Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

El transporte gallego pide perdón por parar en Navidad: ya no pueden más

Se ven abandonados por el Ejecutivo central, que acumula ya años sin atender a sus demandas // Sólo en concepto de atrasos por el céntimo sanitario se le deben al sector 200 millones de euros

Eres camionero y llevas casi dos años como trabajador esencial, llevando mercancías imprescindibles de un lado para otro por todas las carreteras de toda España. Hasta han sufrido la falta inicial de mascarillas –por que eran prioritarias para otros sectores, como el sanitario, y no te quejaste– y la sempiterna falta de lugares adecuados donde descansar. Ya no digamos las empresas a las que llegas para descargar y, primero, te hacen esperar ya no horas... jornada y pico (o días, y nadie te lo paga); y si tu labor es llevar de A a B en el espacio un producto, que te acaben obligando a descargarlo a ti... sin estar tipificado en el contrato.

En general está todo fatal, que nos lo digan a los profesionales de la información, pero para los empresarios o, a lo sumo, autónomos, del transporte, la palabra huelga les causa casi urticaria. que piden perdón a la sociedad, aunque no por una huelga, sino por un paro –patronal, dicen muchos– al que se ven forzados porque ya no puede aguantar más. Alberto Vila, presidente de Fegatrans-Apetamcor; Ramón Alonso Fernández, de Fegatramer, al igual que Carlos García Cumplido; Antonio Señarís, titular de Fetrams en Galicia; además de Fernando Múgico, qu es el vicepresidente de Fegatrans-Apetamcor.

En medio de las peores restricciones por el coronavirus, cuando por la pandemia nadie salía de casa, miles de transportistas gallegos hicieron de tripas corazón y llevaron los productos imprescindibles de una a otra punta de España... y Galicia. Al principio no tenían siquiera dónde tomar un café, ni donde descansar o poder darse una ducha; nadie les aplaudía desde las ventanas y balcones, como a los sanitarios a los que ellos reconocen y valoran. Ellos siguieron transportando mercancías imprescindibles.

¿Por qué? Porque sentían que era su trabajo. Metro a metro, kilómetro a kilómetro. Para el Comité Gallego de Transporte, integrado por Fegatramer, Fegatram o Fetram, uno de los objetivos prioritarios fue, y es, poner en valor un sector que es esencial para el funcionamiento de la economía y el abastecimiento de la población, así como para lograr que, tanto sociedad como cargadores –quienes mueven bienes– y el Ejecutivo, tomen conciencia del papel de las empresas y profesionales del transporte en nuestro día a día.

Un mes atrás se notificó el paro –no les gusta que le llamen huelga, son empresas y autónomos–, pero, tal y como reconocen, las administraciones pasaron de todo. Máxime la nueva ministra de Transportes, la socialista Raquel Sánchez, que se olvidó del sector, dicen, como lo hizo su antecesor, José Luis Ábalos.

Desde la sede de la Escola Galega de Administración Pública (EGAP), los representantes del Comité Galego de Transporte señalan que el paro –no les gusta la palabra huelga– al que les han obligado y que tendrá lugar del 20 al 22 de este mes “es la única alternativa que el Gobierno nos deja tras innumerables intentos para lograr un acuerdo” sobre sus reivindicaciones.

Van desde la prohibición de la participación del conductor en las operaciones de carga y descarga a la aplicación obligatoria de la cláusula de revisión del precio del gasóleo; el mantenimiento del gasóleo profesional y reducción, de tres meses a un mes, de su plazo de devolución; también la reducción de los tiempos de espera y compensación obligatoria, o la no aplicación de la Euroviñeta o tasa por uso de las autovías.

Reclaman desde el comité gallego acometer la necesaria armonización fiscal que permita a todas las empresas, al margen de su forma o tamaño, competir en iguales condiciones. También la reducción de las cotizaciones a la Seguridad Social de los conductores en concepto de accidentes adaptándola al índice de siniestralidad. Otra demanda es la devolución de los importes atrasados del céntimo sanitario (200 millones de euros) y no utilizar la ampliación de los pesos y dimensiones máximos como moneda de cambio. Pedían disculpas este jueves Vila, Cruzado, Alonso Fernández y Señarís a la ciudadanía y sectores productivos gallegos afectados, pero avisan de que es cuestión de supervivencia: porque ya no pueden más.

Seis mil novecientas empresas en las que trabajan 26.000 personas
Generan el 85 % de las mercancías movidas por carreteras gallegas, un 4,3 % de todo el PIB

Santiago. No tiene lógica que el transporte aún sea el gran olvidado. Mueve el 85 % de las mercancías y con sus cerca de 6.960 empresas suponen en Galicia –de 107.000 en toda España–, un 4,3 % del PIB autonómico, generando más de 26.000 empleos directos.

“Es hora de que se valore al sector como realmente se merece”, reclamaban sus representantes. El Gobierno, dicen, debe “buscar soluciones reales que eviten su destrucción. El sector mantendrá la convocatoria de paro patronal hasta que esto ocurra”.

En Galicia hay 18.221 caminoes pesados registrados, 3.572 ligeros y casi 188.000 furgonetas. Su relevancia es innegable; que son imprescindible, un hecho. Exigen, por tanto, las patronales del transporte que los cargadores asuman el coste de no contribuir “a la mejora de las condiciones de nuestros trabajadores” así como a la hora de actualizar “los precios en función de los extraordinarios incrementos del coste del transporte, en especial de los combustibles, que están provocando que las empresa de transporte de mercancías pierdan dinero cada hora de trabajo o cada km que recorren con sus camiones”.

¿Cuánto? Entre un 20 y un 30 %, señalaban sus representantes en la comunidad. Esto obliga, avisan, a que las empresas del transporte se ven obligadas a reducir su actividad o a parar totalmente. ¿Qué piden? Igual que el lácteo, no permitir precios por debajo de coste, porque de seguir así, desaparecerán. J. C.

09 dic 2021 / 23:00
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito