El nacimiento de un grito que se hizo viral: Nunca Máis
El movimiento canalizó la respuesta social a la cuestionada gestión de las administraciones
Muxía. La cuestionada gestión de la tragedia, por parte de los responsables políticos y de las principales administraciones con responsabilidade en la materia, desencadenó una ola de respuesta social que, tan solo dos días después del hundimiento del Prestige, el 21 de noviembre e 2002, se canalizó a través de la Plataforma Nunca Máis, que demandaba más medios para abordar las consecuencias de la marea negra y también responsabilidades políticas y judiciales.
A dicha plataforma fueron adhiriéndose organizaciones de toda índole, y Nunca Máis se convirtió, no solo en el grito más escuchado durante meses en las calles, sino también en un movimiento cívico de protesta y de acción.
El 1 de diciembre de 2002 unas 250.000 personas enarbolaron en Santiago de Compostela la bandera gallega teñida de negro con el lema Nunca Máis. Fue el despegue de una movilización social que se reproduciría en los meses siguientes.
Cinco días después, el 6 de diciembre, miles de gaiteiros hicieron sonar sus instrumentos en la compostelana Praza da Quintana y el día 28, las playas de A Coruña se llenaron de cruces negras.
Vigo acogió otra de las grandes manifestaciones el 6 de enero de 2003. Unas 200.000 personas se sumaron a una “cabalgata” alternativa contra el chapapote. También estudiantes y profesores se unieron el 22 de enero para formar una cadena humana de decenas de kilómetros por las playas y acantilados de Costa da Morte.
Conciertos simultáneos por toda Galicia, el 1 de febrero, y otra multitudinaria manifestación con maletas por las calles de A Coruña, el día 9, fueron escenarios de visibilización del malestar ciudadano. Y el día 23, Nunca Máis reunió en Madrid a unas 300.000 personas, y en junio, el día 14 de junio, llevaron las protestas a Bruselas. Aún hoy resuena el Nunca Máis. J. M.