El rebote veraniego del 14,6 % no evita la caída del PIB anual

El coronavirus nos robó casi enteros más de la mitad de marzo, abril, mayo y junio. El PIB gallego cedió un 3,8 % interanual el primer trimestre y un 17,9 % el segundo. Tras un confinamiento y una hibernación productiva inéditas en nuestra historia moderna, se instauró de cara a los meses de verano la esperanza de haber controlado la pandemia. De la peor de las formas, con más contagios, muertes y sobresaturación de nuestros profesionales sanitarios, descubrimos que no.

A cambio, la economía certificó las ansias de volver a una normalidad, que nunca será la tan añorada que teníamos antes de esta calamidad, pero que propició que el PIB de Galicia experimentase un rebote del 14,6 % entre julio y septiembre en comparación al segundo trimestre. Una evolución inferior a la estatal, donde el avance estival fue del 16,7 % intertrimestral.

¿Nos sacó eso de pobres? Pues no, seguimos lejos, muy lejos... aunque en este caso menos que en toda España, donde la economía se movió un 8,7 % por debajo de las cifras del tercer trimestre del año pasado, aquellos cálidos meses sin mascarillas donde todavía estábamos hasta la bandera de turistas y acudir a un bar, cafetería o restaurante no se consideraba una actividad de riesgo. El sector más afectado, el del comercio y la hostelería, que ha perdido en nueve meses 1.940 millones de euros y 22.200 empleos en los primeros nueve meses de este calamitoso curso.

En la comunidad gallega se echó en falta a cientos de miles, de visitantes, incluidos los menguantes peregrinos. Por la menor actividad, vimos cómo al cierre de septiembre el PIB descendía, según la tasa de variación anual facilitada por el Instituto Galego de Estadística (IGE) un 6,2 %.

Pero... ¿qué representan en número redondos dichas evoluciones? Si acudimos al producto interior bruto medido a precios corrientes, con homogéneos –se corrige la estacionalidad y el calendario, equiparando festivos–, veremos que el verano de 2019 Galicia alcanzó los diecesiséis mil millones de euros.

En el mismo periodo de este pandémico año bajan a 15.171,6 millones. En tres meses se volatilizaron 866 millones. La recuperación frente al segundo trimestre resulta notable, pues el PIB a precios corrientes se despeñó entonces hasta los 13.186 millones.

Según comunicó la Consellería de Facenda, el PIB gallego volvió a registrar así una mejor evolución, ya que en el segundo trimestre, en plena pandemia, la economía gallega descendió un 14,4 % intertrimestral, un descenso que resultó ser 3,4 puntos inferior al registrado por el conjunto de España (-17,8 %).

Según los componentes, desde el punto de vista de la demanda durante el pasado verano el gasto en consumo final disminuyó un 4,6 % en comparación con el mismo trimestre de 2019, y la formación bruta de capital, también conocida como inversión (pública y privada) bajó un 9,2 %.

La demanda externa fue quien impulsó al conjunto, con las exportaciones de bienes y servicios repuntando un 0,9 % y las importaciones de bienes y servicios un 2,4 %.

En lo que respeta a la oferta, todos los sectores registraron tasas de variación anuales negativas. El sector primario desciende un 3,6 %, el industrial baja un 3,7 %, los servicios disminuyen un 5,5 % y la construcción un 9,3 %.

Laboral. Las cuentas económicas trimestrales del IGE muestran que el empleo –en términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo– cayó un 4 % (-5,5 % en España) en el tercer trimestre frente a julio-septiembre de 2019. Si en las mismas fechas había 1.016.697 ocupados el año pasado, cayeron en casi cuarenta y un mil este ejercicio, a 975.742. Bastantes más, sin embargo, que los 793.113 contabilizados a finales del segundo trimestre. En asalariados, los 864.060 de 2019 se redujeron a los 829.036.

Las ramas de actividad en las que más bajó el empleo total fueron las relacionadas con el comercio, transporte y hostelería (-7,8 %), a 262.493 empleos; construcción con 71.106 (- 6,9 %); y actividades artísticas, recreativas y otros servicios (- 6,3 %), a 70.865.