El sector del ocio infantil pide seguridad
El mes de septiembre parece ser el objetivo, el momento en que los centros educativos y escuelas infantiles volverán a abrir sus puertas y permitirán, al menos en parte, que la conciliación de las familias entre en una especie de normalidad. Hasta entonces, solo queda esperar y buscar soluciones que no parecen satisfactorias para nadie. Mientras tanto, decenas de empresas dedicadas al ocio y tiempo libre infantil ven peligrar sus negocios. Entre la espada y la pared por la necesidad de retomar la actividad, la falta de protocolos y directrices para hacerlo, la desinformación y el miedo.
Con el paso de las fases de desescalada y la inminente llegada de la nueva normalidad, cada vez cala más la idea de que los menores son los grandes olvidados. Y con ellos sus familias. No fue hasta el BOE del sábado 30 de mayo, con la flexibilización de las condiciones de la fase 3, que el Ministerio de Sanidad incluyó la posibilidad de realizar actividades de tiempo libre para la población infantil y juvenil. Hasta ese momento, ninguna mención.
Pero el sector del ocio infantil es mucho más los campamentos de verano. Por este motivo, un grupo de empresas radicadas en Galicia especializadas en este tipo de actividades se reunió en Santiago esta misma semana.
David Neira, alias Zas, uno de los portavoces, explica que la cita sirvió para organizar una “plataforma de trabajo” de este grupo de empresas. Se dieron cita alrededor de 25 responsables de negocios gallegos de todos los ámbitos del ocio infantil. Los conocidos como parques de bolas, de cumpleaños, organizadores de campamentos de verano o temáticos en cualquier época del año, de animación de eventos como primeras comuniones o bodas, actividades en el rural, conciliaciones, etc.
El motivo prinicipal de esta reunión fue “que el colectivo sea valorado en el momento actual”. Quieren que “la administración nos tenga en cuenta y nos escuche” a la hora de decidir los pasos a dar, y “le ofrecemos nuestra ayuda para elaborar protocolos específicos”. Ellos ya han dado el primer paso contratando a expertos en prevención de riesgos laborales, “para elaborar un protocolo propio de actuación, tanto para el personal como para los clientes”, que, no debe olvidarse, con niños y jóvenes.
lo primordial es la seguridad de los menores “Se nos indica que podemos abrir, pero no olvidemos que trabajamos con un colectivo infantil y que lo primordial es su seguridad , por ello esta situación genera muchas dudas, como el uso de mascarillas y a qué edades, las medidas, los productos de limpieza... debemos cuidar de nuestros pequeños y pequeñas y como empresas dedicadas al ocio infantil si abrimos queremos que sea con garantías y respaldo administrativo”, indican en una nota de prensa.
Neira explica los que peor lo están pasando son los que su negocio se basa en un lugar físico de ocio, “la mayoría”, ya que las restricciones actuales de aforo y la distancia de seguridad hacen muy difícil que muchos de sus negocios sean rentables, y menos aún en el ámbito de los menores de 6 años.
Por ello, además de demandar que la Administración gallega, con competencias desde que la comunidad está en la fase 3, los vea como interlocutores en el tema, recuerdan que “nos encontramos apenas sin ayudas y sin poder abrir con unas garantías, muchos tenemos alquileres muy altos y seguros y la situación nos lleva a la bancarrota. O conseguimos que se nos tenga en cuenta en ayudas específicas, o no podremos subsistir a esta situación”, rematan.