Empresas, concellos y particulares ven volar recursos por la energía

Los costes energéticos están castigando duramente tanto los presupuestos de las administraciones locales, como los balances empresariales y, por supuesto, los bolsillos de las familias. Porque la energía suma, sigue y resta recursos que antes se podían utilizar para otros fines: la electricidad se mueve en cotas récord, el gas sigue cotizando en niveles inéditos, y los carburantes de automoción no se quedan cortos y no paran de subir.

Cierto es que el precio de la luz baja este martes en unos 20,31 euros el megavatio hora en el mercado mayorista con respecto al lunes, pero con 207 €, se mantiene por sexto día consecutivo sobre doscientos. Demasiado impacto para no pasar una dura minuta cada vez que se le da a un interruptor. Tampoco dan tregua otras fuentes energéticas. El término variable de la tarifa del gas licuado del petróleo (GLP) por canalización para usuarios finales tendrá a partir del martes un valor de 104,1726 céntimos de euro por kilo, lo que supone un incremento del 12,7 % después de impuestos, según publicó el BOE.

¿Y gasolinas y gasóleos? El Geoportal de Hidrocarburos se marcan máximos cercanos a 1,48 euros el litro de diésel y 1,62 el de gasolina de 95 octanos, con las próximas barreras a superar a corto plazo en los 1,50 y 1,65 €/litro.

Estos niveles de precios de la energía, un cuarenta por ciento superiores a hace un año, se pagan caros. Desde el Ayuntamiento de Pontevedra su portavoz, Anabel Gulías, indicaba el lunes que la factura eléctrica que paga el consistorio por el alumbrado público o por el suministro a dependencias municipales se triplicará, pasando de unos 2,2 millones de euros presupuestados a situarse entre los cinco y seis millones tras la “intolerable” subida de la luz.

“Es dinero que dejaremos de invertir en actividades o actuaciones municipales, irá directo a llenar los bolsillos de las grandes eléctricas”, destacaba la edil del BNG. El actual contrato de suministro eléctrico con Iberdrola vence el próximo 31 de octubre pero, ante los “precios desbocados” del mercado eléctrico, decidieron paralizar la tramitación de la nueva licitación.

El concello optó por una “vía de emergencia” y, siguiendo la recomendación de los técnicos municipales, intentará formalizar un contrato indexado que atendería al pago diario de la luz.

Recoge Efe que desde el gobierno municipal han querido mostrar su “preocupación” por las empresas y por los ciudadanos porque si siendo una administración pública “tenemos estos problemas para negociar algo tan básico” como el suministro eléctrico “no queremos ni imaginar los problemas que estarán teniendo empresas, autónomos o familias”.

Sobre todo ante la llegada del frío, pues si las familias se dejaban de media unos 500 euros en calefacción, este año, cuando menos, podrían duplicar esa cifra.

En cuanto a las empresas, la riada de apagones de industrias como Sidenor o Arcelor son el triste ejemplo de lo mal que lo están pasando las industrias. De hecho, la Confederación de Empresarios de A Coruña remitió una carta a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, expresando su “inquietud por los impactos negativos, que sin duda alguna tendrá en el tejido empresarial” la aprobación del Real Decreto-ley 17/2021, de 14 de septiembre, que incluye diversas medidas urgentes para mitigar el impacto de la escalada de precios del gas natural en los mercados minoristas de gas y electricidad.

Denuncian que la nueva tasa a la energía eléctrica no emisora que se pretende aplicar cambia las reglas de juego “para que la electricidad tome como referencia el precio mayorista”, echando por tierra los contratos ya firmados por la industria en el mercado minorista a precios inferiores a los actuales, y a los futuros contratos que se verán afectados por la volatilidad del mercado mayorista”.