El talento que regresa para establecerse en Galicia

La emigración es un fenómeno que ha marcado y definido sustancialmente la historia reciente de Galicia con dos movimientos migratorios masivos, uno a América entre el final del siglo XIX y el albor del XX y otro, principalmente entre el 1950 y el 1970, con el continente europeo como destino preferente. Más recientemente y como resultado de la crisis financiera de 2008, un gran número de jóvenes gallegos decidieron emprender el mismo camino que sus padres y abuelos en busca de unas salidas laborales que en su tierra se les negaban.

El Ejecutivo gallego sabedor de la necesidad de saldar una deuda que es histórica, se propuso en el año 2017 poner en marcha un plan para favorecer el regreso de aquellos gallegos (o descendientes de ellos) que deseasen continuar su formación o explorar nuevas oportunidades laborales, fue la Estrategia Galicia Retorna 2018-2022. Fue “todo un éxito” en palabras de alguno de los beneficiados, y los datos no mienten ya que más de 28.000 gallegos, nativos o descendientes, pudieron regresar a sus orígenes.

Uno de ellos es Marcos Ferreira es un hijo y nieto de esa Galicia que se tuvo que buscar el pan lejos de su tierra. Sus abuelos lo hicieron en Sudamérica, mientras que sus padres emigraron a Suíza. Allí, donde los gallegos eran una mano de obra poco cualificada y dedicada a los trabajos manuales ya que “non coñecían o francés nin o alemán”, nació él.

La morriña, y quizá también esa dificultad de sus padres para adaptarse al entorno hizo que la mayoría de su juventud la pasara en Galicia, donde estudió y comenzó a a especializarse en un campo muy novedoso, el de las publicaciones digitales que comenzaban a coger pujanza pero que en España carecían todavía de desarrollo, lo que lo llevó al Reino Unido junto a su familia, donde se continuó formando y llegó a trabajar incluso en la casa editorial de mayor reconocimiento en el Reino Unido y una de las más prestigiosas a nivel mundial, la Oxford University Press, dependiente de la universidad de aquella ciudad inglesa.

A finales del 2018, cuando el fantasma del Brexit comenzaba a pulular sobre el panorama político británico, Ferreira se convenció de que era el momento de tomar el camino de vuelta; “tiña claro que alí non era o lugar onde quería que se criase a miña filla”.

Tras su retorno, y ya en 2020 accedió a la ayuda Retorno Emprendedor para montar su propia empresa en el campo del XML y como marcador semántico de publicaciones científicas en Santiago de Compostela. Hoy tres años más tarde cuenta ya con seis trabajadores, alguno de ellos también emigrante retornado.

“Estas axudas estiveron moi ben, volveu a Galicia, xente moi ben formada e con experiencia. É un acerto que se saquen de novo”, zanja un Marcos al que no le cabe ninguna duda de donde se encuentra su futuro. “A miña época de andar polo mundo xa pasou, aquí vívese máis tranquilo e tamén se poden facer cousas”.

La historia de Hugo Cerviño es diferente, ya que a diferencia del experto en publicaciones digitales, él nunca había cruzado el Padornelo. Nació en la ciudad de Salvador de Bahía (Brasil) en 1994, al país carioca habían emigrado sus abuelos tanto maternos como paternos, pero él nunca había visitado Galicia-

Tras acabar la carrera de Ingeniería Mecánica, en abril del 2017 se encontró con un anuncio que hablaba de esta posibilidad de llegar a la tierra de sus abuelos, con una beca BEME y continuar aquí sus estudios. Dicho y hecho, en agosto ya se encontraba en la ciudad de Ferrol para cursar el máster de Energías Renovables de la Universidad de la Coruña. Al finalizar su etapa formativa las ofertas laborales no tardaron en aparecer, y pronto comenzó a trabajar en una refinería de A Coruña.

Encantado con el proceso que lo trajo a la comunidad, no tardó en intentar convencer a su novia, Juliana Leiro, también nieta de emigrantes gallegos, de que le siguiese la estela. Lo consiguió en el 2020 y a día de hoy ambos se encuentran establecidos en la ciudad de María Pita y no se plantean volver al país brasileiro. “Nos queremos quedar en España, y si es en Galicia mucho mejor”, comenta Cerviño.