La construcción avanza hacia la industrialización

La construcción en España avanza hacia la industrialización. La crisis provocada por el coronavirus ha puesto de manifiesto, aún más si cabe, la necesidad de apostar en esta dirección, con proyectos que requieren un estudio más detallado y una cooperación entre equipos y profesionales. La conciencia en España está cambiando, eliminándose las trabas que había históricamente, por lo que cada vez son más habituales este tipo de obras.

“Existe un consenso casi generalizado de progresar por este camino, lo cual también implica ciertos retoques incluso en la forma de financiar las obras. Lo cierto es que se están moviendo cosas para que se pueda trabajar de esta manera, ya que es una construcción mucho más efectiva, con menos residuos y menos emisiones de dióxido de carbono”, destaca Daniel Hermosilla, CEO de Grupo Rodiñas.

Esta mayor efectividad viene a solucionar dos problemas de los que adolece el sector. Por un lado, la histórica falta de productividad y, por el otro lado, la escasez actual de mano de obra cualificada. De este modo, indica el gerente, “la formación de un operario para trabajar en fábrica es menos artesanal, un estilo más enseñable”.

La rotura de la cadena entre oficial y aprendiz como consecuencia de la crisis económica del 2008, el tamaño reducido de las generaciones de entrada en el mercado laboral y la disminución de las migraciones diarias o semanales desde Portugal se han convertido en unas grandes problemáticas para es estilo de construcción tradicional, pero estas no le han afectado a la industrialización, ya que “cuanto más industrializas, la cantidad de personal necesaria es menor”.

Además, los puestos de trabajo en una industria “son mucho más atractivos que los de la obra en sí”, remarca Daniel, destacando que no se trabaja a la intemperie y que existen unos horarios y un lugar de trabajo fijos.

Con todo, apuntan, entre los cambios que se deben llevar a cabo en el sector se encuentran los estudios previos de Formación Profesional, para que exista un ciclo que encaje completamente. “Necesitamos perfiles con conocimientos de manejo de planos, de distintos tipos de maquinaria y el empleo de máquinas de industrias u otras genéricas. Por eso, habrá que ir definiéndolo y perfilándolo, entre Administraciones e industrias, para conseguir unos operarios lo más cualificados posibles”, analiza el CEO de la empresa.

Como señal de que este tipo de procesos son el futuro, Grupo Rodiñas ha afrontado esta pandemia del coronavirus sin plantear ningún ERTE y manteniendo la carga de trabajo. “De los contratos que teníamos firmados, solo se cayeron un par de ellos de algún sector que se vio muy afectado por el confinamiento. Los demás, siguen en marcha, y ahora tenemos que comprobar que sucede con aquellos que estaban para iniciarse. El ritmo actual de trabajo es bueno y esperamos que siga así”, comenta.

Al trabajar en fábrica, las medidas de seguridad resultaron más sencillas de llevar a cabo, ya que facilita el distanciamiento social. A mayores, en el caso concreto de Grupo Rodiñas, “alteramos los horarios y los turnos para evitar que se acumulase demasiada gente en los vestuarios”, enumera Daniel.

Todas estas ventajas de la industrialización llevan al país a seguir el camino de otros homólogos europeos, apostando, cada vez más, por estos proyectos. A medida que la demanda aumenta, también crece la inversión de las industrias por una rama del sector en la que Grupo Rodiñas se encuentra ampliamente asentada, siendo uno de los líderes en la comunidad.