Cinco mil empleos más en riesgo se suman a los de la industria electrointensiva y forestal

Tormenta perfecta, tsunami o terremoto. Cualquiera de estas figuras podrían aplicársele a una importante parte de la industria en Galicia, que no atraviesa por sus mejores momentos. Por causas propias algunas, pero muy ajenas otras. Es el caso de las industrias que más dependen de la luz, las electrointensivas, que aguardan como agua de mayo en este abril un estatuto propio que les garantice viabilidad, estabilidad y futuro. Como no acaba de llegar, en esas plantas de Alcoa, Ferroatlántica y otras compañías tienen riesgo unos cinco mil empleos, según cálculos de la Xunta. Pero además está el peligro de que Ence cierre en Lourizán y diga adiós a Galicia, con lo que sumamos otra amenaza global sobre 5.100 ocupados más.

Pero no acaba aquí la negra sombra. Hacemos una consulta a los sindicatos Comisiones Obreras, UGT y CIG sobre las empresas que ven amenazadas y, sin contar con el impacto en el mundo de la madera y de las fábricas donde el coste de la electricidad constituye una soga, nos ofrecen un listado de una treintena de sociedades más donde la reestructuración de personal está sobre la mesa, podría ser planteada como salida e incluso protestan ya por ello en las calles. Además, coinciden las tres centrales mayoritarias en que se detecta un aumento en los conflictos colectivos en diversos ámbitos, desde la sanidad a la comunicación.

PROBLEMA MULTISECTORIAL. En el mundo de la energía nos encontramos con el anunciado apagado de la central térmica de carbón de Naturgy en Cerceda a finales de 2019. Meirama generaba unos cien empleos directos, y otros tantos en auxiliares y puestos de trabajo indirectos. También ligada a esta compañía están los 131 de Unitono Ourense -dedicada a la atención al cliente en San Cibrao das Viñas-, en peligro de deslocalización a Polonia... y a Cataluña.

La misma amenaza que pesa sobre Bosch Vigo, del mismo sector, con un expediente de empleo temporal en ciernes y al menos 600 de sus dos mil empleados fijos y eventuales como posibles víctimas de que Vodafone acabe trasladando a Sudamérica el servicio de contacto con sus clientes.

La intención de los dueños de Poligal, el catalán Group Peralada, de cerrar en Narón y trasladar fuera la producción amenaza -tiene plantas hermanas en Portugal y Polonia-, tras presentar concurso de acreedores, a unos 120 empleados, además de 65 empleos indirectos.

En la distribución encontramos el caso de Día, cadena de supermercados que avanzó que prescindirá, de entrada, de 108 de sus 900 empleados gallegos. La cifra podrá reducirse con recolocaciones propuestas.

MOTOR. En el sector de la automoción todavía dura el susto por el anuncio del fin de los motores de combustión a los que aspira el Gobierno. Tanto que los sindicatos revelan el ERE temporal en Faurecia Asientos de Galicia, que afecta a 400 operarios, junto a los 150 de GKN Driveline y otros tantos en dos auxiliares más como Gestamp o Borwarner.

ASTILLEROS. A pesar de que la patronal metalúrgica Asime anunciaba el pasado miércoles que sigue necesitando cubrir 2.000 plazas de trabajadores que no aparecen, uno de sus grandes actores, el naval, no está exento pese al buen número de contratos de pasar por problemas. Es el caso de Vulcano, que aunque completará el ferry para la naviera Armas después tendrá a sus 70 obreros -y otros tantos subcontratados- en vías de protagonizar un nuevo lunes al sol. En Ferrol también hay empresas que prestan servicios a Navantia con más de un millar de empleados en riesgo de desocuparse.

Otras firmas industriales citadas son Isowatt-Made, con 75 empleados, o GRI Towers O Carballiño, con 342, en huelga y que se manifestaron esta misma semana. La plantilla de la antigua Gestamp Wind Steel demanda "condiciones dignas de trabajo".

LARGA LISTA. En la información facilitada por las centrales aparecen los ERE de extinción como los de Levantina, en O Porriño, a sus 33 empleados; Maderas Iglesias, que en 8 años va a sumar diez regulaciones ahora a sus 200 trabajadores; Pili Carrera, con 29 despidos; y otras como DxC Technology A Coruña (71).