Feijóo augura que el nuevo Gobierno estará llamado a “trabajar y a sufrir”
Sigue sin dar pistas sobre nombres: ve “muy capaz” a su equipo, pero no cierra puertas
La euforia por el gran resultado cosechado en las urnas por el PPdeG el 12 de julio, donde no sólo revalidó sino que aumentó su mayoría absoluta en el Parlamento, ya forma parte del pasado. Lo que toca a partir de ahora y a lo largo de la XI Legislatura en Galicia al nuevo Gobierno será “trabajar y sufrir”.
Esta es la hoja de ruta que auguró ayer a su futuro equipo el presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, quien maneja los tiempos sin dar una sola pista sobre los nombres que le acompañarán en la Xunta durante los próximos cuatro años. Aunque en principio todo apunta a que predominará el continuismo, el de Os Peares no zanja el debate ni tampoco cierra puertas.
Así lo trasladó ayer en declaraciones a los medios en los pasillos de la Cámara autonómica, durante la jornada de constitución de la Diputación Permanente y de las comisiones, en las que, como es habitual, Feijóo evitó incluir a ninguno de sus conselleiros actuales en estos órganos parlamentarios. Allí reivindicó que en su actual Ejecutivo hay “gente muy capaz” y que tiene el “aval” de las urnas –todos los conselleiros fueron en las listas del PPdeG y son hoy diputados–, pero dejando en el aire la posibilidad de introducir algún cambio.
Un Ejecutivo llamado a “trabajar” y a “sufrir” en un contexto marcado por la covid, avanzó, recordando que antes de designar a su equipo habrá que cumplimentar varios trámites: tendrá que ser investido y tomar posesión de su cargo a principios de septiembre, con lo cual el suspense se mantendrá aún durante unos días.
“En el Gobierno hay gente muy capaz y experimentada”, dijo, para añadir que “también” en el Grupo Popular hay diputados que reúnen ambas condiciones, al igual que “en el conjunto de la sociedad hay gente que puede formar parte” de su futuro Ejecutivo. La clave, remarcó, es que el actual Gobierno en funciones no dejó ni dejará de “gobernar” y el que tome posesión estará preparado para hacerlo de inmediato.
Espera acertar. “Lo más importante es que este Gobierno en funciones no deje de gobernar y que el que tome posesión a partir del 7 de septiembre sepa que inicia el periodo más difícil que nunca tocó a un Gobierno de la comunidad, un periodo de pandemia con el impacto económico y social que supone”, incidió. “El Gobierno que tome posesión será un Gobierno que tenga que trabajar y que tenga que sufrir. A eso estamos convocados”, prosiguió, en una intervención en la que también manifestó que espera “acertar” en la conformación de su nuevo equipo.
COORDINACIÓN con la moncloa. En un escenario marcado por el coronavirus, preguntado acerca de si espera que mejore la interlocución con el Ejecutivo que dirige Pedro Sánchez, el presidente gallego señaló “la enorme responsabilidad” del Gobierno de España, a quien “corresponden las políticas económicas y laborales”, así como “las grandes cuestiones energéticas”, y “a quien toca la coordinación en un Estado descentralizado como el español”.
A su juicio, si en algún momento la palabra coordinación tuvo mayor importancia política es en este. “No se puede desgobernar el país y no se puede descoordinar a un país que sufre los impactos brutales de una pandemia”, avisó el también líder del PPdeG .
“Ya lo estamos viviendo con la deuda pública. No somos capaces de mantener nuestros servicios públicos porque la recaudación se hundió y España vive con la deuda pública del Banco Central Europeo.
Núñez Feijóo, quien reivindica a diario su lealtad institucional, esgrimió que el Ejecutivo central contará con “todo el apoyo” de la comunidad, pero “tiene que ejercer sus competencias”.
Los dos partidos que conforman la oposición en Galicia, BNG y PSdeG, ven con buenos ojos un gran pacto de reconstrucción pero exigen que esté “a la altura del reto y de la dimensión del problema” , con medidas extraordinarias alejadas de “propaganda” y “viejas políticas”.
En este sentido, la nacionalista Ana Pontón volvió ayer a lanzar la propuesta de un “gran acuerdo” por la reconstrucción económica y social de Galicia en el que, además de las fuerzas parlamentarias, participen las universidades, los sectores económicos y los sindicatos.
“Estamos en una situación extraordinaria que requiere de medidas extraordinarias y estoy convencida de que las viejas políticas y la propaganda no van a servir para enfrentar una situación como esta”, manifestó.
Con todo, lamentó que desde que se convocaron las elecciones no volviesen a tener “ninguna noticia” de Feijóo para que les informase sobre la evolución de la pandemia ni para conocer las propuestas sobre medidas a tomar.
“Nosotros creemos que Galicia y los gallegos tienen que estar por delante de cualquier otra cuestión, máxime en un momento como este”, sostuvo Pontón, que aseguró que las medidas que se tienen que tomar “no son las que está recetando la derecha” ni las que se tomaron “durante la crisis del 2008”.
Así, dejó claro que esta crisis “no puede saldarse con nuevos recortes para los trabajadores ni más discriminación para Galicia”. “Quien quiera poner por delante los intereses de Galicia tendrá siempre por delante la mano tendida del BNG”, indicó.
Por su parte, el representante del PSdeG Pablo Arangüena prometió una oposición “leal y constructiva, proclive a llegar a acuerdos”, aunque también “muy firme, muy contundente en todas las materias que son importantes para Galicia”. Este mismo espíritu marcó sus declaraciones sobre un pacto por la reconstrucción que condicionó a que este esté “a la altura de la urgencia, del reto, de la dimensión del problema” que toca enfrentar.
Arangüena, que atendió a los medios ante la ausencia del líder del PSdeG, Gonzalo Caballero, en la sesión constitutiva de las diferentes comisiones del Parlamento por estar en cuarentena, recalcó que “Galicia no se puede permitir no ejercer sus competencias” como autonomía “de primer nivel” en medio de una crisis como la actual.