Galicia-Costa afrontará este verano en situación de prealerta por sequía

Los efectos del cambio climático siguen notándose –y cada vez con más fuerza– en nuestra comunidad, donde las elevadas temperaturas le están “ganando terreno” a la lluvia, bastante más débil que hace tiempo pese a que de vez en cuando algún que otro chaparrón nos recuerde eso de ata o corenta de maio non quites o saio. Ya casi estaríamos en ese cuadragésimo día, que se cumplirá mañana, 9 de junio, pero el panorama pinta diferente para la autonomía. Al menos así será para Galicia-Costa, que afrontará el verano en situación de prealerta por sequía prolongada. Este 2022, tocará pues guardar el paraguas antes de lo previsto y prepararnos para otro periodo –como el que hubo ya en 2021– de escasez de agua.

La conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, avanzó precisamente ayer que la demarcación hidrográfica que controla la Xunta de Galicia (Miño-Sil es gestionada por un organismo autónomo dependiente del Gobierno central) afrontará esa situación de prealerta por sequía prolongada y ofreció ayuda a los concellos para incentivar el ahorro de agua y paliar las fugas de las redes.

Así las cosas, junto con el gerente de Augas de Galicia, Gonzalo Mosqueira, informó sobre la situación hidrológica actual en esta cuenca y manifestó que la Oficina Técnica de la Sequía (encabezada por Augas de Galicia e integrada también por Protección Civil, Meteogalicia y la Consellería de Medio Rural) celebrará este miércoles una nueva reunión en la que se mantendrá dicha prealerta debido a los indicadores actuales.

Según Vázquez Mourelle, ni las lluvias inscritas en mayo, ni las de los últimos días, tuvieron efecto en los caudales circulantes, es decir, no fueron suficientes para mudar la situación de prealerta por sequía prolongada que lleva padeciendo Galicia-Costa desde el mes de febrero.

Asimismo, subrayó que la evolución hidrológica y meteorológica del último mes refleja datos que obligan a mantener esta situación de prealerta, ya que tras un abril seco, mayo resultó también muy seco, con un porcentaje de lluvia un 61% menor de lo normal.

En esta línea, la conselleira indicó que el caudal medio de los ríos en mayo fue inferior al de los últimos diez años, estando un 46% por debajo de los valores habituales para esta época; y los datos disponibles a nivel de aguas subterráneas evidencian un ligero empeoramiento frente a abril.

Respecto a la ocupación de los embalses, explicó que todos están estables, con las reservas de agua embalsada para abastecimiento al 93,73% de la capacidad, sensiblemente inferior al del año pasado, cuando llegaba al 98,37%.

pioneros EN INSTRUMENTOS NORMATIVOS. La titular de Infraestruturas e Mobilidade recordó que el Gobierno gallego, con el fin de estar mejor preparada para este tipo de episodios, viene haciendo un singular esfuerzo normativo en los últimos años para mejorar el uso, la gestión y la calidad del agua.

Sobre ello, la conselleira citó la Ley de medidas de garantía de abastecimiento en episodios de sequía y en situaciones de riesgo sanitario, en vigor desde enero de 2020, siendo Galicia la primera comunidad que elevó al máximo rango normativo la protección del derecho del agua y a la vanguardia en la adaptación al cambio climático.

Se refirió, también, a la reciente aprobación en Consello da Xunta del Plan Hidrológico de Galicia-Costa 2021-2027, que establece actuaciones y medidas normativas para fomentar una gestión más sostenible del agua, adaptada al cambio climático. Un plan, dijo, que con el fin de ordenar la respuesta ante esos eventos y garantizar el abastecimiento de agua a los ciudadanos, les proporciona a las administraciones instrumentos jurídicos para hacerles frente.

Ethel Vázquez también detalló que este plan establece una gestión diferenciada para las situaciones de sequía prolongada, como la actual, derivadas de la merma de las lluvias; y la de escasez coyuntural, relacionada con las dificultades para atender la demanda de agua y en la que se establecen varios escenarios: de normalidad, de prealerta, de alerta y de emergencia.

En este contexto, la titular de Infraestruturas remarcó la importancia de la implicación de todas las administraciones y del conjunto de los ciudadanos gallegos, por lo que este proceso de planificación frente a las sequías debe completarse con los planes de emergencia de carácter municipal, al ser los ayuntamientos las administraciones que gestionan los sistemas de abastecimiento.

Recordó que, gracias a las ayudas de la Xunta de los últimos 3 años, un total de 104 ayuntamientos disponen de uno de estos planes municipales de emergencia frente a sequía, 46 de ellos de la demarcación de Galicia-Costa. Además de los mencionados, también constan con planes frente a seca el Ayuntamiento de Santiago y el Consorcio do Louro, estando redactado del mismo modo el del Ayuntamiento de Carballo.

Vázquez instó a los demás municipios para que se doten de estos planes y se anticipen ante los eventuales escenarios de sequía, especialmente a aquellos concellos de más de 20.000 habitantes, en los que es obligatorio tener ese plan de emergencia.

USAR EL AGUA DE FORMA RESPONSABLE y evitar las fugas de redes. La conselleira también hizo hincapié en que la escasez de precipitaciones que vive Galicia desde octubre hace necesaria la implicación de las localidades para lograr ahorrar agua, controlando su uso.

Así, hizo otro llamamiento para que tanto los municipios como los ciudadanos a nivel particular procedan a activar medidas como la restricción de riegos, evitar el lavado innecesario de los coches, limitar el llenado de las piscinas o reutilizar ese agua para otros empleos y así evitar problemas mayores en la época en la que nos adentramos, cuando menos llueve y demanda hay de agua.

También valoró el impacto negativo de las pérdidas en las redes de abastecimiento locales. En esta línea, la Ley de garantía de abastecimiento establecía 2 años para que los concellos llevaran a cabo una auditoría para cuantificar las pérdidas de agua.