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La distancia de 1,5 metros en el aula no es suficiente, según un estudio de la UVigo

Las partículas de los aerosoles pequeños, con diámetro de menos de 10 micrometros, pueden permanecer en el aire mucho tiempo

Con el inicio del curso todavía coleando y la adaptación a una nueva realidad en la que más que evitar al coronavirus hay que convivir con él, vuelve a ponerse sobre la mesa una cuestión que no ha dejado de crear debate desde el inicio de la pandemia: la propagación de los aerosoles en los espacios cerrados y, por tanto, la distancia que es necesario garantizar entre alumnos para no exponerlos al contagio en caso de que haya un infectado en la clase.

Este lunes, un trabajo de fin de grado de un alumno de la Universidad de Vigo, Moisés del Puerto, bajo la dirección de los profesores de la Escola de Enxeñaría Aeronáutica e do Espazo Elena Martín Ortega e Iván Area, aportó mayor luz sobre esta cuestión. La pregunta a la que trataron de responder es: ¿Fue suficiente la distancia interpersonal establecida en las aulas el pasado curso, de 1,5 metros?

En concreto, Del Puerto analizó la propagación de los aerosoles en la sala de exámenes del edificio del Campus Auga de Ourense. El resultado concluye que “la distancia interpersonal debería haber sido mayor de 1,5 metros”. Y, para colmo, en estos momentos ni siquiera primará esta distancia, sino que tanto el Ministerio de Sanidad como el de Educación han decidido disminuirla a 1,2 metros para que quepan más niños por clase, en un intento de vuelta a la ‘normalidad’ aún con la variante delta en el ambiente.

CALEFACCIÓN, VENTILACIÓN Y AIRE ACONDICIONADO: VARIABLES DETERMINANTES. “El objetivo fundamental de mi trabajo fue comprender la propagación de los aerosoles en un aula (en particular, en un aula de exámenes) y ayudar a prevenir la propagación del virus del covid en las gotas de saliva”, comenta el autor de la publicación, que señala cómo escogió este tema teniendo en cuenta su actualidad y utilidad, pero también el hecho de que le pareció un problema de mecánica de fluidos “interesante de afrontar”.

Así, su estudio se centró en el modelado del transporte de aerosoles en la sala elegida, bajo diferentes condiciones de ventilación de ‘HVAC’, iniciales que se corresponden con ‘H’ de ‘heating-calefacción’, ‘V’ de ‘ventilating-ventilación’ y ‘AC’ de ‘air conditioned-aire acondicionado’.

El modelo numérico implementado, destaca Del Puerto, “resuelve la inyección de partículas de aerosoles expulsadas por una persona que estornuda, analiza los peores lugares ventilados de la habitación concreta y propone contramedidas para minimizar los riesgos”. Para contrastar el modelo, realizó distintos experimentos con personas reales que sirvieron para afinar el modelo y corroborar la validez de las hipótesis propuestas.

ESPECIFICACIONES TÉCNICAS DEL TRABAJO. Desde el punto de vista técnico, el método de resolución empleado, señala el autor del trabajo, se centra en el modelo de flujo de fluidos multifásicos URANS (para describir el transporte de las diferentes especies de gases), ajustado a la evolución langraxiana de partículas/paquetes para imitar el transporte de aerosoles. Este procedimiento, añade, ya está implementado en el soporte logístico CFD de código abierto OpenFOAM y el método de resolución completo se utilizó en el trabajo en un dominio tridimensional, una vez que se realizó una validación experimental para un caso base.

DIFERENTES DIÁMETROS DE PARTÍCULAS DAN RESULTADOS DISTINTOS. Sobre los resultados alcanzados, Del Puerto señala que “los descubrimientos más relevantes son que las partículas pequeñas con diámetro menor que 10 micrometros pueden permanecer en el aire durante largos periodos de tiempo y que casi pueden ser aproximadas por las líneas de flujo”. Por otro lado, añade, “las gotas mayores con diámetro igual o mayor a 40 micrometros tienden a caer antes, pero se ven muy afectadas por la velocidad del fluido, en nuestro caso, haciéndolas viajar más de dos metros”.

“Esto sugiere que se debería aumentar la distancia interpersonal para evitar el contacto con estas gotas más grandes”, asegura, ya que “el caso presenta pocas partículas y una turbulencia relativamente baja”. “Es seguro suponer que es una de las razones por las que no se consigue una alta proporción de mezcla”, detalla.

A la vista de los resultados obtenidos y de las aplicaciones prácticas del trabajo desarrollado, tanto el autor como los codirectores del trabajo concuerdan en que “conviene continuar en esta línea de estudio para, por ejemplo, tener en cuenta la mayor transmisibilidad de las nuevas variantes”. Se trata, apuntan, “de un problema mucho más complejo de lo que puede parecer” y que requiere de un coste computacional muy elevado.

14 sep 2021 / 01:00
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