El naval vigués para y reclama seguridad tras el último accidente mortal

Trabajadores de los astilleros y de empresas auxiliares de la ría de Vigo han parado y se han manifestado este martes por las calles de la ciudad para reclamar seguridad laboral y una nueva reunión del sector a raíz del último accidente laboral con resultado mortal.

Se trata de un operario de 53 años que estaba reparando un barco en el muelle de la armadora Pereira y al que le cayó encima una compuerta.

Diferentes marchas han partido de los centros de trabajo y han confluido en el cruce de los bancos, entre Policarpo Sanz y Colón, y desde allí se ha dirigido en una sola manifestación ante la delegación territorial de la Xunta.

Más de un millar de personas, ataviadas con mascarillas, muchos con su indumentaria de trabajo, han participado en la concentración, en la que se ha guardado un minuto de silencio, y que ha concluido ante las oficinas de la Autoridad Portuaria de Vigo para reclamar la dimisión de su presidente, Enrique López Veiga.

El motivo, sus "trabas" a la continuidad de la actividad naval en las instalaciones de factoría Vulcano.

Antes, delegados de CIG, UGT y CCOO han coincidido en reclamar la convocatoria de una reunión con representantes de empresas, sindicatos, trabajadores, administración del sector y de los servidos de inspección de trabajo, para abordar no solo la seguridad, sino las condiciones laborales en general.

Han recalcado que si las condiciones laborales del sector son "precarias", las de la reparación naval son directamente "la selva", lo que se acaba traduciendo en episodios funestos como el de este lunes, con la muerte de un operario en el puerto de Vigo.

Un representante de CIG, César Rodríguez, ha enfatizado que éste "no es un hecho puntual", sino que los accidentes laborales "se están dando a menudo, mucho más de lo que parece".

"Parece que solo hay problemas cuando, por desgracia, muere un compañero", ha lamentado Rodríguez, quien ha denunciado una reiteración en la "vulneración del convenio" que se está dando en los centros de trabajo.

Un miembro de CCOO, Celso Carnero, ha criticado que casi hayan pasado diez años desde la última convocatoria de la mesa del naval, lo que ha achacado a la política de la Xunta de "no intervenir en los sectores y dejarlos morir".

"Así no vamos a ningún lado", ha proclamado Carnero, quien ha lamentado que a las empresas se les esté "dejando hacer lo que quieran".

Por su parte, un representante de UGT, Rubén Pérez, ha hecho votos por que ésta sea "la última vez que haya que salir a la calle" por el fallecimiento de un compañero, y ha juzgado "imperdonable" que las partes no se puedan sentar en una mesa y ponerse de acuerdo sobre la prevención y la salud laboral, y que la Xunta "mire para otro lado".

"Lo más preciado que tienen las empresas son sus trabajadores. Ninguno debería tener la incertidumbre de volver a casa después de una dura jornada laboral", ha concluido.

VIGO. EFE