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sábado, 10 febrero 2024
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Galicia amaneció ayer bajo cero en una de las semanas más frías de este invierno

El paso de los últimos temporales ha dado lugar a un anticiclón que ha hecho que bajasen las mínimas en la comunidad, propiciando heladas en el interior

Galicia se despertó ayer con temperaturas bajo cero en la que amenaza con ser una de las semanas más frías de este invierno. El fuerte temporal de la semana pasada dio paso la madrugada del domingo al lunes a mínimas de hasta -5ºC en Lugo,

Según la información facilitada por Meteogalicia, el termómetro se desplomó la madrugada del lunes en Sarria y el medidor instalado en el polígono de Morelle dejó registrada una temperatura de -5, 2 grados, mínima que también se produjo en el Alto do Poio, en Pedrafita do Cebreiro, a más de mil metros de altitud.

El frío también era intenso a primera hora de la mañana en otras zonas del interior de Lugo, como en la comarca de Terra Chá, que todavía no se ha recuperado de las inundaciones de la semana pasada, con una mínima de 3,7 grados bajo cero en el municipio de Castro de Rei.

La de ayer también fue una mañana gélida en Lugo capital, con 2,5 grados en negativo de mínima, una temperatura inferior a la que se registró en zonas altas de la montaña, como en el puerto de A Fontaneira (A Fonsagrada), donde el termómetro se quedó en -1,3 grados. El frío fue incluso intenso en la costa, donde el termómetro de Meteogalicia en Foz llegó a registrar temperaturas en negativo.

Del anticiclón a la lluvia. Esta ola de frío continuará azotando a la comunidad gallega, igual que al resto del país, a lo largo de toda la semana, dejando paso a las lluvias cara los últimos días.

El tiempo esperado para hoy sigue la línea del de estos últimos días: la comunidad se mantendrá predominantemente bajo influencia anticiclónica y el viento soplará del norte de forma más acusada. En las siete ciudades, la temperatura prevista es relativamente baja, siendo Lugo (-1ºC,8ºC) la que tendrá las mínimas más acusadas, seguida de Ourense (0ºC, 12ºC), Santiago (2ºC, 10ºC), Ferrol (2ºC, 13ºC), Pontevedra (3ºC, 15ºC), A Coruña (4ºC,12ºC) y Vigo (5ºC, 16ºC).

Según la previsión de Meteogalicia, mañana la comunidad dejará de estar bajo influencia anticiclónica para dejar paso a altas presiones estacionarias en el noroeste peninsular, lo que generará circulación de viento de norte. La temperatura se mantendrá sin grandes cambios, y solo las máximas experimentarán un ascenso leve.

Por su parte, el jueves un fuerte frente entrará por el norte de Galicia dejando chuvascos, con cielos nublados, y cotas de nieve superiores a los 1000 metros. Con todo, la llegada de las precipitaciones no vendrá acompañada de un incremento de la temperatura, y las máximas experimentarán un ligero descenso.

Así, entre las siete ciudades gallegas,Lugo tendrá una temperatura mínima de 0ºC, Ourense de 1ºC; Santiago, Vigo y Pontevedra de 3ºC, y Ferrol y A Coruña de 5ºC. Las máximas, por su parte, estarán comprendidas entre los 8 y los 15ºC.

Aemet alerta sobre las bajas tempertaturas. Desde la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), explican que la ola de frío es generalizada en toda la península, y que si hace unos días la previsión apuntaba a que podría llegar un alivio térmico a partir del miércoles, la temperatura no subirá lo suficiente “como para que dejemos de hablar de bajas temperaturas, por lo que podemos decir que estamos ante una de las semanas más frías de 2023”, tal y como explica su portavoz, Bea Hervella.

Para que se produzca una ola de frío, tienen que darse al menos tres días consecutivos y como mínimo en un 10% de las estaciones consideradas, temperaturas mínimas por debajo del percentil del 5% de sus respectivas series diarias de enero y febrero, según la experta.

En este sentido, ha subrayado que aunque la situación está al límite de ser una ola de frío, “por ahora parece que no se cumplen los requisitos” y, a día de hoy, no parece que vayan a confirmarse.

Según Hervella, este episodio de bajas temperaturas viene dado por dos grandes protagonistas: el anticiclón de las Azores y la borrasca Hannelore, que parecen “entenderse perfectamente y complementarse”.

En el anticiclón, el viento gira en el sentido de la agujas del reloj, y en la borrasca, en sentido contrario, “por lo que ambos agentes unen esfuerzos para introducir en España un corredor de aire frío procedente del norte de Europa que protagonizará nuestro panorama meteorológico a lo largo de la semana”. Con todo, a pesar de que esta semana será especialmente fía para todo el país, no se espera nevadas tan acusadas como las hace unos días, aunque en general la cota de nieve seguirá siendo bastante baja.

Llevamos 40 años adaptándonos a temperaturas cada vez más extremas
Un estudio del CSIC revela que las olas de frío y calor son menos mortales que antes

Santiago. Un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), acaba de constar que la poblaión de nuesro país se ha ido adaptando progresivamente a las temperaturas extremas de frío y de calor, con más intensidad desde 1989 para el frío y desde 2009 para el calor. El quipo del CSIC analizó más de 14 millones de muertes en los últimos 40 años, y las conclusiones revelan que a pesar de ser uno de los países mediterráneos más afectados por el aumento de las altas temperaturas y las olas de calor, el número de muertes en eventos de calor ha disminuido en España.

El estudio concluye que desde 1989 la mortalidad por frío se ha reducido casi tres veces, mientras que el riesgo de mortalidad atribuible al calor se ha reducido mucho menos y solo al final del período de observación.

Así, la temperatura de mínima mortalidad, en la que el riesgo de fallecimiento es más bajo, disminuyó hasta la década más reciente, entre 2009 y 2018, cuando el umbral de temperatura óptima aumentó casi 2°C en España.

“La temperatura de mínima mortalidad se utiliza con frecuencia como un indicador de la velocidad de adaptación. La lógica es que, si las poblaciones se vuelven menos susceptibles al calor, se puede esperar un aumento de esta temperatura óptima con el tiempo. Además, también es crucial medir la reducción en el riesgo de mortalidad debido a temperaturas no óptimas”, explicó Dariya Ordanovich, coautora del estudio e investigadora en el Instituto de Economía, Geografía y Demografía del CSIC.

El estudio muestra un rango más amplio de temperaturas óptimas tanto para el frío como para el calor. “Podríamos considerar que la adaptación a las temperaturas no óptimas en España se ha venido produciendo progresivamente. Primero, desde 1989, para el frío y 20 años más tarde, desde 2009, para el calor”, explica Aurelio Tobías, coautor del estudio e investigador en el Instituto de Diagnóstico Ambiental y Estudios del Agua (IDAEA). Pero, a pesar de esta adaptación, “sigue existiendo un riesgo considerable del calor extremo para la salud, tal y como se ha visto durante el verano de 2022”, advierte, por lo que es necesario tomar medidas para parar la subida de las temperaturas. EFE

24 ene 2023 / 01:00
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