La fusión CaixaBank-Bankia suma en Galicia medio millón de clientes
La primera tiene aquí 150 oficinas y 633 empleados, por una veintena de sedes y 125 trabajadores de la segunda // Se aguardan menos ajustes que en otras zonas
CaixaBank y Bankia estaban hechas la una para la otra, si atendemos a los argumentos esgrimidos en la presentación de la fusión realizada este viernes desde Valencia. Después de que los consejos de administración de las dos financieras diesen luz verde a la operación, que se ejecutará mediante la absorción de la segunda por la primera –queda pendiente la aprobación en las dos juntas de accionistas– se allanó la génesis de una fortalecida CaixaBank. Será la marca del nuevo banco de referencia en España con 664.000 millones de euros en activos totales y otros 16.000 millones de valor en Bolsa. Será líder con más de 20 millones de clientes, una cuota en créditos del 25 % y del 24 % en depósitos.
Desde la ciudad a la que movió su sede social la antaño entidad catalana –la trasladó a causa del procés– y que también lo será de la futura financiera, el hoy titular de Bankia y futuro presidente ejecutivo de la entidad, José Ignacio Goirigolzarri, y Gonzalo Gortázar, que ocupará el cargo de consejero delegado que ya tenía en CaixaBank, desgranaron que se contará con sedes operativas en Barcelona y Madrid. Presumieron además de “una presencia geográfica diversificada y equilibrada”. Estará presente 2.200 municipios, en 290 de ellos como única entidad.
Galicia aportará cerca de medio millón de clientes a ese total. Fuentes oficiales de CaixaBank situaban los suyos en 400.000. Bankia, por su parte, no contaba con ese dato, aunque hace justo un año, en una visita a la comunidad de Goirigolzarri para participar en el coloquio Perspectivas de futuro del sector financiero en el coruñés Pazo de Mariñán, detalló que contaban con 63.000 clientes –casi la mitad digitales– y dos mil millones de euros de volumen de negocio. Entonces tenían 22 sucursales, hoy tres menos (de ellas 17 para particulares en las siete grandes ciudades) y mantienen en total 125 trabajadores.
En frente, con duplicidades inevitables, CaixaBank cuenta con 150 oficinas repartidas por todas las localidades gallegas de más de 10.000 habitantes, donde trabajan, según el último dato oficial, 633 profesionales. El secretario general de la sección de esta entidad en Galicia, Xoán Carlos Viveiro, los elevaba a 740, y señaló a Europa Press que “la repercusión tendría que ser mínima”, con salidas que no tendrían que ser demasiadas y serán pactadas, incentivadas o a través de prejubilaciones. También este viernes la ministra de Trabajo, la ferrolana Yolanda Díaz, apuntaba estar preocupada por el posible ajuste de empleos derivado de la fusión, indicando que “no se entendería en un momento de crisis tan grave”.
Con su “reputación” en juego, a Díaz le quita el sueño la pérdida de empleos, la concentración bancaria y la exclusión financiera. En Galicia, al estar las oficinas de Bankia concentradas en las urbes, no se prevé un fuerte impacto de esta última amenaza.
Goirigolzarri destacó en Valencia que “con esta operación conformamos la primera franquicia española en un momento en el que es más necesario que nunca crear entidades con tamaño crítico, contribuyendo a apoyar las necesidades de familias y empresas, y a reforzar la solidez del sistema financiero”.
Gonzalo Gortázar subrayó que “la fusión nos permitirá afrontar los desafíos de los próximos diez años con mayor escala, fortaleza financiera y rentabilidad, lo que redundará en mayor valor para nuestros accionistas, en más oportunidades para nuestros empleados, en un mejor servicio a nuestros clientes y en una mayor capacidad para apoyar la recuperación económica en España”.
Según se explicó ayer, en un horizonte de cinco años la previsión es generar progresivamente sinergias de ingresos de 290 millones de euros anuales. Al mismo tiempo se prevé conseguir ahorros recurrentes de costes de 770 millones de euros anuales, de forma ya plena a partir de 2023, “que mejorarán significativamente la ratio de eficiencia hasta situarla en niveles muy competitivos”, detallaban.
Pasados los procesos de due dilligence y tras la aprobación de los consejos de administración, CaixaBank y Bankia esperan cerrar la operación durante el primer trimestre de 2021, una vez recibidas todas las autorizaciones regulatorias pertinentes, léase las del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, la no oposición por parte de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones, la CNMV y el Banco de España.
• El acuerdo se base en el canje de 0,6845 acciones ordinarias nuevas de CaixaBank por cada una de Bankia. El precio pactado incluye una prima del 20% sobre la ecuación de canje a cierre del 3 de septiembre, antes de la comunicación al mercado de la existencia de negociaciones sobre la operación. Además, supone una prima del 28% sobre la media de ecuaciones de canje de los últimos tres meses.
• Los accionistas de CaixaBank representarán de inicio el 74,2 % del capital y los de Bankia el 25,8%. Así, CriteriaCaixa, de la Fundación Bancaria “la Caixa”, seguirá como accionista de referencia con alrededor del 30 % del accionariado y el FROB alcanzará el 16,1%. La estructura accionarial de la entidad combinada se completa con un 54% de free float (acciones cotizadas en el mercado de valores), el 37 % corresponde a inversores institucionales y el 17 %, al mercado minorista.
• El consejo de administración estará formado por 15 miembros, de los que un 60 % serán independientes, y un tercio del total serán mujeres. dos serán consejeros ejecutivos, dos serán a propuesta de CriteriaCaixa, uno a propuesta de BFA Tenedora de Acciones, S.A., seis independientes a propuesta de CaixaBank y tres independientes a propuesta de Bankia. Y Fernando María Costa Duarte Ulrich está previsto que tenga la consideración de ‘otro consejero externo’.
• La entidad combinada resultante de la fusión estará presidida por José Ignacio Goirigolzarri, actual presidente de Bankia, una vez sea designado por el nuevo consejo de administración de CaixaBank. El presidente, que tendrá la condición de ejecutivo, será responsable de las áreas de Secretaría del Consejo, Comunicación Externa, Relaciones Institucionales y Auditoría Interna (sin perjuicio de mantener la dependencia de esta área de la Comisión de Auditoría y Control).
• El actual consejero delegado, Gonzalo Gortázar, será el primer ejecutivo de CaixaBank, con reporte directo al Consejo de Administración, teniendo la responsabilidad sobre todas las áreas no comprendidas en el párrafo anterior, y presidiendo a su vez el Comité de Dirección.