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Expertos económicos ven preciso mejorar el “prestigio social” de la Formación Profesional para evitar problemas en el futuro

En la mesa “El Futuro del Empleo” del III Foro La Toja también se constató que el teletrabajo vino para quedarse, así como que la tecnología y la ciencia serán claves para un mercado al que también le interesan valores como la buena educación o la cultura del esfuerzo

Expertos en el ámbito económico y empresarial coincidieron en el III Foro La Toja que es preciso mejorar el “prestigio social” de la Formación Profesional para no tener problemas a nivel laboral en los próximos años. Así pudo extraerse de la mesa “El Futuro del Empleo” en la que también se constató que el teletrabajo vino para quedarse, así como que la ciencia y la tecnología serán claves para un mercado al que también le interesan valores como la buena educación o la cultura del esfuerzo más allá de cualquier acreditación.

Así lo concluyeron Sara de la Rica, directora de Iseak (Initiative for Socio-Economic Analysis and Knowledge); Carl Benedikt Frey, director de Future of Work (Oxford Martin School, University of Oxford); Javier Pereiro, director general de Fundación Empresa - Universidad Gallega; y Antonio Huertas, presidente de Mapfre en un evento que fue moderado este jueves por Antón Costas, presidente del Consejo Económico y Social.

Precisamente este último, a raíz de la intervención del responsable de Feuga, planteó a los participantes si entre la juventud existe un exceso de cualificación, tal como decía Pereiro, o más bien sobretitulación. A sus ojos, el conflicto reside en lo segundo y, en este punto, hizo hincapié en el papel que juega la FP dentro del mundo laboral.

Acusando un paro muy reducido entre quienes cursan este tipo de ciclos, que además tienen mejores salarios que gran parte de los universitarios, destacó que “si no mejoramos el prestigio social de la Formación Profesional” vamos a tener problemas en el futuro. Por este motivo, llamó a concebir este tipo de educación “como una vía que lleva a la formación humanística completa” más que como “una vía sustitutiva del éxito universitario”.

Con la opinión de Costas, que definió el vínculo escuela-fábrica que ofrece la FP como “la mejor combinación posible”, coincidieron los demás ponentes, que corroboraron que existe un estigma vinculado a esta. Al respecto, De la Rica consideró que este pensamiento “va a morir en muy poco tiempo” mientras que Benedikt señaló que “si queremos que haya más gente joven eligiendo esta modalidad en vez de la Universidad “tenemos que mejorar la oferta” y en consecuencia el “tipo de vida” que se ofrece a los estudiantes.

EMPLEO Y DEMOCRACIA. Tras inaugurar la mesa, el Presidente del Consejo Económico y Social destacó que, en este mundo de nuevas tecnologías, robotización e Inteligencia Artificial, debemos ser capaces de “comprometernos con el pleno empleo”. Sin el mismo, tal como evidenció, no es capaz de imaginarse “cómo va a funcionar la transformación digital”.

En este contexto, resaltó que el trabajo tiene “una centralidad para la democracia”, incidencia que también pasa por el estado de bienestar. “El núcleo moral que legitima al mercado es “la promesa de que este sistema es capaz de ofrecer oportunidades para todos”, aseveró.

OFICINAS Y CIUDADES: MÁS IMPORTANTES. Después de la presentación del moderador, habló en primer lugar Benedikt, quien indicó que “tenemos un problema de empleo más que de capacitación”. “La mayoría de los empleos que tiene la gente hoy tuvieron que inventarse” dijo, remarcando que una gran parte “no existían en los años 50”.

Asimismo, comentando que le gustaría “que la gente estuviera más en contacto con la innovación”, apuntó que actualmente están haciendo una investigación que evalúa el impacto que van a tener las nuevas tecnologías en el mercado laboral. “Lo único que sabemos del futuro es que no sabemos predecirlo bien”, afirmó en tono distendido.

Al respecto de su proyecto, tras hacer un recorrido por la revolución industrial y la tecnológica, dos grandes “puntos de inflexión” en la historia de la humanidad y del trabajo, remarcó que las ciudades y las oficinas van a ser más importantes, pese al teletrabajo, y absorberán la mayoría de la mano de obra.

“Veremos un aumento de la deslocalización de servicios a países que son más baratos”, manifestó asimismo el especialista de la University of Oxford sobre los empleados del futuro, destacando no obstante que en España y en Europa habrá más especialización.

