La cumbre en San Caetano deja más cordialidad que acuerdos
Rueda da por conseguido el apoyo de BNG y PSdeG para alguna demanda al Gobierno, como las relativas a la convocatoria de plazas MIR o los fondos europeos, pero hubo consensos concretos
La cumbre celebrada este lunes en San Caetano entre el presidente de la Xunta y los líderes de la oposición, dos encuentros por separado de una hora y media cada uno, se cerró con valoraciones dispares, aunque todos coinciden en la falta de consensos concretos. Alfonso Rueda, por su parte, considera que recabó el apoyo de Ana Pontón (BNG) y Valentín González Formoso (PSdeG), para realizar determinadas demandas al Ejecutivo central, relativas a la convocatoria de plazas MIR, por ejemplo, o a los fondos europeos Next Generation, si bien admitió que ambos cara a cara se saldaron sin acuerdos.
Como “primera valoración”, subrayó que el hecho de reunirse para intercambiar opiniones y planteamientos es “una buena noticia en sí misma”, igual que se mostró “satisfecho por el tono cordial” en el que se desarrollaron las reuniones. En la línea de días pasados, insistió en que su prioridad era buscar una postura de país en cuestiones que ya trasladó al Gobierno y que espera abordar en la reunión que tiene pendiente con Pedro Sánchez: en el ámbito sanitario (la ampliación de convocatorias MIR), la descentralización de los fondos Next Generation o el impulso de competencias como la de Costas. Al respecto, aunque admitió que no se cerró ningún acuerdo concreto, constató “coincidencia en cuanto a la preocupación por estos temas” y dio por conseguido “el apoyo” puntual de ambos, o de uno u otro con mayor o menor intensidad en función del asunto.
Por ejemplo, con respecto a las convocatorias MIR destacó el respaldo de ambos, mientras que también percibió el “apoyo” de Formoso en cuanto a lograr respaldo de los Next para desarrollar los proyectos tractores pendientes en Galicia, y la proximidad de Pontón en demandas de competencias como la de costas o el traspaso de la AP-9.
Eso sí, constató también que “no” dieron importancia a las infraestructuras pendientes –por ejemplo la extensión de la alta velocidad a las principales ciudades, para lo que resulta imprescindible la llegada de los trenes Avril, comprometida para junio–. “Y la tiene”, contrapuso.
Si Pontón defendió una reforma estatutaria para facilitar el logro de competencias como la que atañe al litoral, entre otras cuestiones “más ambiciosas”, Rueda replicó que los servicios jurídicos avalan que no es necesario y que así se lo trasladó a la nacionalista. Preguntado acerca de si estaría dispuesto a abordar esta modificación, replicó que ahora la prioridad es “centrarse en lo que hay sobre la mesa” y solventar “los problemas de Galicia”. “Eso vamos a cerrarlo ya; si a partir de ahí podemos hablar, yo no digo que no. Pero la prioridad es solventar los problemas de Galicia”, zanjó.
Sabela Arias. Santiago. Tras salir de su encuentro con el presidente, la portavoz nacional del BNG , Ana Pontón, se preguntó para qué” les convocó Alfonso Rueda, lamentando que “no quiere llegar a acuerdos en materias que son asuntos directamente de su competencia”. “No sé si quería esa foto, la tiene, pero los gallegos no van a tener alternativas”, recriminó en declaraciones a los medios.
Reprochó que no se hayan abordado cuestiones concretas para Galicia, más allá de asuntos para dirigir al Gobierno central, como la reclamación de las competencias de costas o una convocatoria extraordinaria de MIR, así como la descentralización de los Next Generation. En este sentido, y aunque señaló que Rueda puso encima de la mesa “generalidades”, aseguró que su formación “siempre va a estar en defensa de los intereses de Galicia, gobierne quien gobierne en Madrid”.
En cuanto a la cuestión de las competencias de costas, Pontón planteó que está de acuerdo pero también de “una agenda más ambiciosa”, ya que detectó que con el actual Estatuto hay al menos “71 ámbitos” para reclamar materias. En todo caso, planteó la posibilidad de “abrir” la reforma del marco estatutario, con el fin de “blindar” Galicia frente a la “centralización”, así como la “financiación” gallega.
“Acudimos con voluntad de sumar, de acordar, de poner sobre la mesa alternativas, porque hay muchas personas pasándolo mal”, arrancó Pontón su intervención. Remarcó que los temas pendientes son “muy variados y necesitan un impulso”. Así, concluyó que el “PP es más pasado”, mientras que “hay un país que reclama una alternativa sólida, soluciones y tener una visión estratégica para afrontar los retos de futuro”, una opción que “desde la humildad” dijo representar.
La portavoz nacional del BNG salió con dudas sobre la utilidad del encuentro. “Veníamos con propuestas concretas, solo necesitaban voluntad política”, defendió, para exponer que se trataba de llegar a acuerdos en sanidad –un paquete de 200 millones destinado prioritariamente a atención primaria–, crisis de precios, residencias para mayores públicas y “frenar el bum eólico y especulativo”, poniendo “la energía al servicio” de la gente y “respetando el medio ambiente”.
