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sábado, 10 febrero 2024
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El fuego más grande de la historia de Boiro llega a las 2.000 hectáreas y deja un manto gris que convierte el día en noche

Más de 700 personas tuvieron que ser desalojadas del cámping Ría de Arosa y pasaron la noche del viernes en polideportivos // El humo inunda el Hospital do Barbanza

Noche negra para la comarca del Barbanza. Todos aquellos que decidieron desplazarse el viernes o el sábado hasta alguna de las numerosas fiestas que se celebraban en el entorno –las grandes festividades de Ribeira, por ejemplo– pudieron observar desde la autovía AG-11 o desde las carreteras comarcales cómo la cima del monte se teñía de rojo.

Una línea de llamas que definía bien su avance hacia Ribeira, ante las inclemencias del tiempo, con fuertes rachas de viento del nordés que llegaron hasta los 60 kilómetros por hora el viernes y que volvieron a levantarse ayer, a pesar de que parecía que durante el día no había soplado tanto. La escena daba pavor, tristeza y desolación. El fuerte olor a humo impactaba y en la zona se había hecho de noche antes de tiempo al encapotarse el cielo. En medio de las nubes de humo, una luna de sangre coloreada por las llamas.

El resultado de una madrugada (la del viernes) como pocas o ninguna se recuerdan en O Barbanza fue la ampliación de la superficie del incendio iniciado en la parroquia de Cures a nada menos que 1.200 hectáreas. Cabe recordar que a última hora del viernes estaba en las 400, por lo que a lo largo de la madrugada del sábado creció en nada menos que 800 más, convirtiéndose ya en un gran fuego (al superar las quinientas). Además, a lo largo del día, especialmente durante la tarde, siguió creciendo, llegando a las 2.000.

La situación dos de alerta por proximidad de las llamas a las viviendas del núcleo de Piñeiro se mantenía todavía activa al cierre de esta edición y los ayuntamientos colindantes, A Pobra y Ribeira, así como Porto do Son, se han visto también gravemente afectados por la propagación. En concreto, el fuego saltó al municipio a A Pobra por el monte Curota en la noche del viernes, entrando de lleno en Ribeira, arrasando con todo a su paso, sin piedad. Y en la tarde de ayer también asoló la zona de Porto do Son.

Y es que tras la llegada del ocaso, los medios aéreos tuvieron que cesar su trabajo y eso complicó aún más la situación. De Boiro el fuego pasó, sin remedio, a las otras localidades y, por el camino, obligó a desalojar el cámping Ría de Arosa 2, en la parroquia de Oleiros, donde se alojaban 700 personas que tuvieron que recoger sus pertenencias de inmediato y dejar las instalaciones ante la amenaza de que el fuego penetrara en el perímetro del recinto, como así lo hizo finalmente.

Con anteriodad ya se habían cortado los accesos al monte de A Curota y también se pidió a los moradores de algunas viviendas unifamiliares que las abandonaran. Además, en la mañana de ayer también se cortaron los accesos a las piscinas naturales del río Pedras, muy frecuentadas por los bañistas en esta época. También en A Pobra se vieron cercados varios establecimientos hoteleros en el núcleo de Entrerríos, entre ellos unas cabañas de madera y una casa de turismo rural.

Más evacuaciones se dieron en el lugar de Oleiros, donde las autoridades municipales recomendaban dejar algunas zonas y habilitaron polideportivos para acoger a quienes decidieran trasladarse a un lugar más seguro. La mayoría de los desplazados se hospedan en A Fieiteira y Palmeira, unos 300.

No muy lejos de las llamas, en el Hospital Comarcal de O Barbanza, en Ribeira, sobre la una de la madrugada del sábado empezó a llegar el humo del monte quemado. El miedo cundió entre el personal del hospital y, durante la noche, se avisó a los diferentes conductores de ambulancia con los que trabaja el centro por si fuese necesario proceder a una evacuación de emergencia.

Afortunadamente, según comentan algunos vecinos conocedores del lugar, en la zona de Moldes hay una superficie amplia, rodeando el centro hospitalario, sin árboles ni vegetación, por lo que el único problema como tal sería la llegada del humo con la fuerza del viento. Por eso se descarta la llegada de las llamas y la evacuación de emergencia.

En la AG-11, lo que parecía que iba a ser una jornada veraniega más de desplazamientos turísticos hacia las playas de la ría de Arousa, pues el día amanecía más claro de lo esperado, terminó por convertirse en una humareda que los coches atravesaban con muy baja visibilidad. Se había hecho de noche siendo de día y brillando un sol deslumbrante en muchas otras zonas de Galicia.

En la zona se encuentran luchando contra las llamas tres técnicos, 45 agentes, 87 brigadas, 40 motobombas, cuatro palas, 12 aviones y nueve helicópteros, además de efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME). Y los refuerzos por la AG-11 no dejan de llegar, con decenas de vehículos de extinción escoltados por las autoridades policiales desde primeras horas de la mañana del sábado y también de madrugada. Esta última noche aterrizaron en la zona otros nueve equipos de la UME.

