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ENTREVISTA
Javier Taibo, responsable del área de negocio de biogás de Norvento

“Galicia tiene la oportunidad de liderar el sector del biogás en los próximos años”

{Frankfurt am Main, Alemania, 1981} Acaba de entrar en una Norvento que ya tiene sus primeros grandes parques eólicos girando y generando luz en Galicia, y “para alguien que llega nuevo llama la atención encontrarse una actividad tan amplia y tan comprometida con avanzar tecnológicamente”. Apunta que “tenemos 30 años para descarbonizar por completo nuestra economía, y aquí ya trabajamos en contribuir a ello desde distintas vertientes”. Una de ellas, el biogás.

¿Qué tiene el biogás para que se convirtiese en tendencia entre las compañías energéticas?

Sin duda hay diferentes motivos. Desde un punto de vista estratégico, cabe destacar que el biogás se perfila como el primero de los gases renovables que permitirá contribuir a la transición hacia la descarbonización del sector energético y alcanzar los objetivos de reducción de gases de efecto invernadero marcados por la Agenda 2030. A diferencia de otros países de Europa, el marco regulatorio y de incentivos en España no ha propiciado el despliegue de esta tipología de proyectos en la pasada década, a pesar de la madurez de la tecnología. Soy optimista, y creo que en el espacio de un par de años veremos materializados un número creciente de proyectos que contribuirán de forma significativa la implementación de modelos de economía circular que incorporen una gestión in situ de los residuos.

¿De dónde podemos extraerlo?

El biogás, compuesto por metano fundamentalmente, lo producen unas bacterias durante la digestión de materia orgánica en unas condiciones concretas de temperatura y ausencia de oxígeno. Cualquier empresa del sector primario o industria con efluentes o subproductos que contengan materia orgánica biodegradable, son susceptibles de generar biogás, aunque resulta necesario estudiar caso a caso la forma correcta de llevarlo a cabo. Se trata de una tecnología segura para valorizar energéticamente residuos, permitiendo extraer un valor añadido a los mismos de forma previa a su gestión posterior.

Galicia, por su todavía importante peso agrícola y ganadero, además de la industria alimenticia... ¿Qué potencial tiene en este campo?

Muy elevado. El sector primario y la industria agroalimentaria constituyen, sin duda, los sectores con mayor potencial disponible. Para poder extraer este potencial, resulta necesario pensar en un modelo de generación distribuida de biogás, a diferencia de grandes proyectos de concentración de residuos, cuya viabilidad muchas veces resulta cuestionable desde un punto de vista operativo. Galicia probablemente sea una de las comunidades que más partido le puede sacar a corto plazo al biogás, por el número y la dispersión de explotaciones ganaderas e industria agroalimentaria.

¿Qué hacía Norvento en este terreno y cuáles son los planes ahora tras su fichaje, qué proyecto existe?

Norvento trabaja en el ámbito de la generación distribuida de energía con muchas tecnologías distintas. Ahí está el aerogenerador nED100, las plantas fotovoltaicas para autoconsumo, los sistemas de baterías, las microrredes, y ahora también el biogás. No hay muchas empresas con bagaje tan amplio en cuestión de manejo de distintas tecnologías energéticas. Pero nuestro camino con el biogás no ha empezado aquí, ya llevábamos años trabajando bajo el radar y desarrollando know-how y tecnología con varios proyectos. Ahora llega el momento de poner ese trabajo previo en valor y convertirlo en un negocio, vemos que el contexto empieza a ser apropiado. Nuestra idea es poder atender la demanda creciente en el mercado español y ya estamos trabajando con industrias de diversos sectores.

¿Podríamos imaginarnos una red de biogás distribuida? Con pequeñas plantas con capacidad incluso de inyectar a los gasoductos...

Es una posibilidad muy razonable habida cuenta de que hay una infraestructura ya construida, como las redes de distribución y transporte de gas natural. Vemos un futuro con plantas que contemplen un aprovechamiento de los residuos in situ y un consumo en la propia instalación para generar electricidad o calor, o alternativamente, como comenta, su inyección a la red si está próxima a la planta. Es importante recalcar que no existe una única solución de biogás, cada caso es diferente y se debe valorar cual es el mejor uso para el gas generado.

