Galicia perdió la mitad de oficinas bancarias desde la anterior crisis
Desde su máximo en septiembre de 2008, la comunidad pasó de tener 2.539
a 1.231 oficinas // En grandes ciudades como Ourense disminuyeron el 60%
No hay que ser un erudito para saber que la banca física está de capa caída. La digitalización, sumada al continuo enganche de crisis, que comenzó en la explosión del ladrillo, extendiéndose hasta el abordaje del COVID-19, tocaron y hundirán el “negocio sucursal”. Trajes, corbatas y despachos desaparecerán. Ya lo llevan haciendo años. En Galicia, el problema traspasa las fronteras rurales hasta llegar a los núcleos urbanos.
Hubo un tiempo en el que todo brillaba, cuando eran demasiados los préstamos que se concedían. La demanda y el beneficio bancario derivó en la progresiva apertura de más oficinas. Respecto al territorio gallego, según los datos del Banco de España, el esplendor máximo llegó en septiembre de 2008: había 2.539 instalaciones de entidades de crédito y EFC (establecimientos financieros de crédito).
Actualmente (a diciembre de 2020) quedan 1.231 locales de esta índole (un 51,52% menos), es decir, más de la mitad cerraron. Y este año se esperan todavía más. Por provincias, la de A Coruña llegó a tener 997 sucursales, pero a finales del pasado año se cifraron en 501 (-49,75%); la de Pontevedra tocó cima con 830 para descender hasta las 367 que reflejan las estadísticas (-55,87%); la de Ourense dejó atrás los tiempos en los que poseía 435 y alberga 167 (-61,61%); y Lugo varió de 387 a 196 (-49,35%).
EL FUTURO NOS LLEVA AL PASADO. En base a estos datos, para conseguir llegar hasta el periodo en la que había menos sucursales por provincia gallega, debemos remontarnos a junio de 1977, hace 44 años, en el supuesto de A Coruña, cuando había 497 sucursales (solo cuatro menos); y hasta diciembre de 1975, hace 46 años, en el caso de Pontevedra, cuando había 358 oficinas (nueve menos).
Para Lugo y Ourense es otra liga. Habría que viajar hasta marzo de 1974, cuando el Banco de España empezó la serie histórica, hace unos 47 años. Por aquella, la demarcación lucense albergaba 193 oficinas (tres menos), pero lo que “escandaliza” es la presente situación de la región ourensana, pues entonces había 223 sucursales (increíblemente 56 más).
Sí, como pueden ver, había más establecimientos bancarios en diciembre de 1974, un año después de que Martín Cooper (directivo de Motorola) realizase la primera llamada con un teléfono móvil, que ahora. De hecho, la provincia lleva acogiendo menos locales de este tipo desde junio de 2015 y, tras esta fecha, salvo tres trimestres fortuitos (que se mantuvo) ha ido alcanzando nuevos fondos.
LAS URBES PRINCIPALES SE VACÍAN. Según el registro de oficinas de entidades supervisadas del Banco de España, las siete grandes ciudades gallegas pasaron de concentrar 699 (en diciembre de 2015) a 487 (en diciembre de 2020): una bajada del 30,33%. Tres de cada 10 locales (bancos, cooperativas de crédito, entidades de pago, establecimientos financieros y sucursales comunitarias) echaron su cierre para siempre en los últimos cinco años.
Conforme al mismo listado y fechas, además, cabe destacar que la clausura de dichos negocios físicos se pronunció especialmente sobre los concellos del oeste galaico. El este aguantó “más”. Al menos en los principales municipios. Así las cosas, Ourense pasó de 75 a 56 locales durante el citado espacio temporal (-25,33%) mientras en Lugo descendió de 60 a 44 (-26,66%).
El ayuntamiento en mejor lugar tras ellos es A Coruña, donde cayeron desde las 189 hasta las 137 instalaciones (-27,51%). Después quedan las demás, manteniendo disminuciones bastante más significativas que acusan el peligro de extinción de sucursales.
A la cabeza está Ferrol, que pasó de 40 a 25 oficinas (un -37,5%), seguida de Pontevedra, donde descendieron desde las 55 hasta las 35 sucursales (-36,36%); Vigo, que rebajó las suyas de 201 a 136 (otro -32,34%); y en última posición, pero delante, Santiago, donde bajaron de 79 a 54 (-31,65%).
EL VIRUS. Evidentemente el COVID-19 también revolucionó la banca física en la autonomía. De marzo a diciembre de 2020, Galicia pasó de tener 1.352 a 1.231 oficinas de entidades de crédito y EFC. A sabiendas de que los datos hasta marzo se incluyen en la primera cifra, los siguientes 275 días cerraron 121 sucursales: casi una cada dos jornadas.
Además, durante ese periodo, Pontevedra pasó de 416 a 367 establecimientos (49 menos, un -11,78%); Lugo de 218 a 196 (22 menos, -10,09%); Ourense de 182 a 167 (15 menos, un -8,24%); y A Coruña de 536 a 501 (35 menos, un 6,53%).
oficinas en la capital española Madrid, el municipio con más población a nivel nacional cuenta con un total de 270 sucursales más dentro de su perímetro que toda Galicia junta, que tiene 1.231, si se comparan las estadísticas del Banco de España para diciembre de 2020.
Menor densidad bancaria La densidad de oficinas operativas de entidades de crédito y EFC varió sustancialmente desde septiembre de 2008 hasta diciembre de 2020. Para la primera fecha citada, el número de sucursales por kilómetro cuadrado era superior especialmente en las provincias del Atlántico.
Hasta la mitad Mientras Pontevedra pasó de 0,18 establecimientos por km2 a 0,08 (cayendo más de la mitad) en A Coruña ocurrió prácticamente lo mismo (de 0,13 a 0,06). También impacta la bajada en Ourense (de 0,05 a 0,02) y preocupa la de Lugo (de 0,03 a 0,02 sucursales por km2).
Nuevos avisos Ya en 2021, concretamente este mes de abril, algunas entidades bancarias han avisado que cerrarán sucursales en la comunidad o, al menos, lo están dejando caer. Es el caso de BBVA, que bajara 3.789 despidos y cerrar 530 oficinas (59 en Galicia, Asturias y Castilla y León)
También CaixaBank, tras su fusión con Bankia, con un ERE a 90 empleados en Galicia y 1.534 oficinas cerradas en España entre sus previsiones, conforme resalta La Información. Por otro lado, Banco Santander avisó el pasado marzo, según lo publicado, del cierre de 80 sucursales en la autonomía.