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Los colegios Salesianos, Carmelitas y Santo Ángel, de Ourense, se niegan a cambiar pese a la demanda de los padres y la recomendación de Sanidad TEXTO S. Barba

En lucha por la jornada continua

Son tres colegios con un gran número de alumnos de la ciudad de Ourense y tienen a muchas de las familias en pie de guerra. Los centros Salesianos, Carmelitas y Santo Ángel, como la gran mayoría de colegios concertados llevados por congregaciones religiosas, funcionan con jornada escolar partida. Los niños tienen clases por la mañana y un par de horas por la tarde. Y sus direcciones quieren que siga así, pese a la pandemia, en contra de la mayoría de las familias.

El Ministerio de Sanidad recomendó hace unas semanas adoptar la jornada continua en los centros e incluso algunas comunidades decidieron que todos los colegios de su territorio debían adoptarla. Las razones no son otras que la prevención del contagio del coronavirus. Menos entradas y salidas de los coles, menos veces que las familias se juntan en las inmediaciones de los centros, menos probabilidad de contagio. Además, al reducir el horario lectivo son menos las horas que los escolares pasan con la mascarilla.

Con estas razones en mente, un grupo de padres de estos tres centros de la ciudad de Ourense comenzó desde finales de agosto a preocuparse por la jornada que tendrían en este curso marcado por la pandemia en su colegio. Muchos de ellos se comunicaron con las direcciones de los centros, animados por sendos comunicados emitidos por la Federación de ANPAS Galegas y por la de Colegios Concertados y Privados de Ourense. Estos padres asumieron que como era la recomendada porlas autoridades, de manera excepcional durante la pandemia, la jornada sería continua, pero se encontraron con evasivas.

Rosa, una de las madres que está luchando por el cambio, explica que desde el centro de Salesianos la respuesta llegó por la plataforma que utilizan para comunicarse. Su comunicado decía que el centro seguiría con jornada partida porque la otra opción no la consideraban oportuna.

Las familias saben que en otros centros educativos concertados de la ciudad de As Burgas adoptaron este curso, de forma excepcional, la jornada continua e incluso que Salesianos en las ciudades de A Coruña y Vigo lo hicieron. No entienden por qué en Ourense no, y tampoco la razón por la que la dirección del centro ni siquiera preguntó a los padres por su preferencia.

Saben perfectamente que “la decisión es potestad de la entidad titular de los centros”, no de las familias, pero al menos “podrían haber preguntado”, explican. Y se muestran indignados porque desde su centro incluso se les llegó a decir “que el cambio no es legal”, cuando saben que, precisamente por el coronavirus, Educación solo pide que el centro lo solicite. “Ahora sí es legal”, explican.

Por otra parte, en esta lucha familiar, se pusieron en contacto con la Central Salesiana para saber por qué el A Coruña y Vigo sí y el colegio de Ourense no. Su respuesta aún los descolocó más: cada centro estudia la casuística de su ciudad para adoptar el cambio de jornada. Ourense está inmersa en restricciones importantes, mayores que el resto de ciudades gallegas, por su gran incremento de casos. Y añaden que, para más inri, el colegio de Salesianos tiene muchos alumnos del barrio de O Couto, el más afectado porla covid, ya que es limítrofe con las calles confinadas.

Por todo ellos, iniciaron una campaña de recogida de firmas en los tres colegios, conscientes de la dificultad de este año para lograrlo, con entradas y salidas escalonadas y por diferentes puertas. Ya las entregaron en la dirección del centro, y enviaron a la Delegación Territorial de Educación un escrito explicando sus demandas, las razones y las firmas recogidas, pero aún no han tenido respuesta. Tampoco del colegio.

Se sienten “olvidados y desquiciados” pero seguirán luchando. Se pondrán en contacto con Educación y Sanidade, porque consideran que la jornada continua reduce la probabilidad de contagio, rebaja la ratio de alumnos que necesitarán el servicio de comedor y madrugadores con lo que se podrá ampliar la distancia entre ellos, y los niños pasarían de 8 a 5 horas con mascarilla puesta. “Que ya son bastantes”. Ayer, 1 de octubre, ya tuvieron clases por la tarde.

02 oct 2020 / 00:00
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