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La economía social que empodera la UE es el medio de vida de cien mil gallegos

En Galicia su peso en el PIB es del 7 %, frente a un 10 % estatal, un diferencial que se pretende eliminar // Este sector resiste mejor las crisis

La Unión Europea, después del golpe que ha supuesto la pandemia del coronavirus, sabe que la economía social es el futuro. En Galicia la representan 4.800 entidades, 25.000 trabajadores y 75.000 personas socias cooperativistas, comuneras o mutualistas. Entre ellas hay colosos agrarios como el grupo Coren o CLUN, pero también pequeñas agrupaciones y talleres. ¿Qué le aportan a Galicia? Mucho más que números, porque para este sector lo primero son los valores.

En los últimos días, todos y cada uno de los actores del sector han sido recibidos por el Ejecutivo gallego. Entre otros, los centros especiales de empleo sin ánimo de lucro (Cegasal) que preside José Antonio Vázquez Freire, para quien “en momentos de crisis es cuando más necesidad hay de cambios”. Los empresarios se dieron cuenta “de la importancia de apostar por un nuevo modelo económico que, sin perder de vista el objetivo de rentabilidad y beneficios, apueste también por la solidaridad y la implementación de políticas sociales”.

Opina que “a final de año, las empresas deberían presentar dos cuentas de resultados: la económica y la social”. Cegasal, de hecho, prepara su propia Memoria Social. Apunta que “estamos colaborando con importantes empresas en actividades de formación con posibilidades reales de empleo para las personas con discapacidad”. Ahí enmarca su proyecto con la farmacéutica Janssen y el recién firmado con Otsuka Pharmaceutical y Lundbeck.

Mientras, sostiene, la consellería de Emprego desarrolla un programa piloto de formación dual para personas con discapacidad intelectual “que está muy bien, pero que no cuenta con las personas con discapacidad física y mental, que son el 90 % de los demandantes de empleo” en este colectivo. Por ello, Cegasal, que es la patronal gallega de los centros especiales de empleo sin ánimo de lucro, ya se ha dirigido a la Xunta para pedir esta incorporación de forma inmediata.

“No me canso de repetir que no queremos limosnas, queremos una oportunidad de demostrar de lo que somos capaces. Ya hemos roto algunas barreras y seguiremos trabajando para romper las que haga falta”, sostiene José Antonio Gómez.

Según el líder de Cegasal, “en este momento tan difícil, sería de desear una transformación en el tejido empresarial. La sociedad pide más a sus empresarios y organizaciones como la nuestra aportan ese plus, aportando los valores de la economía social”.

Sostiene que hay quien se quiere apuntar a esta moda y apuesta por crear centros especiales de empleo con ánimo de lucro. “Para mí es cuestionable, creo que los beneficios en una empresa de este tipo deben se reinvertidos en más oportunidades de empleo, no en repartir dividendos”, y concluye Vázquez resaltando que “no hay mayor apuesta por las personas con discapacidad que su inserción en el mercado laboral”.

Necesidad de cambios. Cegasal es uno de los pilares del Foro pola Economía Social Galega, cuyo titular, Celso Gándara, coincide en que hay que ir más allá de las cifras. La Confederación Española de Empresas de Economía Social (Cepes) estudia desde 2019 el valor económico del comportamiento diferencial de estas empresas. “O resultado é contundente. As empresas de economía social xeneran uns beneficios totais, directos e indirectos, que se cifran en 6.229 millóns de euros anuais máis respecto as homólogas mercantís”. Ventajas que se generan en cohesión social y territorial, y que ponen en valor “a súa resistencia e capacidade de resiliencia en tempos de crisis”.

Gándara confirma que, con datos de BBVA plasmados en su anuario, la economía social gallega capeó la crisis que se inició en 2008 “coa destrución dun 6% menos de emprego que as empresas mercantís”. ¿Por qué? “Porque prioriza ás personas fronte ao capital”, sostiene, reutiliza los resultados “para fortalecer e consolidar as plantillas”.

En el contexto de la actual pandemia, se intensificó la labor institucional “para que os distintos instrumentos de apoio ás empresas non exclúan as entidade de economía social”, labor que tuvo éxito ante el Ministerio de Trabajo y la actual Consellería de Economía. Según Gándara, la interlocución mejoró. “O Igape por primeira vez estableceu nunha liña de apoio preferencial para a economía social de cara a dixitalización das nosas entidades´”, indicó.

En la actualidad, “as medidas empregadas amortiguan o golpe, pero non deixa de ser unha situación artificial”, señala el titular de Foroesgal. Preocupan las pequeñas cooperativas y sociedades laborales, por su menor capacidad de aguante y recursos financieros. “Tamén as empresas de inserción e os centros especiais de emprego, non podemos permitirnos perdelos, porque serían moi difíciles de recuperar”.

