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El superior de Mazaira considera que la curva de Angrois se ajustaba a la norma

Vilariño declaró que el informe sobre la peligrosidad en este punto no lo vio como una cuestión de seguridad // Lluch, cargo de Renfe, dijo que no había más denuncias

En la undécima sesión del juicio por el accidente del tren Alvia celebrada este miércoles y que arrancó con una hora de retraso por problemas técnicos con la grabación de las sesiones, el tema central fue el correo electrónico enviado por el jefe de maquinistas Iglesias Mazaira en el que alertaba sobre el riesgo de la curva de A Grandeira, donde descarriló el tren.

Testificó José Luís Rodríguez Vilariño, superior directo del jefe de maquinistas Iglesias Mazaira, quien en su momento le había comunicado ese riesgo para transmitirlo a la comisión de seguimiento.

“Consideraba que había un punto crítico pero no soy experto en riesgos”, dijo Vilariño. A mayores, con respecto a la pregunta del letrado que lo propuso de si habría que instalar ciertas señales de aviso antes de llegar a la curva declaró: “No soy experto en seguridad”.

Al fiscal Mario Piñeiro le dijo que solo recibió esa comunicación alertando sobre esa sugerencia de señalización de limitación permanente a 80 kilómetros por hora para facilitar el cumplimiento de las velocidades máximas. “Yo lo ví como un tema técnico y productivo y no como una cuestión de seguridad. El informe no transgredía ninguna norma”, sostuvo.

Al respecto, explicó que en el cuadro de velocidades máximas y en el libro horario iba explicado al maquinista cómo tenía que circular. En ese momento, tampoco le pareció relevante “al punto que se ve ahora”.

Aseguró, además, que no se debatió en la comisión este último punto del informe de Mazaira porque no estaba presente un representante de Adif.

A los quince días de la puesta en marcha de la línea 082 Mazaira había enviado el escrito a Vilariño. En respuesta a las preguntas de un abogado de las víctimas, quien le mencionó que Mazaira había recibido como contestación sobre su solicitud de que no se podía hacer nada porque suponía un cambio normativo, aseguró Vilariño que él no se la dio.

Sostuvo el testigo que esa propuesta le correspondería evaluarla a Adif, y al respecto recordó que había leído que ese aviso se había transmitido a la entidad.“Al verse que era un punto crítico lo que estaba en manos de Renfe era tomar la decisión de reforzar la formación al maquinista”, incidió.

En aquella época el testigo gestionaba media distancia y “no tenía contacto con los formadores de larga distancia”, según apuntó a la abogada del Estado, Adela Álvarez.

A la pregunta de si un maquinista formado en la línea con el libro horario en el que se indican las velocidades máximas estaba apto para circular, respondió tajante que sí. “El libro horario es esencial”, afirmó.

A mayores, aseguró que “ningún maquinista me consta que haya hecho el más mínimo escrito”, responde a Adela Álvarez con respecto a línea por la que circulaba el Alvia.

La defensa de Adif le preguntó cómo actuaría si viera una situación de riesgo que afectara a la seguridad de la circulación y de los viajeros, y en concreto si lo remitiría a las comisiones de seguridad en Renfe. “Lo transmitiría y es además es una obligación”, apuntó Vilariño.

Más adelante detalló al abogado del maquinista imputado que el refuerzo de la formación sobre los puntos críticos de la vía fue a los maquinistas de media distancia, y desconoce si se le dio a los de alta velocidad –donde estaba incluído el maquinista imputado, Franciso Garzón– “porque no estaban bajo mi jurisdicción”.

Vilariño consideró que el salto de velocidad para entrar en la curva de Angrois es un “punto crítico”, pero que “se ajustaba a la normativa”. Al respecto, se le preguntó sobre las posibles medidas existentes para atajar el riesgo de velocidad en la curva de A Grandeira a lo que respondió:”no soy experto en seguridad”.

otro cargo de renfe: sobre el correo de mazaira: “no es una denuncia en materia de seguridad” A posteriori se sentó en el banquillo para declarar Ángel Lluch, exmiembro del equipo de la gerencia de seguridad en la circulación de Renfe Viajeros, quien aseguró al abogado del maquinista acusado, que no recibió el correo de Mazaira sobre el riesgo de la curva. Con otra abogada de las víctimas fue más preciso: “No tengo constancia de haberlo recibido”.

A la abogada de Adif le confirmó que “no le constaba que hubiera denuncias sobre la curva de Angrois” y sobre el contenido del correo de Mazaira, que lo leyó a posteriori por las causas de la investigación, no entiende que sea “una denuncia en materia de seguridad”.

“¿Qué debería de haber hecho un maquinista que se considera desprotegido ante un riesgo de la curva?”, le preguntó la letrada. En suc aso, aseguró que “hubiera cumplimentado un parte de incidentes y hubiera seguido la solución”.

Sanz Cerezo: “Cortabitarte no tenía la competencia de evaluación de riesgos”
La exsecretaria del consejo de Adif afirmó que solo podía aplicar o interpretar normas

Santiago. La primera testigo en declarar este miércoles fue María Rosa Sanz Cerezo, en su momento secretaria del consejo de administración de Adif y directora general de recursos humanos, quien se encargaba de hacer una supervisión jurídica; la normativa técnica no la controlaba ni tampoco su aplicación.

En respuesta a las preguntas del abogado de las víctimas que la propuso, explicó que cuando sucedió el accidente Cortabitarte no tenía una relación de dependencia orgánica ni funcional respecto a ella. Además detalló que en julio de 2014 dejó de prestar su actividad profesional en Adif.

Sanz Cerezo confirmó que las competencias de seguridad en la explotación de la vía accidentaba estaban delegadas en Andrés Cortabitarte, pero que el alto cargo, procesado en el juicio, tenía que actuar conforme al reglamento general de circulación y la normativa técnica. “En sus funciones no tenía explícitamente la competencia de evaluación y gestión de riesgos”, afirmó.

Aseguró la testigo que no le constaba que Cortabitarte hubiese autorizado la desconexión del ERTMS en el tren. “De esa circunstancia tuve conocimiento después del desgraciado accidente. Es una decisión de tipo técnico y operativo que no se pone en conocimiento del consejo de administración”, explicó.

El abogado del maquinista acusado pidió que se exhibiera en la sala el documento sobre el procedimiento de certificación del cumplimiento de las condiciones exigibles en materia de seguridad en la circulación del subsistema de control, mando y señalización para mostrar que había sido aprobado por Cortabitarte. La testigo había asegurado que Cortabitarte solo tenía capacidad para aplicar e interpretar las normativas. l.rey

17 nov 2022 / 01:00
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