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Educación. La practicidad, utilidad y aproximación a la realidad laboral son algunos de los aspectos que hacen tan atractivas a estas titulaciones // Carmen Sarceda, coordinadora del GEFIL, desgrana los motivos de este cambio de percepción sobre la FP, así como los objetivos pendientes TEXTO N. Vázquez

La Formación Profesional ya no es la ‘hermana pobre’ de la educación

El récord histórico que viene de batir la Formación Profesional en Galicia constata el cambio de percepción que se está dando en la sociedad, sobre todo entre los jóvenes, al respecto de estos estudios. Este año, en Galicia se superaron los 60 mil matriculados, lo que implica un incremento de estudiantes del 75% desde 2009.

Carmen Sarceda, coordinadora del GEFIL (Grupo Gallego de estudios para la formación e inserción laboral) que lleva más de 25 años investigando y trabajando por mejorar la Formación Profesional, explica en una conversación con EL CORREO GALLEGO que, tal y como lo constatan los estudios, “la percepción que se tiene a día de hoy de la Formación Profesional dista mucho de la que se tenía hace no muchas décadas”, cuando, según lo indica, se llegó a tratar como “la hermana pobre del sistema educativo”.

“A día de hoy se entiende como unas enseñanzas que ofrecen una calificación muy adaptada a las necesidades del mercado laboral”, asegura, pero puntualiza que no es un cambio que haya venido “porque si”. “Desde el ministerio y las consellerías responsables de la Formación Profesional se están haciendo grandes esfuerzos para potenciarla” y “para ofrecer títulos atractivos y útiles para el desarrollo profesional”.

A esto, tal y como explica la coordinadora del GEFIL, “también ayuda el elevado índice de inserción laboral que tienen estos profesionales, que es muy superior a la de los titulados universitarios”. “Cada vez se está dando una situación que es ya casi común”, asegura, “que es que muchas personas con título universitario realizan estudios de formación profesional de grado superior, cosa que antes era impensable”.

Tanto es así, que el 24,81% de la población gallega de entre 25 y 64 años tiene algún título de FP, según el Observatorio de Formación Profesional, fruto de la colaboración entre Caixabank Dualiza y Orkestra-Instituto Vasco de Competitividad (Universidad de Deusto). Esto implica que la tasa de población con estudios de FP es superior en Galicia que en la media de España, si bien la evolución es progresiva y proporcional entre ambas.

Esto se traduce en que en Galicia hay 361.537 personas con título de FP, de las cuales 173.235 son mujeres. Además, dos de cada cinco estudiantes hacen la FP tras la Educación obligatoria, es decir, el 39,87% de los matriculados en Bachiller, FP y Grado son de Formación Profesional. Con todo, la tasa de finalización, es decir, el porcentaje de estudiantes gallegos que acaban los estudios de FP, es menor al de la media estatal, siendo en España un 60,85% y en Galicia un 54,82%.

Atendiendo al grado, el que más abunda es el FP Superior, que aúna al 13,77% de las mujeres y el 16,42% de los hombres con estudios en Galicia. Los FP de grado medio y básico suponen, respectivamente, un 9,69% y 9,61% y un 0,06% y 0,12%.

Profesor especialista. Todo ello en un momento de incertidumbre, derivado de la implementación de la nueva ley educativa. “Con la Lomloe lo que se establecía era la desaparición del profesorado técnico, una figura en extinción”, explica Sarceda. “Aquel que tuviese titulación universitaria pasaría al grupo superior docente. Sin embargo esto fue modificado posteriormente, y a día de hoy, si bien es cierto que desaparece el Profesorado Técnico de FP como tal, se contempla la creación del Profesor Especialista en Sectores Singulares”, y, aunque no hay nada definido, explica que no se descarta que sea “en las mismas familias profesionales y especialidades del profesorado técnico”. Ahora bien, incide en que el profesorado técnico es imprescindible para el éxito de la formación profesional y que no se puede cubrir toda la docencia de FP con titulados universitarios.

Como “ejemplo sencillo” Sarceda expone el caso particular de un ciclo superior de Dirección de Cocina, en el que “no tendría sentido que fuese un biólogo el que enseñe las competencias profesionalizadoras”. Esto es, añade, “evidentemente se precisa esta dimensión profesional en los docentes, porque sino no estaremos profesionalizando a esos titulados en FP” quedando, dicho de forma simple, solo en la teoría.

En definitiva, para ella era un “absurdo” acabar con ese profesorado técnico, y “menos mal” que se rectificó y, aunque se le cambió el nombre, “en síntesis ese profesorado va a seguir en régimen de funconariado como está a día de hoy”. Además, valora positivamente que se posibilite algún tipo de promoción personal. “Es un incentivo”, explica, “también para el propio profesorado, porque uno de los problemas que tiene la profesión docente es que es una carrera plana y casi no hay posibilidades de promoción”.

“Considero positivo para los que cumplan los requisitos el poder ascender de categoría profesional” y que se les reconozca su labor ya que, como explica, “están trabajando con los mismos alumnos que los titulados universitarios”.

El gran reto. Con todo, a la Formación Profesional “le queda mucho por avanzar”, asegura. Además de las críticas ya comunes, sobre la falta de material, la insuficiencia de horas lectivas y prácticas y lo alejada que puede llegar a estar de la realidad de las empresas, Carmen Sarceda añade otra quizás menos extendida: la FP Dual, “uno de los grandes retos que tiene Galicia en estos momentos”.

La coordinadora del GEFIL explica que el sistema de formación dual “se trasladó directamente de otros países como Alemania o Austria” que tienen un tejido empresarial “totalmente diferente al que tenemos en España” y, sobre todo, “en Galicia”, donde una gran parte de las empresas son PYMES. A su juicio, esta diferencia en el tejido empresarial hace que sea muy complejo adaptar el sistema de formación dual a nuestro contexto, una cuestión en la que queda mucho por avanzar porque, además, este tipo de titulaciones son uno de los aspectos más diferenciadores que puede ofrecer la FP.

Pero otra asignatura pendiente de la FP Dual es la formación de los tutores de empresa. “Hay que avanzar muchísimo aún en su formación” explica Sarceda, “porque ellos van a ser formadores”, y no solo en la profesionalización, sino que “ejercen una función docente”.

“Para mi”, asegura, “además de un buen diseño de la formación, la clave está en el profesorado”. “Y con respecto a la FP Dual”, añade, “se debería ‘repensar’ el papel, la formación y el reconocimiento que tienen los tutores de empresa”. Para Sarceda, es “muy evidente” que no se le puede pedir a una persona que siga haciendo su trabajo y que dedique tiempo extra para formar a futuros profesionales.

10 oct 2022 / 01:00
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