Golpe a ‘os Ferraos’ tras la detención de 10 de sus miembros

Una veintena de registros en zonas de la comarca de Pontevedra como la propia capital, Poio (epicentro de la actuación policial), Campelo y Marcón y en las ciudades de Ourense y Ponferrada acabaron con una decena de detenciones (algunas fuentes hablaban de doce con el operativo abierto) vinculadas con el denominado clan os Ferraos (antes conocidos como los Butaneros) a los que se le relacionan con el tráfico de drogas a media escala tanto en la provincia pontevedresa como en otros puntos de la comunidad gallega.

Su principal actividad sería la de la venta a distribuidores locales aunque alguno de sus miembros cuenta con numerosos antecedentes por narcotráfico al participar en descargas de hachís y cocaína; es más, a alguno de los líderes de este grupo se les detuvo con cerca de una tonelada de hachís en Murcia.

Fuentes de la investigación confirman que este operativo, que forma parte de un dispositivo ordenado por el Ministerio del Interior, trata de acabar con clanes medianos que se encargan de distribuir las sustancias estupefacientes que se introducen en España por las costas gallegas. Son clanes consolidados y generalmente bastante peligrosos que adquieren pequeñas cantidades de droga (nunca más de 20 kilos de cocaína, por ejemplo) y que las revenden por distintos puntos de la geografía gallega y comunidades limítrofes.

Su centro de operaciones estaba en el municipio pontevedrés de Poio, en donde se han concentrado los principales registros, concretamente en los lugares de Lourido y Campelo, donde se detuvo a uno de los integrantes de esta red criminal y se han inspeccionado varias viviendas., además de un desguace situado en Marcón.

En la provincia de Pontevedra las autoridades detuvieron a otras tres personas, dos de ellas en la ciudad del Lérez y una tercera en el municipio de Mos. Otros dos detenidos, según las fuentes consultadas por Efe, fueron interceptados en Ourense y Ponferrada, con un arresto en cada una de estas localidades.

Por ahora se desconoce dónde fueron detenidos el resto de los miembros de este clan, aunque alguno de ellos se encuentra en prisión.

Los registros se efectuaron en propiedades de los integrantes y testaferros del clan; en concreto, en el desguace de Marcón buscaban drogas, armas y vehículos utilizados en los intercambios de drogas. En el amplio dispositivo participaron agentes de la unidad contra el crimen organizado (UCO) de la Guardia Civil y de la unidad de delincuencia y crimen organizado (Udyco) de la Policía Nacional, con el apoyo de sus respectivas unidades caninas y un helicóptero. Los agentes antidroga tenían a este clan bajo vigilancia desde hace varios años: cada poco tiempo se detenía alguno de ellos.