Carne de ternera que debería cotizar a precio de albariño se vende en las tiendas a precio de purrela
El sector vacuno gallego lanza un SOS tras pérdidas de 18 millones // El alza de los costes y la caída del 5 % en el kilo de carne lleva a UUAA a pedir ayudas directas
El sector del vacuno de carne gallego sufre ante una ecuación perversa. Está perdiendo por cada kilo de carne que produce unos 30 céntimos de euro, lo que multiplicado por los 200 kilos promedio por becerro, treinta terneros por granja y diez mil explotaciones totales, eleva a 18 millones de euros el quebranto acumulado por la crisis de precios, que se ve acentuada por la subida de los costes de producción.
Resulta un sinsentido, pues como publicamos la pasada semana cuando se dieron a conocer los resultados de Ternera Gallega, nunca se vendió tanta carne certificada en Galicia como en 2020. ¿El problema? Que hay supermercados que ofrecen esta carne de mayor calidad “a un precio genérico, lo que es comparable a vender una botella de un gran albariño a precio de vino de mesa”. Así lo apuntó José Ramón González, responsable da área de Producións Extensivas y Ecolóxicas de Unións Agrarias.
Es por ello que UUAA reclamó en rueda de prensa una “ayuda directa” de la Administración pública para als explotaciones afectadas, que producen “por debajo de los costes de producción”. El sindicato agrario calcula que en la comunidad hay 22.000 explotaciones de cría de vacuno, de las que diez mil producen unas cien mil cabezas de ganado para la venta, principalmente en zonas de las provincias de Lugo y Ourense, algunas en zonas de montaña.
Por su valor para la economía rural y su papel para fijar la población e incluso contribuir a evitar incendios con su actividad, González indicó que se debe velar por ellas, pues agotado el ahorro y sin capacidad crediticia, muchas están ya en peligro de cierre.
Demanda crear un observatorio de precios que ayude a determinar con precisión y en tiempo real la evolución de los costes, aunque los cálculos de UUAA lo sitúan en la actualidad en 4,30 €/kilo sin tener en cuenta la mano de obra, cuando nunca deberían bajar de los 4,75 euros.
El precio de venta de un becerro en Galicia fue “unos sesenta euros inferior” el año pasado frente al de 2019. Ante el riesgo de supervivencia de muchas granjas, UUAA insiste: es necesaria una ayuda pública similar a la de otros sectores, pues esta crisis también es consecuencia de la pandemia de COVID-19.
En cuanto al récord de ventas de la carne amparada por la indicación geográfica protegida Ternera Gallega durante el año pasado, con cerca de cien mil canales y 22.562 toneladas –un 6 % o 1.327.000 kilogramos más–, por un total de 126 milolones de euros, José Ramón González indicó que su consejo regulador debería reconsiderar su estrategia y favorecer la venta de “carne alta calidad” que sea “valorada como producto top” en los lineales de los supermercados.
El Sindicato Labrego Galego (SLG), que celebra este sábado en Maceda su Congreso de Vacún de Carne, analizará los serios problemas y retos que atraviesa esta actividad en esta cita asemblearia y como los abordarán desde la organización agraria durante los próximos años. La afiliación también decidirá si renueva la Dirección da Carne. Arranca así en el Día Internacional de las Luchas Campesinas el proceso que culminará con el X Congreso del SLG a finales de este año.
También reclamó este sindicato a la Consellería de Medio Rural que se mantengan las ayudas para paliar el impacto de la COVID-19 en el agro, e hizo balance de la reunión esta semana del comité de seguimiento del Plan de Desenvolvemento Rural (PDR) de Galicia, donde está presente. Según el SLG desde la Xunta se les propuso una modificación importante del PDR: la prórroga para el período 2021-2022 y la incorporación de los fondos del Instrumento de Recuperación de la UE (EURI).
Mostró el sindicato su acuerdo con el mantenimiento o ampliación de fondos para medidas y submedidas que son básicas para los distintos sectores –incorporaciones de jóvenes, ayudas a zonas de montaña y otras áreas con limitaciones específicas, planes de mejora...– y con la nueva convocatoria tanto para las ayudas agroambientales como para las destinadas a la conversión y mantenimiento de la agricultura ecológica, que deberían haberse convocado ya.
También solicitaron que se mantengan las ayudas excepcionales temporales para paliar las consecuencias de la pandemia. Recuerdan que la normativa europea permite su concesión de nuevo durante este ejercicio 2021, en el que el SLG valora que las circunstancias siguen a ser malas o muy malas en determinados sectores, por lo que estas ayudas deben mantenerse. También reclamaron una mayor participación de las organizaciones agrarias en el PDR.