“Estudiar FP es la mejor decisión que he tomado, me sirvió mucho”

Para los exalumnos de FP, aunque muchos cayeron en esta formación no por convencimiento, sino por circunstancias de la vida, haber estudiado un ciclo es lo mejor que han hecho. Este les ha abierto muchas puertas, y no solo dentro del mundo laboral, sino también en el acceso a la universidad. Aunque, a decir verdad, para muchos no ha derivado en un puesto de trabajo asegurado. Desde EL CORREO hemos querido acercarnos a las experiencias de algunos de ellos, que cursaron enseñanzas de diferentes ramas.

ADMINISTRACIÓN Y FINANZAS. “Hoy en día creo que estudiar el ciclo superior de Administración y Finanzas fue una de las cosas que mejor pude hacer en la vida”, confiesa Pablo López, ahora trabajador en la asesoría y consultoría Deloitte, en Madrid. Tras el ciclo y las prácticas correspondientes, a pesar de que “por tener una de las mejores notas finales me ofrecieron un puesto en la correduría Susavila”, prefirió seguir creciendo e ingresar a la universidad.

Allí se percató de algo que muchos estudiantes deberían tener en cuenta: “ciclo y carrera son totalmente complementarios, y llegas a la carrera ya con unos conocimientos de base importantes”. La diferencia que apreció fue que “en la FP te orientan más a trabajar en una pyme y en la carrera te orientan hacia una sociedad”. Pero, ahora, sabe a ciencia cierta que “incluso en las sociedades cogen a mucha gente de FP, por la alta carga de trabajo que tienen”. Para Pablo el ciclo fue mucho más útil a nivel práctico, “la carrera es más teórica y las prácticas ni siquiera son obligatorias”. Después de pasar por O Fogar do Santiso y el grupo Gadisa, y tras empezar un máster, le llamaron de Deloitte y no se lo pensó. Rumbo a Madrid.

ACTIVIDADES FÍSICAS Y DEPORTES. Borja Cervera, al igual que Pablo, cursó una FP superior, en su caso de la familia de Actividades Físicas, como puente para acceder a la carrera de INEF. “Por un infortunio tuvo una lesión y no pude pasar las pruebas físicas de la carrera, así que tuve que buscar un plan B y me recomendaron el ciclo superior, así que terminé allí de rebote”, nos cuenta. Tras acabar la formación, estuvo tres meses de prácticas en el gimnasio de su pueblo, trabajando en la piscina con los niños y dando clases de aquagym. Con todo, “las oportunidades con el ciclo me parecen bastante reducidas, sacando que te convalidan materias y te sale mejor de precio el curso de socorrista, pero fuera de ahí... La carrera fue la que me facilitó más las cosas”. Ahora Borja es entrenador personal en un centro de entrenamiento individualizado y trabaja como preparador físico en el equipo Sigüeiro F.C., filial de la S.D. Compostela.

A José, al igual que a Borja, siempre le gustaron los deportes “y se me dieron bastante bien”, por lo que se metió a hacer el ciclo, “sin expectativas de futuro, por probar”. Hizo las prácticas en una empresa de Silleda que “no fueron prácticas como tal, sino que ya empecé directamente a trabajar”. Y, actualmente, da clases de pilates y es entrenador de fútbol, pero también estuvo tres años dando aquagym y natación.

EDUCACIÓN INFANTIL. Para Paula Castro, desde que empezó a cuidar de sus sobrinos y a ver su evolución, descubrió que le encantaría tener un trabajo vinculado a los niños. “Cuando pensaba en algo en lo que quisiese estar toda la vida, pues sí me veía con cincuenta años cuidando de un bebé o dándole mimos y enseñando a un pequeño”, cuenta esta titulada en Educación Infantil. Durante el ciclo realizó prácticas en la escuela infantil de Brión y “quedé encantada”. “Es un trabajo súper gratificante, aunque también me encontré de lleno con la realidad y ví que no todo era tan bonito, porque a veces las ratios son muy elevadas y tienes a ocho bebés en una clase, que lloran al mismo tiempo, o tienen hambre al mismo tiempo”, explica. Sin embargo, considera que es “muy bonito” ser el polo a tierra de estos niños, “aprenden cosas contigo y todo les sorprende, descubren a tu lado”.

Y, aunque trabajar de ello sería lo que más desearía, Paula confiesa que “hace unos cuantos años que acabé y nunca conseguí trabajar de educadora infantil”. Por ello, al menos, se buscó un puesto relacionado para no perder su vocación. Ahora se ocupa del servicio de comedor y de conciliación de un centro, mientras prepara las oposiciones para Galiña Azul, “aunque hace doce años que no se convocan”.

ELECTRICIDAD. Gerardo Afonso fue estudiante de FP Básica por la modalidad de electricidad. En el último trimestre realizó prácticas y descubrió que “nada que ver con lo aprendido, yo sé que si tuve salida fue porque hice las prácticas”. Algunos de sus compañeros, que realizaron prácticas en la empresa Roomel fueron ya contratados, pero los demás “no pasaban de contratos de poca duración”.

A día de hoy está orgulloso de haber hecho la FP, porque “al final tengo el mismo título que alguien que estudió cuarto de ESO conmigo y a mayores un ciclo de básica”. Y, aunque le quedó la espinita de no hacer mecánica, porque “tenía quince años y me fui a donde fueron mis amigos”, encontró un trabajo que vincula lo mejor de los dos mundos: “soy electricista en los coches”.