Reprobó, por ejemplo, que la atención primaria tiene ahora 47 millones menos que en el año 2009, “lo que en parte explica la situación de colapso”. Por eso, propuso un plan de reforma de este ámbito sanitario, con 200 millones para “contratar a más profesionales”, especificamente en áreas como psicología o fisioterapia, y, en definitiva, “poner la atención primaria al servicio de la salud de las personas”. Sobre el cuidado de las personas mayores, recordó que se están proyectando siete residencias, por lo que reclamó que sean “de gestión directa” de la Xunta. “No hay ningún impedimento, solo voluntad política”, aseveró.
En cuanto a la crisis de precios, Pontón puso encima de la mesa subir las pensiones no contributivas, hacer compatible la Risga con el ingreso mínimo vital, rebajar los peajes de las autopistas y más ayudas para las víctimas de violencia de género. Junto a ello, un programa de ayudas directas que ayuden a “sobrevivir” muchas empresas que tienen en “riesgo” su viabilidad.
Como cuarto pilar de sus propuestas se encontraba el modelo energético. “Frenar el bum eólico al servicio del lobby” y poner la energía “al servicio del país, con un modelo de participación pública, respeto al medio ambiente y medio rural, y vincular el desarrollo eólico a la industria y al empleo”. Adicionalmente, Pontón llevó una propuesta para “un pacto gallego por la innovación”, que apueste por “retener talento” y que ponga el foco en que la “ciencia es el futuro”. Finalmente, también incluyó la necesidad “de apostar por el desarrollo de un servicio de cercanías” y que el tren constituya “un elemento vertebral”.
S.A. Santiago. En su balance tras la cita, Valentín Formoso lamentó la existencia de “puntos de desacuerdo importantes” en su reunión con Alfonso Rueda, en ámbitos que, en su opinión, deben ser “esenciales” como la sanidad. “Ante la situación de colapso sanitario, por ejemplo, creo que hay puntos que se proponen en nuestro modelo que significan cifras concretas. Hablamos de igualar el 11% –de incremento medio estatal de inversión en sanidad–, 140 millones de euros más en el presupuesto de cara a 2023, que entendía que sería aceptado sin cortapisas”, sostuvo.
Aunque remarcó que hay “tiempo para seguir profundizando” en estas propuestas, señaló que le hubiese gustado “más concreción”. Con todo, destacó que se acercaron posturas en cuestiones a reclamar ante el Estado, como una mayor flexibilidad para facilitar la convocatoria extraordinaria de plazas MIR. Asimismo, explicó aproximaciones en materia de fondos europeos pero consideró que “la Xunta no pude estar en un ‘simpa’ permanente con el Estado y los gallegos” y debe ejercer sus competencias. Es una entidad, subrayó, “que tiene un presupuesto de casi 12.000 millones, un aparato administrativo formado por 12.000 personas y competencias suficientes para responder a muchas necesidades del pueblo gallego”.
En la misma línea y en referencia a las competencias en materia de costas que la Xunta plantea reclamar al Estado, afirmó que “algunas cuestiones necesitan claramente de una reforma del Estatuto”, que “es el instrumento donde el resto de las autonomías ya hicieron sus deberes” de forma que “tienen un estatuto de segunda generación” mientras Galicia “adolece de uno que no recibe ninguna competencia” en los últimos 13 años y que no fue modificado desde su aprobación.
Tras pedir a Rueda que tome nota de las competencias propias para ayudar a los gallegos en el momento “más difícil” de las últimas décadas, tras una pandemia y los efectos de la guerra de Ucrania, indicó que las propuestas de su partido parten de un “substracto de experiencia en la gestión” a través de las tres diputaciones provinciales y de los pueblos y ciudades desde los que gobiernan al 62% de los gallegos.
Así, argumentó que el aumento de la partida para el Servizo de Axuda no Fogar y la atención a la Dependencia, así como las líneas de ayudas a los transportistas, agricultores, ganaderos o pescadores son medidas que los socialistas ya hacen “desde las diputaciones” que gobiernan.
En materia sanidad, además del aumento en 140 millones del presupuesto de 2023, reclamó la incorporación de un máximo de 48 horas para tener un diagnóstico inicial en Atención Primaria. En materia económica, urgió modificar el modelo para impulsar a los sectores estratégicos, incrementando la inversión en I+D+i hasta alcanzar la media nacional del 1,41% del PIB en dos años.
Además, reivindicó la apuesta por las renovables y reclamó a la Xunta que se sume al pacto eólico firmado por el PSdeG con colectivos y sindicatos. En este punto, apuntó a la necesidad de que autorice antes del 30 de septiembre los parques eólicos que necesita Alcoa para sostener el consumo eléctrico futuro, y antes del 31 de diciembre aquellos que permitan hacer viable la primera planta de hidrógeno verde de Galicia. Igualmente, propuso medidas para afrontar la inflación como la reversión a la mitad, a través de líneas de ayuda, de los 550 millones de euros recaudados por el tramo autonómico del impuesto de hidrocarburos. También abogó por incrementar el mínimo exento do tramo autonómico del IRPF, para rebajar 430 euros a 1 millón de gallegos. Por último, apostó por reforzar la protección social de los mayores, tras las “imágenes preocupantes” reveladas durante la pandemia sobre la “falta de calidad” de la atención en las residencias y ha recordado que el PP no promovió ninguna pública desde la llega de Feijóo a la Xunta.