Jóvenes activistas en lucha por una educación más equitativa
Como cada año la Campaña Mundial por la Educación (CME) organiza su Semana de Acción Mundial (SAME), liderada por las organizaciones Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas, Taller de Solidaridad y la Universidade de Santiago (USC) reclamando una educación inclusiva, equitativa y de calidad en todo el mundo.
Bajo el lema Mil millones de voces, esta edición pretende visibilizar cómo la COVID-19 está afectando la educación de más de mil millones de personas y agravando la crisis mundial de financiación de la educación. Si ya antes de la pandemia había 258 millones de niños sin escolarizar, ahora la cifra aumentó, agravando la brecha social y de género.
Se calcula que con el cierre de escuelas en el momento más crudo de la pandemia casi 1.500 millones de estudiantes vieron vulnerado su derecho a la educación.
Mónica Viqueira, coordinadora de la campaña en Galicia advierte de que “estamos ante la crisis educativa más urgente de todos los tiempos. Si no se toman medidas, la COVID-19 podría dejar había sido de las aulas a 24 millones de estudiantes más”. “Es fundamental que los gobiernos coordinen una respuesta global basada en una adecuada financiación pública de la educación. No estamos ante un gasto, sino ante una oportunidad de invertir”.
Algunos de los jóvenes activistas de la campaña nos cuentan sus vivencias. Como Javier Vázquez, joven de 20 años de Santiago, que estudia Trabajo Social. Explica lo importante que es dar a conocer los problemas de educación en el mundo porque “mucha gente desconoce que en el mundo hay millones de niños que no tienen derecho a la educación con las consecuencias que tiene”. También María Hermida, estudiante granadina de Educación Social forma parte de los jóvenes concienciados con este problema. Participar en la campaña le ha enseñado “a perfeccionar mi escucha y mi trabajo en equipo, y a creer en mis capacidades más, asegura, y añade que la participación en este tipo de iniciativas “es importante la participación ciudadana porque la educación es algo que nos incumbe a todos, sin dejar a nadie atrás, yendo mucho más allá de los centros educativos”.
Desde A Coruña, Patricia Meléndez, que cursa Doble Grado en Turismo y Empresariales por la UDC (3º curso y actualmente de Erasmus en Olsztyn, Polonia), dice que su trabajo a favor de la educación “espero que sirva para las generaciones futuras sobre todo” y lograr que “el mundo entienda que la educación es la base de la sociedad en la que vivimos”, remata.
Finalmente, Lidia Santiago, compostelana y estudiante de Educación Infantil, es voluntaria de la ONG Entreculturas y como activista en este campaña cree en la importancia de valorar lo que se tiene porque en otros lugares “el acceso al sistema es muy difícil o simplemente nulo porque no hay escuelas, profes, accesibilidad a ellas, o simplemente por la ideología de algunas familias ”.
En Galicia, la coalición de la CME está formada por Ayuda en Acción, Educo, Entreculturas, Taller de Solidaridad y la USC. Están impulsando acciones como la elaboración de murales de las emociones en distintos centros educativos, talleres de ciberactivismo para brindar la juventud gallega herramientas para reivindicar el derecho a la educación –cuatro de estos jóvenes activistas nos cuentan su experiencia– , jornadas de educación para la ciudadanía global en las tres universidades gallegas, y una campaña en redes sociales (# MilMillonesdeVoces), entre otras. Aunque la SAME es del 26 al 30 de abril, las actividades se prolongarán hasta mayo.