Galicia entrará de lleno en 2021 en la era de la computación cuántica

Google, Intel, IBM o Honeywell saben que el futuro está en la computación cuántica, y han volcado en ello sus departamentos de I+D+i. Es una guerra por la supremacía en esta revolucionaria tecnología donde EE.UU. y China han encontrado un nuevo campo de batalla. Un universo de innovaciones en el que Galicia no tardará en entrar y estará presente desde 2021, con un epicentro lógico: el del Centro de Supercomputación de Galicia (Cesga) con sede en Santiago de Compostela.

A los últimos desarrollos de las multinacionales tecnológicas estadounidenses en los pasados dos años, en los que parecían llevar la voz cantante, respondió la semana pasada el gigante asiático con un ordenador cuántico que habría operado 100 billones de veces más rápido que las supercomputadoras más poderosas, como la Fugaku en Japón o la Summit de EE.UU.

Lo anunció a bombo y platillo a la comunidad científica, primero (se publicó en la revista Science) y luego China lo difundió a través de todas sus embajadas, incluida la española. Son prototipos que tienen nombre y apellidos: el asiático se conoce como un antiguo texto autóctono de matemáticas, Jiuzhang, que acaba de demostrar, como hizo en su día la máquina de Google, llamada Sycamore –como el árbol, el sicomoro, en ingles– que es capaz de realizar un cálculo ultracomplejo que a una computadora tradicional le supondría miles de millones de años, ya no en días ni minutos: sus resultados se obtienen en segundos. En este caso, el ordenador cuántico chino calculó en doscientos segundos una operación que a uno tradicional le hubiese llevado en torno a quinientos mil años.

Cada iniciativa utiliza sus propias tecnologías: la china un complejo conjunto de dispositivos ópticos que transportan fotones, la estadounidense superconductores que conducen la energía sin resistencia, lo que hace que sea mucho más rápido que los chips de silicio. Pero la base está en la aplicación de los principios de la física cuántica nacida ya comienzos del siglo pasado de mentes tan brillantes como las de Max Planck y Albert Einstein. El caso es que en vez de plantear un mundo de unos y ceros, el mundo de los bits, abren la escala a un universo cuántico, el de los qubits, donde del 0 al 1 hay múltiples posibilidades, incluso simultáneas.

La UE lanzó en 2018 el Flagship Quantum Technologies, programa que buscaba apoyar el trabajo de cientos de investigadores cuánticos durante diez años, con un presupuesto previsto de mil millones de euros. Hasta 2021 se invierten 152 millones en un total de 24 proyectos.

En España hasta la fecha se conocen iniciativas como la alianza del CSIC con IBM establecida en 2019, en País Vasco se trabaja en iniciativas y en formación, y en Barcelona o Madrid los investigadores arrancan sus planes académicos y empresariales.

¿Y la comunidad gallega? Aquí los Orzamentos 2021 nos ponían sobreaviso de que la comunidad se suma a este tren. La Xunta confirmó a este periódico que está poniendo en marcha el Polo de Investigación e Innovación de Galicia, “que permitirá desarrollar y experimentar con tecnologías de computación y comunicaciones cuánticas”.

Se persigue crear un ecosistema de I+D+i que sitúe a Galicia “en una posición de liderazgo en una tecnología emergente que supondrá un nuevo paradigma en la transformación digital”, gracias al citado mix de la rapidez que aporta al procesamiento de datos y la capacidad de resolver problemas complejos.

En las cuentas para 2021 de la Vicepresidencia segunda y Consellería de Economía, Empresa e Innovación se recogen 15 millones de euros, pertenecientes a los nuevos fondos REACT-UE, “para la adquisición del supercomputador cuántico del Cesga”.

Habrá que ver cómo se implementa, pues el espacio en la actual sede del Centro de Supercomputación de Galicia es limitado y estos voluminosos ingenios trabajan a temperatura de 0 absoluto, que son -273 grados centígrados.

Esta infraestructura de alta tecnología permitirá no solo experimentar con las novedosas herramientas computacionales, donde queda mucho por descubrir y por avanzar: también se apoyará la transición digital de los sectores productivos y a los centros de conocimiento gallegos, como palanca de apoyo a las estrategias digitales que está impulsando la Xunta.

Detallan desde Economía que habrá un nodo o centro en Santiago destinado principalmente a las tecnologías de computación cuántica situado en la sede del Cesga, en el campus de la USC; y un segundo nodo en Vigo, donde nacerá el laboratorio de comunicaciones cuánticas. La Agencia Espacial Europea (ESA) seleccionó a la Universidade de Vigo para realizar el estudio detallado de este nuevo centro en la urbe olívica.

Red de fibra de ultra velocidad. Los dos estarán conectados entre sí y con otros relevantes en sectores estratégicos para Galicia, enlace que se realizará con una red de fibra óptica especialmente diseñada para comunicaciones cuánticas de larga distancia. El fin es articular ese polo de I+D+i que combine todas las tecnologías cuánticas que permitan a Galicia alcanzar un puesto en cabeza en este nuevo paradigma de la transformación digital, pura revolución tecnológica, que impulse a sectores clave.

En paralelo, esta nueva meca de innovación también es uno de los primeros proyectos que la Xunta envió al Gobierno central para optar a los fondos europeos de recuperación Next Generation, en concreto 32 millones de €.