Entierran los restos óseos de Déborah tras haberlos examinado
Fueron analizados en busca de pruebas a fin de esclarecer la muerte de la joven viguesa
Santiago. Familiares de la joven que apareció sin vida en una cuneta de O Rosal el pasado 2002, Déborah Fernández-Cervera, volvieron a enterrar sus restos este miércoles después de que el cuerpo fuese exhumado a fin de examinarlo para encontrar nuevos indicios que esclarezcan qué fue exactamente lo que le sucedió a esta muchacha, quien jornadas antes de ser hallada muerta había desaparecido.
La extracción del cadáver de la víctima tuvo lugar el pasado martes, 18 de mayo, en el cementerio de Pereiró. Allí estuvieron presentes miembros de la familia, sus abogados y peritos de parte, así como forenses del Imelga y la secretaria del juzgado de instrucción de Tui.
En estos días, los restos de Déborah Fernández-Cervera fueron sometidos a diversas pruebas, con el propósito de dar, entre otras pistas, con posibles fracturas en algún hueso del cuerpo, pues en la primera evaluación forense (hace ya 19 años) únicamente se radiografió el cuello y la cabeza de la chica. Asimismo, pretendieron encontrar residuos de ADN bajo sus uñas.
En declaraciones a Europa Press, la familia de la joven ha confirmado que se han recogido distintos sedimentos biológicos del cuerpo, los cuales se están analizando. Actualmente, se encuentran con “incertidumbre absoluta” y están “pendientes” de los resultados” que podrían dar con el culpable de este presunto crimen que se llevó la vida de esta muchacha de 22 años, que desapareció en 2002 después de abandonar su hogar para hacer deporte por Samil. ecg