Otro desvelo es “que o sector cooperativo agroalimentario poda aproveitar esta oportunidade para seguir contribuido de forma notable a cohesión social e territorial no rural”, alega Gándara. “No peche económico do exercicio 2020 poderemos coñecer de forma máis precisa o verdadeiro impacto de toda esta situación. En moitos casos aguantar será un triunfo”.

Más allá de la capacidad de resistencia está el potencial. Según el Libro branco da Economía Social en Galicia en términos de PIB su contribución asciende al 7 %. Cepes sitúa el peso estatal en el 10 %. “Por tanto temos percorrido, precisamos dar un salto”, indica el titular de Foroesgal.

Economía circular, transición energética, economía de los cuidados, desarrollo rural... “Todos estes elementos que están no noso ADN e son impulsados dende a UE, e tócanos facelos tanxibles a través da nosa capacidade de xestión”, alega Gándara.

Por eso argumenta que “a economía social estará presente nos fondos de reconstrución” tras los compromisos alcanzados con los gobiernos central y autonómico.

Tienen ya proyectos en diveros ámbitos, de la digitalización a la ampliación de la cadena de valor en el sector agroalimentario, la economía circular, gestión forestal, transformación empresarial, eficiencia energética o en atención y cuidados. Aprovecha Gándara para dar un tirón de orejas: “foi unha sorpresa para nós que un sector que xera o 7 % do PIB e emprega a 100.000 galegos e galegas non compareza na comisión de reconstrucción no Parlamento galego”. Los grupos en el Pazo do Hórreo se ofrecieron para trasladar sus valoraciones y propuestas.

Posición patronal. Patricia García, presidenta del Círculo de Empresarios de Galicia, cree que “estamos en un momento excepcional, provocado por la pandemia, que nos obliga a replantearnos cuestiones hasta ahora sin discusión: no son pocas las empresas que han puesto sobre el tapete la necesidad de relocalizar determinadas industrias para garantizar suministros básicos en circunstancias excepcionales”.

Realiza esta apreciación para enfrentarla a “la realidad de las empresas de la economía social, fuertemente comprometidas con el territorio donde se emplazan, no se deslocalizan, y ofrecen un empleo estable, inclusivo y de calidad”. Señala que además del impacto económico en PIB y empleo, “representan el modelo de principios y valores que demanda la sociedad, son ejemplo de compromiso con la mejora continua del bienestar económico, social y medioambiental de la comunidad y de su entorno”.

Representan, además, ese “mundo desconocido de empresas que buscan un equilibrio entre resultados económicos y los objetivos sociales”. Según García, son “ejemplo de eficiencia en la gestión por el modelo asociativo que proyectan y de transparencia en los resultados que generan precisamente porque funcionan gracias a la unión de las capacidades y los recursos de muchas personas”.

Alguien que apuesta también sin dudarlo por la economía social es Jorge Cebreiros, presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra (CEP) dirige su discurso hacia el terreno de la igualdad, porque “todo paso en la senda tendrá un efecto multiplicador”. No sólo debe darse en el ámbito de la familia o los centros educativos, “debe ser un esfuerzo colectivo en el que la empresa tiene que aportar su importante contribución”, indica.

Reconocimiento desde Bruselas
Compromiso de la Xunta

··· La Xunta manifiesta que su compromiso con la economía social es decidido, por ser un modelo sostenible e igualitario que promueve empleo de calidad y juega “un papel esencial para la reactivación de Galicia”. Distintas áreas de la Administración gallega buscan fortalecer la presencia de este modelo empresarial, con virtudes como su gran cercanía a la sociedad y al territorio y que “demuestra y demostró su resistencia ante las dificultades”. Recuerdan que en 2019 Galicia fue designada como región amiga de la economía social por la Comisión Europea.

··· La apuesta de la Administración autonómica quedó plasmada en la Estratexia Galega de Economía Social 2019-2021, que busca crear novas oportunidades de negocio y de actividad en empresas que están enfocadas a las personas y que cuentan con una mayor cohesión territorial y social. También se trabaja para potenciar la presencia feminina en las cooperativas, sociedades laborales, centros especiales de empleo y empresas de inserción laboral que conforman la economía social, “porque la igualdad de oportunidades es otro de los grandes retos del Gobierno gallego.

··· La Xunta de Galicia se compromete a seguir manteniendo un contacto estrecho con este sector y una dinámica de colaboración para afrontar los nuevos retos sociales y económicos originados a raíz de la covid-19. De hecho, argumentan que la economía social es una de las líneas sobre las que Galicia está trabajando para presentar proyectos de calidad que puedan optar a los fondos europeos de recuperación Next Generation.

