El TSXG tumba los despidos y alegra las navidades a la plantilla de Alcoa

La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) no quiso mantener más de los nervios a los trabajadores de Alcoa en San Cibrao, ni a los miles de empleos que en A Mariña lucense depende de la fábrica. Declaró nulo el ERE de la compañía y condenó a la empresa a reincorporar a los 524 empleados afectados a su puesto de trabajo y a abonarles los salarios dejados de percibir desde la fecha del despido hasta su efectiva readmisión.

El Alto Tribunal estimaba así la demanda de Comisiones, CIG y UGT y, de forma lapidaria, apreciaba “mala fe en las negociaciones por parte de la empresa”, pues asegura que su posición sobre los despidos y sus compensaciones “no ha variado ni un ápice” desde su propuesta inicial.

Desde Alcoa se defendían argumentando que “creemos que actuamos de buena fe y en pleno cumplimiento de la ley”. Sostienen que “estamos revisando el fallo del tribunal para determinar los próximos pasos”. Porque, insisten, “la necesidad de reestructurar la planta de aluminio persiste, ya que los importantes problemas estructurales y permanentes continúan”. En el proceso dieron a entender que, de recibir una sentencia en contra, acudirían al Supremo y a dónde fuese preciso.

Mientras, los magistrados concluían que la intención de la compañía fue la de paralizar las cubas electrolíticas de la fábrica para su posterior cierre” y que en su estrategia la venta a Liberty House nunca fue una opción que pudiese fructificar. Entienden que con la oferta de ERTE que realizó al comité de empresa pretendía “vestir lo mismo, pero de una manera diferente”.

Así, destacan que ese expediente de regulación temporal de empleo “no privaría a la empresa de la posibilidad de extinguir los contratos de trabajo una vez rematada su vigencia”.

El TSXG asegura que “todas las supuestas concesiones” de Alcoa durante la negociación fueron para evitar la calificación de nulidad del despido, única que le impediría llevar a cabo la decisión estratégica de paralización de las cubas y el cierre de la fábrica”. Así, indica que la Xunta le advirtió hasta en 10 ocasiones sobre la necesidad de prolongar el periodo de consultas, algo que la compañía realizó “siempre en el último momento y con resistencias, arguyendo empecinadamente el elevado coste de mantener las cubas en funcionamiento”.

El ofrecimiento del ERTE se produjo, según los magistrados, tras una advertencia de la Xunta, como autoridad laboral competente, y “en un momento muy avanzado de la negociación”. Además, concluyen que se prolongó “no con la finalidad de discutir sobre el despido colectivo, sino para dejar tiempo para negociar la venta con un tercero”.

Nada más conocerse el fallo integrantes del comité de empresa de Alcoa San Cibrao, incluido su presidente, José Antonio Zan, se desplazaron junto a decenas de empleados hasta la planta para festejar con petardos y cánticos la buena noticia. Corrió el cava o champán como si les hubiese tocado la Lotería. “Se ha hecho Justicia”, clamaba Zan.

Reacciones. Por la parte sindical, el secretario xeral de CCOO en Galicia, Ramón Sarmiento, afirmaba que “hoy es un gran día para la clase trabajadora”, y desde Twitter lo celebraba el líder del sindicato en el ámbito estatal, Unai Sordo. También por comunicados, Paulo Carril, de la CIG, acogió con satisfacción la decisión de la justicia y demandaba que se intervenga ya la fábrica para evitar su cierre. UGT aseguraba que “la lucha no termina aquí” e instaba a trabajar todos por “el futuro de Alcoa y por el empleo de la planta de A Mariña”.

La ministra de Industria, Reyes Maroto, en cuarentena por COVID, tuiteó que “se hace justicia” con A Mariña, donde “hoy pueden estar más tranquilos”. El delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, confió en que este nuevo paso devuelva a la aluminera a las conversaciones.

También el vicepresidente segundo de la Xunta y conselleiro de Economía, Francisco Conde, celebró la “buena noticia” para familias que llevan meses luchando e instó a Alcoa a volver “a la senda del diálogo” para la venta.

Desde los partidos políticos Ana Pontón, la líder del BNG, consideraba la sentencia una victoria de los trabajadores y urgía a Estado y Xunta a la intervención pública.

El secretario xeral del PSdeG, Gonzalo Caballero, celebró el fallo y apostó por “manter toda a presión sobre Alcoa para que rectifique xa e permita a venta”.

El diputado de Unidas Podemos y portavoz de Galicia en Común, Antón Gómez Reino argumentaba que la sentencia “é unha vitoria de traballadores e sindicatos e pon fin a chantaxe da multinacional”, instando también a intervenir.