¿Qué podría ganar una granja de, digamos, cien vacas, si apuesta por el biogás? ¿Y una gran cooperativa láctea, cárnica, conservera...?

Por un lado, podrá conseguir un ahorro relevante en el consumo de energía, sea electricidad o gas, de la red. El potencial en algunos casos es enorme, pudiendo autoabastecerse por completo con biogás, en otros es algo más modesto y será una parte de su consumo. Por otro lado, y a diferencia de otras tecnologías energéticas, la generación de biogás permite una gestión de residuos más eficaz, al reducir el volumen y acelerar la descomposición de los residuos orgánicos, facilitando su posterior tratamiento. Esto suele ser siempre un reto con los residuos orgánicos, tanto en explotaciones ganaderas como en industrias alimentarias, por lo que no es una faceta que debamos olvidar al hablar de los beneficios del biogás.

¿Qué otros usos podríamos darle a esta materia prima?

Además de permitir la generación de energía eléctrica y térmica in situ para autoconsumo, permite ser utilizado para otros usos, como en vehículos que estén preparados para trabajar con gas natural. Tras un proceso de depuración del biogás su composición se parece mucho a la del gas natural y su capacidad energética también. Ahí vemos posibilidades como que empresas con flotas de vehículos que emplean gas natural puedan hacer la transición hacia vehículos que funcionen en base al biogás, previo tratamiento como hemos comentado.

¿Por qué es un elemento relevante dentro de la sostenibilidad ambiental y la economía circular?

Porque la tecnología se basa en dar valor a lo que de otra forma es un problema, los residuos. Maximiza el aprovechamiento que se pueda hacer de éstos. Y vamos a un marco en el que no será admisible ninguna actividad que no aproveche al máximo el potencial existente de las materias primas que trate, no hay otra forma de alcanzar los objetivos de emisiones netas nulas en 2050 que nos hemos marcado. Soluciones como esta pueden contribuir a sacar el máximo partido a recursos que ya tenemos a nuestro alcance.

Si buscamos ejemplos a imitar en otros países... ¿Cuáles serían y qué cosas reseñables están haciendo en la actualidad? ¿Y a quién me puede citar que lo está haciendo bien hoy en España y Galicia?

El caso de Alemania es llamativo por lo desarrollado que está su mercado. Las plantas de biogás son muy comunes allí, donde superan las diez mil. España, que hoy cuenta con poco más que doscientas plantas, tiene un enorme recorrido en este campo, especialmente teniendo en cuenta que es particularmente útil en el sector primario. Respondiendo a la segunda pregunta, en los últimos meses hemos observado que se están sentando las bases en España para el despliegue de los gases renovables, y en particular del biogás, y Galicia tienen la oportunidad de liderar este sector en los próximos años, como ya lo viene haciendo en la industria eólica.

Una gran diversificación

Javier Taibo es Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos por la Universidade de A Coruña y MBA por Insead. Cuenta con una amplia experiencia en construcción, maquinaria pesada, y energía, y desarrolló su carrera tanto en España como en el extranjero, en particular en Alemania y Suiza, trabajando para grandes multinacionales.

Destaca sobre Norvento que “ha diversificado su trabajo con distintas tecnologías desde hace ya mucho tiempo, aunque lógicamente la cara más visible es la eólica”. Apunta, sin embargo, que desde sus inicios “trabajó también con hidráulica, luego solar, biomasa, biogás, ahora con almacenamiento eléctrico y sistemas de gestión de energía”. Pero lo más llamativo en su opinión “no es cuántas tecnologías renovables manejamos, sino la profundidad con la que las conocemos, hasta el punto de habernos convertido en tecnólogos con el diseño y fabricación de productos como nuestro aerogenerador, los convertidores electrónicos para sistemas de baterías, o los sistemas de gestión de energía”, sostiene Taibo.

17 jul 2020 / 00:00
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