Vázquez y Reino se suma, como Abanca o Pfizer, a la marca Rede Cegasal Inclúe
La construcción de A Coruña abre sus obras al trabajo de personas con discapacidad

A las empresas ya no les basta parecer ser responsables ante la sociedad: deben acreditarlo. Apostar por las que se dedican a la economía social, y en concreto por los centros especiales de empleo sin ánimo de lucro gallegos lo permite, gracias a Rede Cegasal Inclúe, marca de garantía que ya tienen Abanca, Pfizer, Grupo Oca, Carrefour, Darlim, Edición Rusa, Esqueiro, Construciones San José o Sabadell Gallego, entre otras, a las que se sumó recientemente la constructora Vázquez y Reino.

La lidera Diego Vázquez Reino, presidente además de los constructores coruñeses, Apecco, que nos revela que una de las acciones fruto del acuerdo entre la patronal y Cegasal “é o compromiso o de avanzar na inclusión de persoas con capacidades diferentes dentro das nosas organizacións”. Reconoce que “pola singularidade do noso oficio, e o risco asociado á actividade que desenvolvemos, estase a rexistrar un maior índice de contratación en áreas relacionadas coa administración das empresas”.

Este constructor considera que “moitas empresas como a nosa iniciamos hai tempo un camiño sen retorno cara á responsabilidade social e á aposta decidida pola economía social”. Es un firme defensor “do camiño da solidariedade cara ás entidades e persoas con diferentes capacidades, que necesitan atopar un apoio para poder ter unha vida e un traballo dignos”.

Defiende que en Galicia Cegasal realiza “un traballo decisivo creando oportunidades laborais para moitas persoas e faino non só apoiándose nas administracións públicas, senón tamén buscando sinerxias coa empresa privada, coa que colabora en diversas áreas de actuación”. De ahí el convenio de colaboración entre las empresas de Apecco y las de economía social, “que nos prestan un importante apoio e realizan un gran traballo en áreas como a xardinería, limpeza, imprenta, e moitas máis.

En cuanto a su propia compañía, su compromiso viene de años atrás, y colaborar con Cegasal Inclúe “foi un paso natural dentro da nosa estratexia de responsabilidade social”, que es parte esencial de su cultura de empresa, que se mantiene desde su creación, desde hace tres generaciones. “En Vázquez y Reino temos implantadas dúas contas de resultados: a económica e a social”. Además de colaborar en la mayoría de las causas y con el tejido asociativo de su entorno, la actual dirección articuló “un programa de RSC serio e rigoroso que canalice todas estas axudas ás entidades sociais, deportivas e culturais, e que supón un 1 % do noso orzamento”. En su estrategia empresarial incluyen un compromiso de contratación con centros especiales de empleo, “algo que levamos facendo desde hai anos”. axudan a que o produto e o servizo finais que presentamos aos nosos clientes, tanto privados como públicos, teña un plus de calidade e de compromiso social que nos caracteriza.

Sobre si estaría a favor de que se concedan solo las ayudas y contratos públicos a las empresas que cumplan la ley e integren en sus plantillas a pesonas de los colectivos más vulnerables, Vázquez Reino appunta que “é evidente que estamos obrigados a buscar fórmulas que faciliten a incorporación ao mercado laboral das persoas con diferentes capacidades. As administracións públicas están a tomar medidas nese sentido e as empresas realizamos esforzos para adaptar postos de traballo que faciliten esa integración”.

En tiende que el secreto del éxito en esa estrategia pasa por encontrar un equilibrio que permita a las empresas “incorporar a persoas que ata o de agora non o tiveron fácil para desenvolverse plenamente e integrase nos equipos de traballo como unha máis”. La Ley de Contratos del Sector Público establece un porcentaje de contratos reservados para empresas de economía social, “pero eu son dos que creo que a fórmula máis axeitada para isto, como para outras moitas cousas, non é o intervencionismo da Administración, senón que as empresas establezan nas súas operacións unha colaboración real, regular e decidida co terceiro sector que supoña cumprir e mesmo superar a porcentaxe de traballadoras e traballadores que participan da nosa actividade económica”.

Todo esto pasaría, indica, “por un cambio de mentalidade”. “Os empresarios debemos ser parte da solución nun momento tan difícil como o que estamos a vivir, temos a oportunidade de enviar unha mensaxe á sociedade de que traballamos moi duro cada día non só para mellorar a nosa rendibilidade, senón para crear máis oportunidades laborais, ademais de apoiar aos que máis o necesitan dentro dunha contorna que debemos respectar e coidar”.

Concluye señalando que dicha concepción dentro del mundo empresarial la resume perfectamente “un bo amigo cando se refire ao Empresario do Século XXI, un concepto que comparto e co que me sinto plenamente identificado”.

16 nov 2020 / 00:00
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