Y por sacar algo positivo dentro de todo lo negativo de este desastre natural, cabe decir que tal y como apuntaron expertos en la zona a EL CORREO, parece que el fuego ya se está controlando y que los focos que quedan, aunque son muchos, son ya más pequeños. Con la zona alta de la sierra del Barbanza ya consumida, al fuego le queda la ladera. La principal zona de preocupación es ahora el monte de San Isidro y los de Santa Cruz, y el lugar de Entrerríos.

ley de protección, derechos y bienestar animal
Habrá que evacuar animales

··· El Consejo de Ministros ha dado luz verde al Proyecto de Ley de Protección, Derechos y Bienestar de los Animales, y entre las novedades que afectarían especialmente a Galicia, se encuentra la necesidad de que los planes autonómicos de emergencias cuenten con los animales y diseñen un modo de evacuación y atención sanitaria cuando sea necesario. En la última ola de incendios numerosos ganaderos aseguraron que por falta de medios tuvieron que dejar atrás a sus animales y otras personas salieron de sus casas sin mascotas.

gravedad de la situación
El incendio cuatriplica ya la superficie quemada en 10 años

··· Boiro es uno de los municipios gallegos que el Plan de Prevención y Defensa contra los Incendios Forestales de Galicia (Pladiga) incluye como ayuntamiento de alto riesgo de incendio. De hecho, es la parroquia de Cures, en la que se inició el fuego actual, la que entraña mayor riesgo. Con todo, la superficie quemada en los últimos diez años se queda muy pequeña en comparación con las hectáreas que ya han sido arrasadas hasta ahora: 337,08 frente a las más de 1.200 actuales. Y todo ello teniendo en cuenta que esas casi 340 hectáreas se sumaron durante, como mínimo, 42 incendios declarados en los últimos cinco años.

4 días

faltarían para que llegasen las lluvias hasta la costa gallega. Más en concreto, sería durante la noche del miércoles al jueves cuando el municipio de Boiro vería caer gotas (no muy abundantes del cielo). El peligro es que vendrán con rayos.

17 / 26 ºC

son las temperaturas mínimas y máximas que se esperan en Boiro para la jornada de hoy. Esto supone una caída importante de los termómetros, especialmente durante la noche, que podría contribuir a contener el avance de las llamas, aún lejos de extinguirse.

Ya no hay riesgo para las casas en Verín ni en Caldas, pero sí en Ponte Caldelas
El gran foco ourensano que arrasaba todo a su paso consiguió estabilizarse en la tarde del sábado, en 600 ha.

Santiago. Más allá de Boiro, también el resto del territorio gallego sigue consumido por las llamas. Continúa la preocupación por el incendio declarado en la parroquia de Saiar, en el municipio pontevedrés de Caldas de Reis, y que afecta también a Vilagarcía de Arousa, donde tuvieron que ser desalojadas 35 viviendas en la jornada del viernes. Este fuego, sumado al de O Barbanza, hace que a ambos lados de la ría de Arousa se vea el color anaranjado y el gris del humo que cubre el cielo.

Pese a todo, desde la Consellería de Medio Rural aseguran que el incendio de Caldas “evoluciona favorablemente” y ya se desactivó a primera hora de la mañana de ayer la situación dos de alerta por proximidad de las llamas al núcleo poblacional de A Porteliña. Por el momento, la superficie estimada es de 450 hectáreas, y no parece avanzar gracias a las tareas de seis técnicos, doce agentes, 45 brigadas, 37 motobombas, cinco palas, dos unidades técnicas de apoyo, siete aviones, diez helicópteros y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

También en la provincia de Pontevedra, se registró un fuego alrededor de las siete de la tarde del viernes en el municipio de Ponte Caldelas, que calcinó ya unas 300 hectáreas y por el que la Xunta se ha visto obligada a activar la situación dos de alerta como medida preventiva por proximidad del fuego al núcleo poblacional de Canicouva, en el ayuntamiento de Pontevedra. Trabajan para tratar de controlarlo cuatro técnicos, seis agentes, 24 brigadas, 21 motobombas, tres palas, tres aviones y tres helicópteros.

Por otra parte, dentro de la provincia los incendios de Arbo permanecen controlados. En concreto, el declarado en la parroquia de Mourentán quedó bajo control a las once de la noche del viernes, con una superficie afectada de 400 hectáreas. Mientras el de la aldea de Barcela, que entró desde Portugal, calcinó unas 82 hectáreas.

Asimismo, no hay que olvidarse del otro gran fuego gallego que la pasada semana dió la señal de alerta sobre el inicio de otra gran oleada: el de Verín. Cabe recordar que fue un incendio totalmente provocado, como evidenciaba su inicio en más de diez focos prendidos de manera simultánea. La superficie arrasada desde el pasado miércoles sigue inamovible en las 600 hectáreas y a última hora de la tarde de ayer logró estabilizarse y mantenerse fuera del riesgo para la población.

Así que, afortunadamente, después del gran susto y de los destrozos naturales y materiales, las llamas están cercadas. Con todo, por continuar activo, siguen desplazados al lugar un gran número de efectivos: nueve técnicos, 38 agentes, 85 brigadas, 43 motobombas, cuatro palas, un tractor, una unidad técnica de apoyo, doce aviones, doce helicópteros y efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

También en la provincia de Ourense, en A Mezquita, continúa controlado el incendio forestal declarado en la parroquia de O Pereiro. Según las últimas estimaciones, ha calcinado unas 150 hectáreas. á.p.

06 ago 2022 / 22:42
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