazas vinculadas cada año.