Ence retomó beneficios el cuarto trimestre e irá a por todas en Pontevedra
Ence Energía y Celulosa insiste en que sigue dedicando sus “mayores esfuerzos” en defender la prórroga de su concesión en Pontevedra hasta 2073, donde su planta cumple con holgura la normativa ambiental vigente, genera más de 5.000 puestos de trabajo directos e indirectos y crea valor en toda Galicia con su actividad forestal y en diversas iniciativas sociales. Así lo indica en el comunicado donde detalla sus resultados, donde explica que registró un beneficio de 15 millones de euros en el cuarto trimestre por las plusvalías generadas con la venta de su planta termosolar de Puertollano. Limitó así el impacto de 2020, cuando acumuló 26 millones en pérdidas, frente a los nueve ganados en 2019.
Las causas fueron el bajo precio de la celulosa –que ya recuperó más del 15 % desde diciembre– tras permanecer un año en mínimos históricos, y una electricidad donde también cayeron. Y es que el grupo aumentó un 12 % sus ventas de celulosa, el 36 % las de energía renovable y redujo un 6 % sus costes de producción, impulso que atribuye a las “importantes inversiones” del plan estratégico efectuadas en 2019.
El Ebitda, que es el resultado de las actividades empresariales puras, excluyendo costes e ingresos por intereses, o depreciaciones y amortizaciones, se disparó un 15 % en renovables, hasta los 60 millones, pero cayó en el negocio de la celulosa un 82 %, a 14 millones.
Ence logró reducir su deuda en 378 millones en el cuarto trimestre, a 178, gracias a la venta de su planta termosolar y a la entrada de un socio minoritario en su división de renovables. Tenía 540 millones de caja disponibles en balance.
Bioeconomía
En el comunicado en el que daba cuenta de sus resultados, Ence explicó, además, su intención de ser “un referente en el desarrollo de la bioeconomía en España, potenciando su crecimiento en renovables y retomando las inversiones previstas en su plan estratégico para el negocio de Celulosa, de la mano de la recuperación esperada de los precios.
Destacan también que a lo largo de 2020, que estuvo marcado por la pandemia y por sus efectos en la economía, Ence mantuvo la actividad y el empleo por la aplicación temprana y estricta, argumenta, de sus protocolos frente al coronavirus. Pudo así garantizar la seguridad y la salud de todo su equipo humano, para que los trabajadores, a su vez, pudiesen continuar abasteciendo a la sociedad de energía y pasta de papel.
Apuesta la compañía por la “recuperación verde” promovida desde la Comisión Europea como salida frente a esta crisis generada por la COVID-19, con sus dos líneas de negocio plenamente alineadas con la transición hacia una economía circular y baja en carbono.