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María Victoria de Rojas // Editora del Grupo Ejecutivos

“Mentir es la única ‘verdad’ que permite estar en el Gobierno”

Cuando ejercemos el derecho a voto, no elegimos al candidato, sino a una formación. Y eso, “quizá tendría que formar parte de las cosas que nos debemos replantear. Hay muchos partidarios de crear listas abiertas y que los ciudadanos elijamos directamente a personas y no a siglas. Lo que sí tengo claro es que la clase política suspende en su gran mayoría y algo deberíamos hacer para que no pasara”

¿Cuáles son las razones que han motivado la propuesta de un Gobierno de consenso formado por los mejores expertos en España?
Porque queremos ganar esta guerra, no una única batalla.
Por supuesto que la prioridad es conseguir que la pandemia acabe siendo un mal recuerdo en nuestra memoria, pero para ganar una guerra hay que tener en cuenta otros muchos factores.
Estamos olvidando que luchamos para tener un futuro y ese futuro pasa también por no destrozar la economía de nuestro país en el mientras tanto. Por desgracia la gran mayoría de nuestros políticos carecen de experiencia en el mundo real mientras que en nuestro país contamos con una larga lista de personas que han demostrado ser los mejores en su sector. Este es el motivo fundamental por el que creemos imprescindible contar con expertos reales, con demostrada experiencia y conocimiento, en la toma de las decisiones que harán posible la recuperación económica de España, que no pasa tanto por las diferentes ideologías de uno u otro color, sino por saber gestionar.

¿Dónde están los Pactos de Estado? Parece que ahora las fuerzas políticas tienen que estar todas en desacuerdo por defecto.
Vivimos un momento único, nunca conocido con anterioridad, que haría imprescindible contar con un Pacto de Estado en el que todas las fuerzas sumaran en vez de restar. El problema fundamental es que nuestra historia demuestra que mentir parece ser la única verdad que permite mantenerse en el gobierno.
“Hacer lo que se dice. Decir lo que se hace”. Estas diez palabras resumen la guía básica de la credibilidad. Eso aportaría confianza, algo de lo que carecemos, y aquí incluyo también a la ciudadanía. Para conseguir un Pacto de Estado se necesitan grandes dosis de confianza y aquí nadie quiere arriesgar.
Existe una frase del siglo XIX que explica por qué es tan difícil llegar a uno y también por qué nosotros defendemos un gobierno en el que estén muy presentes nuestros expertos: el verdadero estadista piensa en las próximas generaciones, el político piensa en las próximas elecciones.

Buscan un gobierno que lidere un Pacto de Estado en Digitalización e I+D+i, “tan necesario para que España encare el siglo XXI con posibilidades reales de crear empleos de calidad”. ¿Por qué no se hace? ¿Por miedo, pereza o desconocimiento?
Llevamos ya mucho tiempo hablando de que aún desconocemos cómo van a ser los empleos del futuro, pero es que, además, la situación que ahora vivimos ha puesto sobre la mesa muchas otras cuestiones que nos debemos plantear muy seriamente. El tema de las vacunas o de los respiradores ha dejado muy claro que necesitamos invertir mucho más en investigación, por ejemplo. La cuestión del teletrabajo ha pasado de ser una opción a una necesidad, y no solo en las empresas, sino en la administración pública también. Pero todo este desarrollo no puede quedar única y exclusivamente en el tejado del sector privado.
El colapso que nos llega en muchos ámbitos de nuestra vida va a necesitar la unión de todos los actores. No se trata de llegar rápido, sino de llegar lejos y esto pasa por remar todos en la misma dirección.
¿Por qué no se hace? Yo diría más: ¿por qué no se ha hecho hace ya mucho tiempo? Son preguntas a las que desgraciadamente no puedo dar respuesta.

