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El viaje definitivo del Alvia 04155: empieza a ser desmantelado

Técnicos de Adif, Renfe y Talgo desmenuzan sus entrañas por si hay componentes recuperables // El resto se destina a chatarra // Las unidades ya no están vigiladas.

El Alvia 04155 permanecerá para siempre en la historia, en la trágica memoria, ferroviaria de España. Era la unidad que circulaba entre Madrid y Ferrol el 24 de julio de 2013. Descarriló en la curva de A Grandeira, en Angrois, a unos tres kilómetros de Santiago de Compostela, una ciudad en fiestas. Todo el mundo sabe lo que ocurrió, y con la memoria viva en el recuerdo de las 80 víctimas mortales y los 144 heridos, solo quedan por escribir los dos últimos capítulos: el político con el cierre definitivo de una comisión de investigación en el Congreso que pasó por mil vicisitudes, y el judicial con la vista y la sentencia que depure las responsabilidades finales. Nada de ello aliviará a los afectados cuya herida no cicatrizará nunca.

Paralelamente, y tras la decisión del titular del Juzgado de Instrucción nº 3 de Santiago, los restos del Alvia 04155 empezaron a ser desguazados para que, con el paso del tiempo, no quede nada más que su memoria.

Levantada la tutela judicial los técnicos de Adif y Renfe dan los últimos detalles en las instalaciones de la empresa Grúas Estación, en Padrón, para desmantelar las unidades que permanecieron custodiadas, primero por la Policía Nacional y después por vigilantes de una empresa privada de seguridad, las 24 horas al día durante cuatro largos años. Estaban a disposición de los distintos peritos que, a instancias del juez, realizaron cuantas pericias fueron solicitadas por las distintas partes. Mención especial para la labor de José Manuel Lamela, ingeniero industrial y experto judicial que lo desmenuzó durante sus largas estancias en A Escravitude, donde reposaban los restos.

Ya se concluyó la instrucción y, como informó en su día, EL CORREO GALLEGO serán convertidas en chatarra para hacerlas desaparecer. Aunque su recuerdo perviva en la memoria.

Un fotógrafo de este periódico logró acceder en los últimos días al interior de estas unidades, tanto a las cabezas motrices (las máquinas) como a los vagones que componían el Alvia 04155.

El espectáculo, puede verse en las imágenes, sigue siendo sobrecogedor. La cabina en la que viajaba el maquinista con la mesa de mandos casi intacta o las distintas unidades de pasajeros, unas en las que prácticamente desaparecieron los asientos y en las que permanecen todavía prendas de los ocupantes, y otras en las que se mantienen en pie.

Más del 90 % de las 380 toneladas que pesaba este tren serán reducidas a chatarra mientras que algunos componentes o ya fueron recuperados o lo están siendo estos días para que los expertos puedan sacar conclusiones de cara a evitar nuevos siniestros en el futuro. Técnicos de Talgo, la empresa constructora del tren, revisaron pieza por pieza los restos y recuperaron aquellas que podrían servir, ya fuera para reponer en otras unidades, o para el estudio de las circunstancias de un accidente de esta gravedad.

El resto empezará a ser desmantelado y achatarrado para que se lo lleve la empresa que se hizo con el concurso abierto por la entidad ferroviaria.

Una decisión que no comparten las asociaciones de familiares de las víctimas. Uno de sus representantes, Jesús Domínguez, ya manifestó cuando se conoció la decisión del juez que "los restos deben quedar donde están hasta que se cumpla la petición de la Agencia Ferroviaria Europea de que se lleve a cabo una investigación independiente".

Andrés Lago, el juez instructor, no coincide con ellos y autorizó esa entrega argumentando que en el sumario "existe constancia fehaciente del estado en que se encontraba el tren en la fecha del accidente a través de abundantes fotografías y vídeos", y por medio de "suficientes pruebas periciales". A lo largo de estos más de cinco años se realizaron miles de documentos gráficos en todo tipo de soportes para poder desmunuzar en una investigación.

CUSTODIA JUDICIAL. En los días posteriores al grave siniestro ferroviario, el 24 de julio de 2013, las distintas partes del tren Alvia fueron trasladadas a los terrenos de la empresa Grúas Estación, en A Esclavitud-Padrón. Allí permanecen desde entonces por orden judicial a disposición de los peritos y técnicos que iban a realizar sus informes. Durante casi un año una dotación de la Policía Nacional vigilaba esos restos las 24 horas al día y nadie podía acercarse sin autorización del juez.

Fue en mayo de 2016, casi tres años después, cuando Renfe pidió al entonces juez instructor, Andrés Lago L­ouro (que había sustituido a Luis Aláez) recuperar los vagones y las máquinas con la intención de recuperar piezas que pudieran ser reutilizadas en otras unidades operativas. El magistrado compostelano rechazó esa posibilidad argumentando que el proceso estaba abierto y las partes podrían pedir la realización de alguna prueba en el elemento clave del accidente.

Fue el 1 de febrero de 2018 cuando Renfe volvió a presentar una nueva petición más ambigua: "Para darle el destino que los técnicos estimen conveniente en función de su estado". Y más de un año después se lleva a cabo.

CARACTERÍSTICAS DE LA UNIDAD S-730

Un tren muy polivalente

Desarrollo Las unidades S730 son una evolución de las S130 eléctricas fabricadas desde 2006, con el objeto de ser polivalentes. Así circulan por ambos anchos de vía -estándar de 1,435 metros e ibérico de 1,668- como por trazados sin catenaria o electrificados, y en éstos, bien con tensión de 3 kilovoltios continuos o con 25 kilovoltios alternos a 50 herzios.

Novedad Cuando se planteó mejorar la conexión ferroviaria a Galicia, mientras se contruía la línea de alta velocidad había dos opciones, electrificar la convencional por donde circulan hoy en día los trenes, o crear una unidad polivalente. Unos años antes, en Japón y Francia, se pusieron en marcha proyectos similares con éxito.

Reconfiguración Para adaptar el tren original S130 al nuevo modelo, se decidió transformar 15 de ellos (al final fueron 13). Para ello, se sustituyeron los coches de viajeros más cercanos a las cabezas tractoras por unos técnicos que llevan un alternador diésel y un déposito. Esto le permite generar electricidad en los tramos donde no existe una catenaria externa,

Datos En 2012 comenzó a circular este tren. Tiene 264 asientos y una plaza de movilidad reducida. Pesa unas 390 toneladas con el pasaje. Tiene una velocidad máxima de 250 km/hora en vía de alta velocidad; de 220 km/hora en convencionales electrificadas, y de 180 km/hora en modo diésel. Y mide 186 metros de largo.

09 jun 2019 / 22:49
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