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Los inmuebles se agrupan en 299 fichas // El Gobierno autonómico quiere darle una “nueva vida” al conjunto que ya han catalogado // Se emplazan en A Coruña (191 obras), Pontevedra (89) y Lugo (19) // Justamente en su litoral TEXTO J. Garnelo

Galicia busca resucitar 361 edificaciones de gran valor

Más de dos mil kilómetros costeros y gallegos arropan, bajo el privilegio que supone poder contemplar nuestros mares diariamente, distintos inmuebles característicos. Ya sea por su valor ambiental, patrimonial o arquitectónico, la Xunta los ha elegido con mimo para ofrecerles “una nueva vida” en el Catálogo de bienes en servidumbre de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre.

No son muchos: algunos yacen en el litoral, completamente abandonados, mientras otros son objeto de novedosos proyectos hosteleros. La lista, creada por la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, engloba 361 edificaciones, clasificándolas en cinco categorías, según su tipología constructiva.

Así pues, en ella hay molinos; bloques de uso residencial en todas sus formas; arquitecturas singulares, tal como faros, castillos, casas rectorales, escuelas o monasterios; también fábricas, conserveras, cetáreas o pequeñas casetas de pescadores; y locales de restauración u ocio.

Del total, evidentemente ninguno se encuentra en Ourense, pues para desgracia de sus habitantes carece de costa, repartiéndose (sin más remedio) entre las restantes provincias. En este contexto, cabe destacar que los elementos conforman 299 fichas del inventario, centradas principalmente en propiedades asentadas en A Coruña (191); continuada por Pontevedra (89) y Lugo (19).

“Esta simplificación se debe a que los técnicos consideraron adecuado realizar agrupaciones puntuales” en aquellos casos donde los inmuebles tienen “características similares y también en los casos en que hay varias construcciones con una misma referencia catastral”, matizan fuentes del Gobierno autonómico.

En cuanto a las grandes ciudades de Galicia, sorpresivamente es la localidad de Ferrol la que lidera el ranquin (cinco bienes), seguida de Vigo (cuatro), Pontevedra (tres) y A Coruña (con solamente uno). Por razones obvias, Santiago, Lugo y Ourense no cuentan con ninguna obra. Fruto de una petición a la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, podremos profundizar sobre algunas de estas propiedades, así como sus características principales; el año que las vio nacer, o los usos y méritos que esconden.

CASA DEL FARERO Y FAROS DE MERA. Estas dos edificaciones son uno de los ejemplos que comentábamos anteriormente; un conjunto de inmuebles que finalmente se engloban en la misma ficha. Localizadas en Oleiros (Serantes), dichas construcciones (levantadas en 1940) son una vivienda de planta baja, simétrica, que fue reformada como equipamiento cultural; y unos faros de superficie hexagonal con alas laterales.

VIVIENDA RESIDENCIAL: QUINTA DE PENATOURO AS FURNAS. Ubicada también en Oleiros (Serantes), esta vivienda de planta cuadrada, con cuerpo central e incluso un mirador, permanece situada en un pequeño cabo entre dos playas. Dicho chalé (que data del 1886) goza de buen estado. Y como el vino, tras los años, está mejor: ahora despierta interés histórico, arquitectónico y hasta ambiental.

FÁBRICA CONSERVERA CON EMBARCADERO. En San Salvador de Poio (Pontevedra) se encuentra una antigua fábrica conservera, que trabajó también como distribuidora de bebidas. Este complejo incluye varias edificaciones industriales y una residencial. Construidas en 1940, su estado de conservación actualmente es malo, aunque lo que la hace entrar en la lista es su valor ambiental.

MOLINO. En Ribadeo (San Lourenzo de Vilaframil) se halla otro de los inmuebles que componen el Catálogo de bienes en servidumbre de protección del Dominio Público Marítimo Terrestre. Se trata de un pequeño molino de planta cuadrangular en mampostería de piedra vista, con cubierta a dos aguas de laja de pizarra. En estos momentos se mantiene cuidado y localizado ante unas magníficas vistas que no cuestionan su valor ambiental y patrimonial.

CASA RECTORAL DE SAN PEDRO DE CANGAS. También en Lugo, como la anterior, pero en este caso situada en Foz, hay una casa rectoral de planta cuadrangular y muros de mampostería ordinaria encalados en blanco. Dicho elemento conserva tanto su morfología como su distribución original (de 1920) y forma parte del conjunto de la iglesia y el cementerio que lo acompañan, junto con una morera negra catalogada. En estado regular, tiene valor patrimonial y ambiental.

Fábrica de Salazón II en Nois. En el mismo municipio que la última se encuentra esta edificación, cerca del puerto de San Xiao de Nois, cuya superficie es rectangular y además resaltan dos volúmenes bien diferenciados: uno con dos alturas hacia la vía de acceso y otro en la parte posterior de su planta baja.

