Galicia acelera en su conexión al Corredor Atlántico de mercancías
La región Noroeste es consciente de que no se puede quedar atrás, y que tiene que dar varios pasos al frente para evitar su aislamiento en el concierto europeo. También en lo que respecta al transporte de mercancías. Por eso, la Red Transnacional Atlántica se ha puesto a andar.
Este organismo, una plataforma de cooperación de la sociedad civil dentro del Espazo Atlántico, está constituido por los consejos económicos y sociales de Galicia, País Vasco, Andalucía, Canarias, Extremadura y Castilla y León, además de la Bretaña Francesa y Portugal. Esta misma semana, el presidente del Consello Económico e Social de Galicia, Agustín Hernández, le presentó al presidente del Parlamento de Galicia el informe Hacia una revisión de la TEN-T para el espacio atlántico, un documento que recoge una serie de propuestas para las futuras actuaciones en la Red Transeuropea de Transportes.
Esto sucede en vísperas de que, en los próximos meses, la Comisión Europea presenta su propuesta legislativa para la revisión de esta red. Una oportunidad que se debe aprovechar para que la accesibilidad a todos los territorios, especialmente a los que son periféricos y de carácter rural, esté garantizada.
El informe se estructura en ocho puntos, que pasan por la finalización de las redes en los plazos establecidos, la garantía de una financiación adecuada, el estudio del rol que debe jugar el transporte en la Unión Europea en caso de que una nueva crisis global o el impulso de las transiciones energética y digital.
En uno de los apartados se hace mención a la necesidad de “mejorar la conexión de las regiones atlánticas con el resto de Europa, a través de un mejor enlace con la red global”. En este sentido, remarcan que hay una “red menos densa en el área atlántica, que dificulta la buena conectividad entre sus regiones y no permite corregir las realidades del aislamiento y enclave de sus territorios”. Por eso, proponen “completar el eje actual del corredor atlántico y perseguir la complementariedad de la intermodalidad entre carretera, ferrocarril y puertos”.
UNA CONEXIÓN POR EL NORTE. La conexión de Galicia con el Corredor Atlántico es una cuestión en la que se lleva trabajando un par de años. Sin embargo, el “cómo” y el “por dónde” genera dudas, y los pasos que se han dado hasta el momento no han contado con todo el consenso.
Xosé Carlos Fernández, experto en materia ferroviaria, lleva tiempo poniéndose en contacto con alcaldes, responsables de los consellos económicos, y líderes políticos, entre otras autoridades, para exponer su parecer sobre cómo debería abordarse esta cuestión. En principio, la decisión por la que se ha apostado, es por conectar a la comunidad a través de la línea de Monforte, y no por Ourense-Zamora-Medina del Campo.
El Corredor Atlántico, va desde Francia hasta Portugal, y cruza España por Miranda de Ebro, Burgos, Valladolid y Medina del Campo. Desde allí cruza hacia Portugal, con otro ramal que se dirige hacia Madrid y desciende hasta Andalucía.
El ramal que se ha solicitado partiría desde Venta de Baños (al norte de Valladolid) y se dirigiría a León. Desde allí habría un doble ramificación: la que conecta con las ciudades asturianas de Oviedo y Gijón, y el que llegaría a Galicia pasando por Ponferrada y entrando por Monforte. El tramo transcurría por Vigo, Marín, Vilagarcía y acabaría en A Coruña.
Sin embargo, Fernández propone otra alternativa. Aprovechar el recorrido de la red actual entre Medina del campo y Ourense, pasando por Zamora. Una vía que, a su juicio, y tal y como expone en sendos informes, es “más segura”.
Afirma que, con la alternativa solicitada, los grandes beneficiados son León y Asturias, que “vieron la oportunidad de oro de sumar a los escasos tráficos de sus líneas lo que venga de Galicia”. Y remarca que con las ayudas que pudieran llegar procedentes de la Unión Europea, el tramo castellano-leonés sería el más beneficiado. En este sentido, subraya que esa línea “está en condiciones deficientes”, y que se trata de “una línea difícil, por las pendientes, por los túneles, con menor ancho y altura, y que está en condiciones impropias porque con el AVE se abandonó la red convencional”.
En su opinión, esta decisión puede entrañar el riesgo del abandono de la de Zamora, una vez que se utilice para el transporte de viajeros el nuevo recorrido del AVE. Una vía que, a su juicio, debería ser la que conecte a Galicia con el Corredor Atlántico porque, tal y como indica en el informe, implica recorrer una menor distancia, con las consiguientes reducciones de tiempo y de costes, es más moderna y, por tanto, ofrece mejores prestaciones y menores costes de mantenimiento, y tendrá un uso exclusivo para mercancías.