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ENTRENAMIENTO. Efectivos de la Brilat se adiestran cubriendo largas distancias recorriendo el rural gallego // Esta semana cubren el Camino entre Pontevedra y Santiago en grupos armados y con todo el material de campaña// Mascarilla imprescindible y distancia de seguridad obligatoria TEXTO María Martínez

Ejercicios de apoyo a la población

Aproximadamente tres docenas de miembros de la Brigada Orgánica Polivalente Galicia VII, más conocida como la Brilat, se encuentran realizando estos días una serie de ejercicios tácticos de apoyo a la población en el trayecto que va desde la capital del Lérez hasta Santiago de Compostela teniendo como eje central el Comino Portugués. En estas pruebas de resistencia los militares de la Brilat, con todo sus armamento y cargando mochilas de entre doce y quince kilos de peso cada uno, caminan en formación siempre listos para acudir en apoyo a la población en un hipotético escenario de conflicto, tanto bélico como de cualquier otra circunstancia como pudiera ser una pandemia.

Recordar que durante el confinamiento estos militares destinados en la base de Pontevedra realizaron misiones de control y vigilancia en distintas ciudades y localidades gallegas para persuadir, con su presencia, la posible actuación de personas incontroladas.

En estos ejercicios de fortalecimiento los militares recorren largas distancias, entre 20 y 30 kilómetros diarios. El pasado lunes cubrieron desde su base hasta Caldas de Reyes y ayer lo hicieron entre esta localidad y el concello de Teo. A la largo de la jornada de hoy pretende completar el adiestramiento táctico en la capital gallega y sus inmediaciones.

Como se puede apreciar en la fotografías, los soldados de ambos sexos van con su armas y uniforme reglamentarios, así como los complementos con los que participan en las acciones que llevan a cabo en sus misiones en el extranjero. La Brilat es una de las unidades más apreciadas del Ejército español por su cualificación técnico-táctica y por la experiencia adquirida en sus estancias en las zonas calientes de Irak, Afganistán, Mali o Líbano.

El Plan de Instrucción y Adiestramiento de la Brigada Orgánica Polivalente Galicia VII, según consta en sus mandamientos contempla “todos los ejercicios habituales de cualquier gran unidad de Infantería Ligera. Este adiestramiento permite su utilización como Fuerza de Proyección con una disponibilidad muy alta, lo que la convierte en una Fuerza de primera respuesta dentro de la Fuerzas Ligeras. Todos estos ejercicios suponen para las unidades de la Brilat una media de aproximadamente, 100 días de campo al año”.

Esta unidad, en lo meramente militar “posee capacidades de defensa aérea, lucha contracarro, apoyos de fuego, y autonomía logística, que hacen que pueda ser empleada en todo tipo de operaciones de forma autónoma o encuadrada en una fuerza de carácter nacional o multinacional. Esta brigada cuenta con diversos sistemas de armas, así como con vehículos y materiales de última generación, sin embargo, su mayor activo es el personal, su formación, motivación y moral unidos a sus valores, el ejemplo, el liderazgo, la iniciativa y la cohesión del equipo haciendo de ello ese principal sistemas de armas”.

APOYO A LA SOCIEDAD CIVIL. Pero la historia de la Brilat se forja con su integración en el tejido social de Galicia. Fue en el año 2002 cuando los efectivos de esta unidad pontevedresa, tras el desastre del Prestige, se convirtieron en la punta de lanza, en la avanzadilla, de la marea blanca de voluntarios que acudieron a limpiar el chapapote de nuestras playas o impedir que alcanzara lugares de indudable interés natural. Los militares cambiaron armas por palas y con sus monos blancos, como el resto de personas, dieron un ejemplo de solidaridad.

A partir de esa fecha fueron requeridos para ayudar a la población cuando se producían inundaciones y se convirtieron en el principal elemento disuasorio contra los incendiarios participando en las operaciones Centinela cada verano en los montes gallegos para combatir la lacra de los incendios forestales.

Con la irrupción de la pandemia, los efectivos de la Brilat dieron otro paso al frente participando activamente en las labores de vigilancia de las calles de las ciudades, desinfectado todo tipo de instalaciones y ayudando en la limpieza de los hospitales o centros de salud y convirtiéndose en los rastreadores de infectados por COVID. Todo ello sin desatender su adiestramiento militar.

02 dic 2020 / 00:00
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