Casa Indiana III en Cangas. Y, por si no basta, también en San Xiao de Nois (Foz) se encuentra otro inmueble catalogado. En este caso se trata de una vivienda de estilo indiano y planta cuadrada, que posee una cubierta a cuatro aguas, la cual remata con una estructura que sobresale a modo de buhardilla. Asimismo, la fachada principal cuenta con varios balcones y en el lateral se sitúa una galería de madera. La casa, que se construyó en 1880, guarda un estado regular (tirando a malo).

CASTILLO DE PUNTA CORVEIRA. Ubicados en Sada (A Ramalleira), los restos de esta edificación todavía dejan ver lo que en su día (allá por el siglo XVIII) fue una batería defensiva, gemela del fortín de Fontán.

Cofradía de Pescadores de Celeiro. La Cofradía de Pescadores, que permanece en Viveiro, ilustra una arquitectura tardo moderna, con un cuerpo principal de planta cuadrada a la que se adosa un porche en parte de su perímetro que se usa como mirador. Hay una cubierta a cuatro aguas de lajas de pizarra y una pequeña linterna. Se caracteriza por su buen estado de conservación y además es un símbolo patrimonial, ambiental y arquitectónico.

MOLINOS DE MAREA DE ACEA. Culleredo alberga desde el siglo XII un grupo de molinos de marea de Acea de Ama, los más veteranos de su tipo en Galicia. Estos inmuebles, que evidentemente debían tener su sitio en el Catálogo, han sufrido numerosas reformas a lo largo de su existencia, aunque conservan todos sus elementos. Actualmente se realizan en ellos salas de exposiciones y hay un museo dedicado al alcalde de Culleredo en la década de 1920, Andrés Pan Vieiro, promotor de una fábrica industrial de harina situada cerca de los molinos y utilizada hoy en día como edificio multiusos.

Fábrica de Salazón de Catá. O Vicedo acoge las ruinas de una factoría de la que solamente se conservan los muros perimetrales y su chimenea, mientras que en el interior de esta parcela se halla un bloque de casas. Aunque su estado es malo, tiene valor ambiental y patrimonial.

Real Monasterio de Oia. Localizado en Santa María de Oia, este conjunto de edificaciones, pertenecientes al Císter, pasó a manos públicas en 1835 tras la desamortización de Mendizábal. Desde el 2004, un grupo inversor cuenta con desarrollar un proyecto de hostelería y turismo, consolidando por fases las partes más deterioradas del mismo. Esta joya, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1931, puede visitarse y mantiene intacto su valor arquitectónico, patrimonial y ambiental.

Antigua Escuela. En A Illa de Arousa se encuentra este colegio de planta cuadrangular y con una cubierta a dos aguas de teja. De estilo ecléctico, albergó durante bastante tiempo distintas dependencias municipales, empleándose hoy en día como local cultural. Reformado en 2017, aunque construido en el 1900, mantiene un buen estado de conservación. Además, guarda gran valor ambiental y patrimonial.

Con el impulso de Medio Ambiente, una construcción residencial podría convertirse en un negocio hostelero

Santiago. La Xunta de Galicia impulsa dos modificaciones de la Ley estatal de Costas para devolver el valor patrimonial a los más de dos mil kilómetros de costa gallega, gracias a la recuperación de las edificaciones que se encuentran en ella, pues son historia viva y cultura autóctona de nuestra comunidad.

“O obxectivo é darlle unha nova vida ás construcións que hoxe se atopan en desuso”, comentan a este periódico fuentes de la Consellería de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, destacando además que con ello buscan adaptarlas “ao contido da Lei do Solo de Galicia, no relativo ás edificacións tradicionais” en servidumbre de protección.

En este sentido, los cambios que promueve el Gobierno autonómico consisten en una alteración de la disposición transitoria décima del Reglamento General de Costas, así como otra en la disposición adicional tercera de la Ley de Costas.

La primera variación quiere aclarar que el uso residencial y hostelero son análogos e intercambiables. Así se admite en las sentencias del Tribunal Supremo, donde se mantiene que la permuta de destino de una construcción en servidumbre de protección, que al inicio tenía un uso residencial (vivienda) pero después busca abrir un negocio dedicado a la hostelería, o viceversa, no se entiende como un cambio de uso, sino como la continuación del mismo.

Con ello, además, “dotarase a estes inmobles dunha maior seguridade xurídica; permitindo a autorización de usos residenciais, hostaleiros, recreativos ou equipamentos, públicos ou privados (ya que son usos permitidos por la normativa urbanística gallega en estos inmuebles), en construcións tradicionais preexistentes á Lei de Costas”, explican desde Medio Ambiente.

“Estamos a falar de inmobles que (antes) non podían ter outra localización pero que hoxe en día non están operativos e en moitos casos en estado de abandono”, remarcan.

Finalmente, la segunda modificación busca hacer extensible el régimen contemplado en la misma para los BIC (Bienes de Interés Cultural) a todas las propiedades que gocen de cualquier tipo de protección patrimonial en virtud de la normativa sectorial en materia de patrimonio cultural (autonómica y estatal).

28 feb 2021 / 01:00
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