Ustedes creen en suprimir instituciones con competencias duplicadas, como las diputaciones. ¿Han pensando cuántos empleos se perderían? Y más allá de eso, ¿por qué?
Solo puedo contestar planteando nuevas preguntas: ¿Realmente se perderían o ganaríamos en eficacia? ¿De verdad necesitamos tener en España tantos cargos políticos y asimilados y tantos cargos de confianza para que el país funcione?
Resulta que el número de cargos políticos en España es mayor que el número de médicos, bomberos y policías juntos. En una situación tan dramática como la que vivimos, ¿quiénes son más necesarios?
Y dejo para otra ocasión hablar del coste de su mantenimiento y de las gravísimas diferencias entre lo que ganan unos y otros, de los privilegios, de las pensiones vitalicias….
Creo sinceramente, y eso es una opinión personal, que es el momento de replantearnos muchas cosas y construir un país con futuro.

¿Cómo le quitamos el miedo a la gente? Hablar de cambios en el empleo es algo complejo.
En Ejecutivos nos gusta hablar de “comunicación en positivo”. No hay que tener miedo ante el futuro, sino estar dispuestos a evolucionar. De eso se trata, de creer en nosotros mismos y en nuestras posibilidades.
No tengo ninguna duda de que saldremos adelante. El problema es el tiempo. La rapidez o lentitud en recuperar el ritmo de crecimiento dependerá de si el tejido empresarial puede trabajar junto al Gobierno o frente a él.
No va a ser solo el empleo, el cambio va a ser en la sociedad en general. Tendemos a ver en las crisis solo la parte negativa cuando pueden ser una magnífica oportunidad de transformación y aprendizaje. Deberíamos aprovechar esta oportunidad y crear una sociedad mejor en la que todos tengamos cabida.

Entre sus candidatos figuran Amancio Ortega, Juan Roig, Ana Botín, Álvarez-Pallete, Sol Daurella, Antonio Brufau, José Manuel Entrecanales, Antonio Garrigues, Rafael del Pino, Esther Koplowitz, Pilar López, Pablo Isla, Enrique Dans, Josep Borrell,... ¿Qué tienen en común para estar en esta lista?
Son solo una muestra de ese talento del que todos hablamos, seguro que nos hemos dejado en el tintero muchos otros que merecerían estar en la lista de ejecutivos de alto nivel con los que contamos en España.
En común tienen que son coherentes con lo que hacen, que han llevado a las empresas que gestionan a lo más alto del panorama no solo nacional, sino internacional también.

¿Qué cualidades ha de tener el ejecutivo del siglo XXI?
La principal de todas es la ética, luego vienen otras muchas más. Un ejecutivo tiene que ser un líder, una persona capaz de generar compromiso y crear equipos. Tan importantes son las aptitudes como las actitudes y tener muy presente que lo más importante para llevar adelante cualquier proyecto son las personas.

¿Han pensado en que no hay suficiente dinero para remunerar a estas personas? Deberíamos tener en cuenta que la figura del presidente del Gobierno y sus ministros no están bien pagados, están sobreexpuestos a la opinión pública y pierden lo más preciado, la libertad. ¿Cree que les valdría la pena?

No es una cuestión de dinero, es una cuestión de futuro. No creo que haya dinero suficiente en el mundo para pagar lo que están haciendo nuestros sanitarios en estos momentos, que no solo no están bien pagados, sino que se están jugando la vida por todos nosotros y, sin embargo, ahí están, dándolo todo.
Nuestra propuesta no pasa porque se conviertan en políticos, sino que el Gobierno les escuche antes de tomar decisiones.
En la historia de nuestra democracia hemos tenido ministros que se han ganado con creces el dinero que han recibido y mucho más que se les hubiera pagado. Pero también los hemos tenido que más valía no haber creado nunca los ministerios que dirigieron.

En el fondo, ¿este gobierno de emergencia nacional que demandan es una utopía?
Puede, pero todavía creo en aquello de: lo hicieron porque no sabían que era imposible.

19 abr 2020 / 01:02
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