Sexto recluso fallecido en los penales gallegos desde inicios de año: Pereiro se suma a la lista

Un varón de 45 años de edad que se encontraba ingresado en la cárcel ourensana de Pereiro de Aguiar se convirtió en el último preso fallecido en los penales gallegos. Es la sexta víctima mortal en lo que llevamos de año, según datos que contabilizan los funcionarios de prisiones en su campaña contra el Ministerio de Interior que tiene por norma no informar de este tipo de sucesos, como denuncian los representantes sindicales.

El último óbito se produjo durante la madrugada del pasado sábado ya que el cadáver fue localizado por el personal cuando realizaban el primer recuento del día. Al llegar a la celda descubrieron que su ocupante había fallecido a consecuencia de una sobredosis de sustancias estupefacientes, a la espera de la conformación por la autopsia.

De esta forma Pereiro de Aguir se suma a los recintos penitenciarios de Teixeiro, A Lama y Bonxe en la trágica estadística de muertes por distintas causas entre personas que cumplen condena.

En el penal coruñés se produjeron la mitad de los fallecimientos, todos ellos en menos de un mes. Esta negra lista se inició el 6 de febrero en Bonxe cuando uno de sus reclusos dejaba de existir a consecuencia de un cáncer incurable que padecía.

El 17 de marzo la tranquilidad de la cárcel pontevedresa de A Lama se vio sacudida por la muerte, todo apunta a que por causas naturales, de uno de sus internos en el interior de la celda que ocupaba.

Fue el 21 de abril cuando se iniciaba el periodo más trágico en Teixeiro (A Coruña). Un derrame cerebral ponía fin a los días de uno de los prisioneros. Cinco días después, también por causas naturales, fallecía otros de los reclusos y se cerraba el círculo el 15 de mayo cuando un preso peligroso que se encontraba en aislamiento prendió fuego al habitáculo en el que se encontraba con la intención de agredir a los funcionarios. Falleció a consecuencia de la inhalación de humo.