Fumata negra para Alcoa después del cónclave por el aluminio en San Cibrao

Como ocurrió en el naval de Ferrolterra en la reconversión, como pasó en los momentos críticos para la metalurgia de Vigo: en A Mariña luchan por su futuro, por los miles de empleos directos, indirectos e inducidos que giran alrededor de la planta de aluminio primario de San Cibrao, en Cervo. La única que lo fabrica en España. Artífice del 30 % del PIB lucense.

Por eso todos los ojos se volvieron ayer hacia allí de nuevo. Entre las seis y las ocho de la mañana del martes decenas de trabajadores montaban las barricadas y cortaban los accesos a la factoría. Ardían los neumáticos y los palés. Se coreaban cánticos para que el presidente Sánchez y las ministras Ribera y Maroto, por un lado, y el titular de la Xunta, Feijóo, por el autonómico, se mojasen en favor de su futuro.

Todos debían remar en el mismo barco y hacia la misma dirección a partir de las 18.30 horas de esa tarde, recordaba el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, en la reunión multilateral en la que coincidirían las dos administraciones, la dirección de Alcoa y él mismo, entre otros representantes sindicales. Tras dos horas y casi tres cuartos, culminaba la videoconferencia, predominaba la decepción: el humo, como el de los neumáticos, salió negro, no se consiguió la fumata blanca que garantice la continuidad del empleo y la planta.

En una cita en la que coincidieron el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada, con el secretario general de Industria del Ministerio, Raül Blanco, y la subdelegada en Lugo, Isabel Rodríguez, por el Ejecutivo autonómico comparecieron en la videoconferencia el conselleiro de Economía, Emprego e Industria, Francisco Conde, junto al director xeral de Enerxía e Minas, Ángel Bernardo Tahoces.

Zan, al término, argumentaba en un video enviado a la prensa que “en positivo, de esta reunión sacamos que la Xunta de Galicia está apostando por nosotros, y apuesta por instalar una central de generación renovable, PPA”. En cuanto al Gobierno central, indicó que también les apoyaría “en el marco energético hasta que dentro de dos o tres anos podamos tener esa PPA”, manifestó.

Sin embargo, el presidente del comité en Cervo aprecia que “el problema que tenemos es que a Alcoa cualquier marco que les pongan no les sirve, y tampoco entra a valorar una posible venta de la planta”. Se queda Zan en que “el Gobierno y la Xunta siguen apoyando y creemos que si tienen intención política de salvar esta fábrica lo puden lograr. Si cumplen con lo que están diciendo estamos seguros de que podemos salvarnos”.

Por lo de pronto, “la única salida que tenemos como fábrica y como trabajadores es a través de la lucha, A Mariña sálvase loitando”, dijo.

Por su parte, el secretario xeral de la CIG, Paulo Carril, le reiteró a Alcoa, primero, que retire de la mesa los 534 despidos, y después que las dos administraciones unifiquen actuaciones, citando como esencial “poner en marcha los mecanismos para la intervención pública del complejo de San Cibrao”.

Desde San Caetano Francisco Conde valoró el encuentro indicando en cambio que “el Gobierno sigue sin comprometerse a fijar un precio eléctrico que permita a la industria electrointensiva competir en igualdad de condiciones co resto de Europa”, evitando así el fin de la producción de aluminio primario en España y garantizando el mantenimiento de los puestos de trabajo de la planta lucense.

Conde avisó de que, como en las reuniones anteriores, ésta acabó sin que el Gobierno presentase el borrador del Estatuto para los consumidores electrointensivos y sin concretar si recogerá las alegaciones de Galicia, Asturias y Cantabria para fijar ese precio eléctrico estable y competitivo. Incidió en que, si no se tienen en cuenta dichas propuestas, será un “estatuto ineficaz”. Tampoco se conocen, según Conde, las medidas a corto plazo previstas por Moncloa, por lo que reclamó que se publique ya en el BOE la convocatoria de la puja de interrumpibilidad para o segundo semestre y se eleve al máximo, los 275 millones que permite la UE, el presupuesto para las compensaciones por emisiones de CO2, hoy solo 6 millones.

El conselleiro demandó también un plan específico para la industria electrointensiva que le dé acceso a nuevos fondos europeos.

Posición del grupo

Alcoa, por su parte, detalló al Gobierno la “situación insostenible” de la planta de aluminio por el marco energético actual y la sobrecapacidad global de aluminio, lo que hace necesario “tomar medidas urgentes para frenar el alto nivel de pérdidas”.

La multinacional indicó que los problemas de la fábrica de San Cibrao tienen “una naturaleza permanente y no se van a revertir”, como indican proyecciones a futuro, que esgrimió para justificar que “la posibilidad de una venta de la planta no sea factible, ya que la producción no es sostenible”.

Aunque dice que siempre “ha estado y está abierta al diálogo” y agradece el apoyo de los gobiernos central y autonómico en estos últimos años para intentar superar la situación de San Cibrao, Alcoa considera que “el proceso informal de consulta iniciado con los representantes de los trabajadores es el marco apropiado para discutir el futuro de la planta”.

Apunta que siempre ha sido sensible al impacto de cualquier anuncio de reestructuración y que el proceso abierto busca proporcionar “el tiempo adecuado para discutir con los representantes de los trabajadores alternativas y medidas”. Alcoa pretende avanzar con ese diálogo antes de plantear el período de consulta formal. No tomará la decisión definitiva hasta ese momento.

Desde el Gobierno

El encargado en los últimos tiempos de apagar los fuegos en el sector del aluminio en nombre de Monloa es Raül Blanco, secretario general de Industria y de la Pyme en el Ministerio que lidera Reyes Maroto, insistió en la necesidad de mantener la unidad de actuación para mantener las capacidades productivas y el empleo en la planta de Alcoa en San Cibrao, e instó a la dirección de Alcoa a que aclare su plan industrial.

En la reunión telemática con la Xunta, las federaciones autonómicas de industria de UGT, CCOO y CIG, y el comité de empresa de la planta, Blanco ha reiterado el compromiso del Gobierno tanto para el mantenimiento de la producción de aluminio primario como con las industrias electrointensivas e hiperelectrointensivas.

Sin embargo, ha dejado claro que, si Alcoa no presenta un plan industrial, deje paso a otras empresas interesadas en operar en la planta de A Mariña: “No queremos una muerte por capítulos, queremos conocer los planes de Alcoa, las administraciones estamos dispuestas a apoyar el mantenimiento de la actividad”, ha señalado Blanco; “pero si no tienen un plan industrial, y quieren cerrar en España, en Europa y en Estados Unidos para centrarse en otros proyectos, que dejen paso. Lugo, Galicia y España se lo dicen”.

Asimismo, recordó que Alcoa San Cibrao ha recibido 693 millones de euros –132M € por interrumpibilidad y CO2– desde 2011, y que desde 2009 no ha presentado al Gobierno de España petición alguna de apoyo para planes de inversión o a la innovación industrial.