EL TELETRABAJO “VIENE PARA QUEDARSE”. Por su parte, De la Rica destacó que la pandemia “nos ha enseñado muchas cosas”, entre ellas “que somos muy pequeñitos” y que ha cambiado “nuestra manera de vivir”. “El examen lo hemos pasado con un aprobado tirando a notable”, evidenció, destacando aún así que “no nos debemos olvidar que va a haber más”.

En este contexto, indicando que muchos trabajadores (sobre todo esenciales) muestran tras la epidemia mundial una “actitud regresiva” e incluso “estrés postraumático”, resaltó que no sabe “qué va a pasar pero sería muy importante que lo tuviéramos en cuenta”.

Además, siguiendo el hilo de la covid, valoró el teletrabajo, un “experimento social absolutamente formidable” que “ha venido para quedarse”. “Ha sido una solución sin ninguna duda”, afirmó, apuntando que el modelo híbrido (oficina-casa) ya está en las empresas, que aún muestran “una importante necesidad de presencialidad”.

En relación a la transformación digital y ecológica, la directora de Iseak indicó que la ve “como una oportunidad enorme de producir bienes y servicios de otra manera”, aunque subrayó que las empresas que se planteen una remodelación en este sentido deben buscar todos sus empleados “entren en la misma ecuación” porque si no “vamos a empezar” con los despidos” y “el rejuvenecimiento” y “vamos a perder mucha experiencia”.

Apostando por la “recualificación constante”, indicó que le preocupa mucho cómo se llevarán a cabo estas modificaciones, que deben empezar por las “empresas grandes” que son “quienes tienen más capacidad” y “deben traccionar estos cambios”. “Creo que es una gran oportunidad”, dijo, recordando el papel que juegan los fondos Next Generation.

“SESGO DE CUALIFICACIÓN”. Mientras tanto, Pereiro hizo un recorrido personal sobre la vida laboral de su abuelo, padre y la suya propia, mostrando un camino que le llevó a donde está hoy en día por lo que a nivel económico se conoce como “sesgo de la cualificación”. “La historia reciente parece que nos indica que sigue existiendo”, dijo, destacando que actualmente “nos encontramos un mercado laboral” lleno de sobrecualificación que contrasta con las altas tasas de desempleo juvenil.

Además, ofreció “algunas pinceladas” del estudio Galicia 2030: catálogo que elaboraron a encargo de la Xunta con los perfiles profesionales, competencias y ámbitos del conocimiento que se demandarán en el futuro. En esta línea, subrayó la tecnología y la ciencia como elementos vertebradores y claves del mercado, poniendo como ejemplos la biología, la ciberseguridad o la sanidad, entre otros.

“Cambio tecnológico e incertidumbre” esa es “la realidad que nos espera”, apostilló, incidiendo en que para confrontar el mismo es necesaria mucha especialización, aptitudes transversales y digitales avanzadas, capacidad de aprendizaje, trabajo en equipo, ética o curiosidad. “La tecnología es un activo” y “lo será más en el futuro”, sentenció el director general de Feuga.

SOCIEDAD DE “HIPOCRESÍA”. Finalmente, Huertas, que fue de “la tesis a la praxis”, evidenció que dejar atrás la pandemia ha supuesto un “esfuerzo meritorio de toda la humanidad”. “Hemos dado la talla”, dijo, alabando el papel que jugó el mundo de la empresa que “puso toda su maquinaria al servicio de la ciudadanía, los trabajadores y el estado” con el propósito de “salir de esto cuanto antes”.

Estas afirmaciones las ligó al concepto de compañía social, esa que “ayuda a nuestra gente”, una “organización con principios” y el “modelo empresarial que debemos defender”. Conforme indicó, todos somos conscientes de que la digitalización trae consigo “una nueva realidad” y que “tenemos que prepararnos” para ella, si bien tanto en el presente como en el futuro también serán importantes valores como “la buena educación”, “la cultura del esfuerzo” o “el compromiso personal para salir adelante”.

No obstante, criticó que seguimos arrastrando “algunos vicios” del pasado. “Somos hipócritas”, afirmó, destacando que queremos buena salud o buenos trabajos, aspectos defendibles si no fuese, conforme explicó, porque somos los primeros que si podemos evitar pagar un impuesto no lo pagamos o que queremos que nos traigan a casa productos baratos lo antes posible.

“Hay una hipocresía que hace incompatible el modo de vida que queremos con el modo de vida que estamos desarrollando”, señaló, resaltando que “si queremos una economía low cost solo vamos a tener trabajos low cost y una sociedad low cost” pero si lo que buscamos es defender el empleo de calidad “necesitamos de verdad esa solidaridad y entendimiento de cuáles son esos principios sociales”.

30 sep 2021 / 13:14
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